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AIDEN.

La dejo con cuidado en aquella cama tan vieja como la misma choza en la que se encontraba, nada en esa casa tenían un brillo de ser nuevo, quizás doble uso.

— ¿Quién eres, Zaira? –Se quedo observándola, tenía cierta duda sobre su mortalidad pero no estaba seguro de nada, no había nada salido en las teorías que se había desarrollado–

Se pasó la mano por el cabello de manera frustrada, ella tenía algo que lo atraía de una forma que no podía darle nombre, quería mantenerse lejos de ella pero entre más lo intentaba, más acababa cerca de ella.

— Wuau... Dicen que mi padre estuvo aquí. –Dijo Abdel nada más al parecer– ¿¡Porqué la necesidad de espiar mi vida sexual!?

Volteo a ver a Abdel.– ¿Tu madre?

— Si... Hasta Dix anda de casamentera... –Abdel tembló– lo peor del mundo.

No pudo evitar esbozar una sonrisa, volvió a fijar su vista en Zaira que estaba durmiendo, se inclino para quitarle un mechón de cabello, se veía hermosa... Sus rasgos faciales parecían más suaves y delineados de una forma artística que le quitó el aliento y se quedo embobado observándola, y hubiera seguido así si no fuera porque Alanna aparecía y golpeaba Abdel en la cara, el impacto fue bestial porque había escuchado el hueso de la nariz de Abdel romperse.

— Mierda... –Abdel siseaba de dolor–

— Vuelves a decirle a Keyle que no es querida y te parto los huevos de niño que tienes. –Mientras a Alanna decía su hermoso cabello rubio ardía y sus ojos azules se volvían lava pura– eres un hijo de puta, ojalá papá te castigue o mamá te corte ese pene de chico...

— ¡MI PENE ES GRANDE! –Gruño Abdel– no me jodas... Mi nariz...

Alanna con un vestido blanco sencillo que la hacia ver más hermosa, los botines negros tenían en la punta dos unicornios y decía "soy un unicornio" y se dio la idea de sus tatuaje... Empujo Abdel para tener Alanna frente a él.

— Mocosa del mal...

La escucho reír y poner esa carita de "Yo no hice nada" mientras que él veía esa cara diabólica.

— Soy inocente, lo juro –Alanna hacia una cruz en su pecho–

— Te dije que era un engendro del mismo infierno lo que tengo de hermana –Decía Abdel limpiándose la sangre– una arpía diabólica.

Alanna fulminaba a Abdel, se interpuso para que su sobrino no volviera a recibir otro golpe.

— Tranquilos. –Agarro a Alanna de los hombros– Tu, vas hacerte un tatuaje que diga "Mi tío Aiden es el más genial del mundo" porque por tu culpa tengo un puto tatuaje permanente en una zona muy sensual de mi bello cuerpo, que ahora dudo que caliente a una mujer hasta dejarla húmeda.

— ¡Que asqueroso! –Alanna le golpeo–

— Lo se, te doy dos días para hacerte el tatuaje o vamos tener una súper larga charla con tu abuelo Klaus.

Alanna lo miro horrorizada, la vio asentir y sácale la lengua a Abdel.

— Buen. Y tu pene chico....

— Jodete lagartija de fuego fea.

Con esto no le daban ganas de tener hijos, eran peores que los demonios, --¡en serio!-- prefería hacerse una vasectomía y tener a sus mini yo bien  congelados.

Alanna sonrió y abrazo a Abdel para hacer las paces, los dos hermanos se insultaban mientras se abrazaban, no había ni puta duda que eran hijos de Hex y Helena.

5. EL CORAZÓN DEL ARCÁNGEL (Evil 5)Where stories live. Discover now