...Capitulo 21...

4.3K 263 51
                                    

Los personajes que aparecen aquí son obra de la gran Naoko Takeuchi, la historia es creación de mi loca imaginación.

Prohibido copiar, transcribir, alterar, almacenar o publicar esta historia en cualquier plataforma o grupo, sin mi autorización previa y por escrito.

.

......

.


Serena miro a Darien, la amenaza en su voz y la furia evidente en su rostro, la asombro de una manera que la dejo aturdida. No había salido corriendo tras Minako como había temido, en cambio, aunque no lo podía creer, parecía preocupado por ella o tal vez estaba confundida y era más furia. A pesar de eso estaba sorprendida por el solo hecho de que el no había salido corriendo a pesar de la amenaza de Kunzite.

Se dijo que no debía pensar cosas que no eran, pero no podía evitar que su corazón saltara de felicidad ante esa pequeña demostración de... ¿preocupación?

De pronto sintió como Kunzite la jalaba un poco más, sin soltar el agarre que mantenía en su cintura, llevándolos hacia donde estaba el caballo del peliplata.

Serena giro el rostro, intentando divisar a Minako, pero esta había desaparecido del camino, en cambio sus ojos se toparon con el reflejo de la luna en las aguas lóbregas del lago a sus espaldas, estaba a algunos metros bajando la pendiente, y a pesar de que era sumamente pequeño, le habían advertido de que era muy profundo.

Jamás había llegado hasta ahí, esa parte del camino era muy poco usado, ya que era adentrarse por el bosque para hacer el trayecto hacia la aldea, y ella jamás había deseado siquiera visitarla.

―¡No te atrevas! ―gruñó Darien, haciendo que Serena regresara su atención a ellos viendo como sus expresiones se habían endurecido aún más, a pesar de eso parecían estar midiendo sus posibilidades, de pronto, Darien y Haruka dieron vacilantemente un paso hacia delante.

Serena comprendía a Kunzite a pesar de la posición en la que la había puesto el hombre, y aunque no tuviera temor, en el fondo sabía que el peliplata haría lo posible para salir de aquella situación sin poner en peligro a Minako.

―Lo siento tanto Milady ―gruñó el peliplata.

Entonces, Serena sintió como Kunzite alejaba con violencia de ella la pequeña daga, haciendo que jadeara asustada, para enseguida, con la mano que mantenía en su cintura la arrojo con fuerza hacia la pequeña pendiente que se encontraba justo atrás de ellos.

Serena ya no fue consciente de lo que pasaba, solo sentía como las ramas y la humedad de la tierra le arañaba la piel mientras bajaba rodando sin poder detenerse por la pendiente, sabía que aquella pendiente terminaba en el lago y el terror la invadió, pues estaba segura de que no podría detenerse antes de que aquello ocurriera.

Y pronto sucedió, sintió como su cuerpo estampaba con fuerza en el agua helada, que calo en su cuerpo con fuerza, como mil agujas clavándose en su piel.

Serena intento mantenerse a flote, pero la pesada tela de su capa la jalaban hacia adentro de la helada agua y por eso le era imposible salir por completo. Sintió como el agua helada comenzaba a entumir su cuerpo, cansándola.

Además de todo, la obscuridad en el agua comenzó a aterrarla demasiado, mientras sentía como el oxígeno comenzaba a faltarle con rapidez, intento con desesperación zafar la capa en un desesperado intento de lograr llegar a la horilla, pero sus manos temblaban y no hacía más jalonear la tela de la capa inútilmente.

Sublime castigoWhere stories live. Discover now