5. EL CORAZÓN DEL ARCÁNGEL (Evil 5)

3

— Déjame dormir –mascullo, se metió más bajo las sábanas–

Estaba tan feliz disfrutando su sueño pero había seres tan crueles y bastardos llamados Mikael que no tenían nada mejor que hacer en su puta vida que sólo disfrutaban molestar a otros.  La sábana le fue quitada de soplón dejando ver su desnudes, gruñendo alzo la cara de la almohada para mirar a cierto hombre rubio, él cual quería asesinar.

— ¿No tienes nada mejor que hacer? –pregunto fastidiado– son las cinco de la madrugada... ¿Qué mierda quieres?

Mikael le regaló una sonrisa que haría a muchas mujeres caer de rodillas, lástima, porque él era
hombre y no mujer para caer en sus encantos.

— Anda, mueve el culo Aiden, vamos a entrenar.

— ¿Estas de coña? Largate –gruño, se volvió a su almohada– tuve mala noche...

— Eso explica porque tu sobrino está abajo desnudo...

Cerró los ojos ante el dolor de cabeza, odiaba al imbécil de Abdel en esos momentos, se habían pasado de copas festejando los dos el cumpleaños de él hasta alta horas de la madrugada, que no habían hecho borrachos, ¡mierda! Hasta había jurado amor a no se cosa...

— Bien, levanta a Abdel –ordeno, levantándose de la cama todo desnudo–

Mikael se encogía de hombros y se iba, le vio bajar las escaleras porque toda su habitación abarcaba toda la planta alta del departamento y la planta baja sólo era la cocina, sala, comedor y el pequeño Gym que tenía. Se metió al cuarto de baño a lavarse la cara, se cepilló los dientes después tomo una ducha rápida con agua tibia para relajar los músculos, tomo una toalla afelpada con la que se secó y salió del baño con una toalla en la cintura. Su sobrino estaba captado en la cama quejándose del dolor de cabeza, le lanzó la toalla mojada que estuvo usando para el cabello, Abdel protesto.

— Ve al baño a tomar una ducha, te daré algo para el dolor.

Él camino hasta su Close para buscar que ponerse, antes de entrenar tenía una junta con algunos ángeles para un trabajo así que tenía que usar traje, se puso un pantalón de tela color azul marino, una camisa blanca ajustada, un sacó del mismo color que el pantalón, una corbata negra y una zapatos italianos, alisó su cabello para luego amarrarlo en una coleta alta pero... Se cambiaría el color del cabello están vez lo tendría que tener todo de negro por la junta después se lo cambiaría.
Una vez listo, se puso perfume y su reloj de Cartier, camino hacia las escaleras, bajo sin prisa los escalones al llegar abajo camino hacia la cocina donde Mikael estaba comiendo cereal en forma de penes.

— ¿Fuiste a una despedida de soltera? –Mikael le mostraba el cereal en una cuchara– están geniales.

— No, Jade lo trajo hace unos días que estuvo aquí. –respondió– sufriendo su mal de amores.

Camino hasta el refrigerador para tomar dos botella de agua, una para Abdel y la otra para él, tomo un toper de frutas que Claire le preparaba un día antes, llevo todo a la barra y tomo asiento junto a Mikael.

— La mayoría a apostado a que te darán una asistente –hablo Mikael con la boca llena de penes– yo dijo que te van mandar al área de comercio en el Time Warner Center.

Podía ser, el caso es que tenía que socializar con las cucarachas... Los humanos, entender porque coño son una clase de hostias que dejan mal sabor en la boca. Tomo un sorbo de su botella mientras escuchaba a su amigo parlotear, la fechada de despreocupación de Mikael era sólo una máscara, el hombre estaba tan jodido como él.

— ¿Un demonio? –pregunto–

— Si, hay un nido de Arácnidos en el centro de Manhattan, Gee está buscando la localización para poder exterminar con ellos.