Anhedonia (MenChara)

Parte extra - Alone

Hola! Mucha gente por mensaje me pidió que subiera Alone, que como saben sería la continuación corta de qué pasó con el MenChara luego de Anhedonia, así que preferí subirlo anexo al fic por si alguien tambien le complicó ir a buscar o quiso saber un poco más de la pareja.

Aclaraciones: Alone fue el primer One Shot MenChara que escribí y que sin darme cuenta terminó siendo como la continuación de Anhedonia en donde varios de mis lectores coincidieron con ese hecho y por ende quedó asi: Como la mini continuación.

Daré explicaciones de este One Shot abajito por si alguien tiene una preguntilla sobre los detalles de este fic (que si tendrán ajjaja) 

NO ES NECESARIO QUE LO LEAS SI QUIERES DEJAR LA HISTORIA COMO ESTABA ORIGINALMENTE! <3

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Parte Extra: Alone

Él podría estar viviendo tranquilamente. Con una pareja, no oficial, pero con la que sí pretendía sentar cabeza en algún momento de su vida cuando alcanzara la madures suficiente. Pero no.

Podría estar viviendo el hermoso proceso de una relación sin necesidad de apresurarse. Disfrutando de la lentitud con la que ocurrirían los acontecimientos. Pues así, no se sentiría tan solo.

Porque es así como se siente, solo. Solo pese a las muchas conquistas que tenía con las cuales podría salir a cualquier hora del día sin temer al rechazo, pues cada una de ellas estaba bajo sus pies y muchas veces también de su cuerpo.

— ¿A dónde vas? —Pregunta la chica que había dormido a su lado en esa ocasión recién despertándose. Era la nueva chica de turno que conoció en un bar la noche anterior.

— ¿A mi casa? —Responde como pregunta, pues no sabía exactamente donde estaba a pesar de haber despertado hace más de una hora.

Había estado tan concentrado en sus pensamientos que no prestó atención a su alrededor.

—Oh —Exclama ella, decepcionada. Él simplemente se termina de vestir arreglándose el cabello en el espejo del baño—Y... ¿Nos volveremos a ver?

La pregunta le hizo sonreír levemente, pues la respuesta era más que obvia. Se giró hacia ella contemplándola detenidamente como si fuera la primera vez que la veía. Lo único que recordaba de la noche anterior era que había entrado a un bar, después de eso su mente pareció haberse apagado.

—No. —Contesta con un tono relajado y se acerca para abrazarla—Lo siento pero... no.

Fue su última palabra antes de salir del lugar con un montón de gritos indignados de fondo. Serenamente se lleva las manos a los bolsillos bajando las escaleras mientras la voz femenina de la chica rebota por todo el pasillo ya que había salido del departamento para seguir reclamándole las bonitas palabras que al parecer él pronunció en medio de su ebriedad. Se encogió de hombros. Si no las recordaba, entonces nunca las había dicho.

Y apenas salió a la calle la soledad volvió a golpearle en el rostro.

Había llegado a un punto que ni siquiera el acto carnal lograba llenar ese vacío momentáneamente y el placer que antes le producía hacerlo se desvaneció, justo como la persona que era tan importante para él. Rápido y silencioso, así es como ocurría siempre.

A la siguiente semana volvió a despertar al lado de una chica desconocida y pasó exactamente lo mismo que con la muchacha del bar. Pero esta vez, la soledad no hizo acto de presencia cuando salió del lugar. Y la razón fue...