—Ho-Hola, Taehyung—fingió tartamudear. La verdad es que los celos del menor lo alegraban. Quería saber qué haría Taehyung al ver la situación anterior con Namjoon.
—Hyung, Hyung... ¿Qué hacías tan cerca de Namjoon?—tomó el brazo del mayor e hizo que se parase. Se sentó dónde había estado Yoongi y colocó a este en su regazo.
—Desayunábamos...
—Oh, no sabía que así se desayunaba ahora—fingió estar sorprendido, pero al instante su cara cambió a una enojada. La verdadera personalidad de Taehyung salía a la luz otra vez; dejando de lado ese niño inocente que pretende ser cuando están todos los miembros reunidos. Esa actitud posesiva dejó encantado a Yoongi, así que decidió que quería presenciar ese lado muchas más veces.
—É-Él sólo e-estaba limpiando a-algo de crema que tenía en la ca-cara...—fingió tartamudear otra vez. Mordió su labio inferior y colocó sus ojos de cachorro.
—Tan... Bello—lamió su labio inferior— Ya no finja conmigo, Yoongi Hyung...—formó un camino con sus dedos desde su muslo adentrándose a su camisa. Y desde ese momento los tartamudeos y sonrojos fueron verdaderos. Porque Yoongi podía ser atrevido, pero en el momento del acto, cuando se acerca el momento, este se vuelve tímido y algo sumiso. Muy parecido a su yo fingido.
Taehyung tomó la barbilla del mayor acercándolo a él. Con lentitud se acercó a sus labios y los besó delicadamente, tentando a la tentación. Besándose con sensualidad y tomándose su tiempo para degustar ambas bocas. Al separarse observaron un hilo de saliva que conectaba ambas bocas. El menor se quedó fascinado con la expresión de Yoongi; sus ojos cerrados, sus mejillas sonrojadas y su linda boca entreabierta, con sus labios húmedos y rosados.
Cuando estaban por juntar sus labios otra vez, el sonido de una puerta hizo que se separasen. Ambos se alejaron y se encaminaron hacia el lugar del sonido, encontrando al menor de todos con un colchón en su hombro. Jungkook dirigió su mirada indiferente hacia Yoongi y luego rodó sus ojos diciendo: — ¿Ahora el príncipe estará cómodo? ¿O el niño? Porque que alguno de nosotros tenga que venir a cuidarte es algo vergonzoso, Hyung—remarcó la última palabra y se dirigió a la habitación dejando el colchón en su nuevo lugar.
—No seas así, Jungkookie...—habló Taehyung con su falsa personalidad infantil cuando este volvió.
Y Yoongi estaba tan confundido. ¿Acaso el menor es bipolar? Si bien lo trató algo mal al principio, luego, cuando el mayor lo atrapó, se vio tan tímido y lindo. Sus compañeros de grupo lo sorprendían cada vez más, dejando al pálido con deseos de conocerlos a fondo.
— ¿Ya te vas, Jungkook? —preguntó Tae queriendo culminar lo anterior.
—No, me informaron que tengo que cuidar al niño contigo—realizó una media sonrisa.
—De-Deja de llamarme así, so-soy tu Hyung—dictó. Su ceño se frunció, sus brazos se cruzaron y un pequeño puchero se hizo presente.
—El bebé se enojó... ¿O si no qué? —se acercó al mayor haciendo ver la diferencia de altura entre ambos. Yoongi debía levantar su cabeza para observar la cara del menor.
—Es suficiente, Jungkook—Taehyung dejó la actitud infantil de lado. Debía defender a lo que según él le pertenece.
Jungkook ignoró lo dicho por su Hyung y volvió a preguntar: — ¿O sino qué, lindo gatito?
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