¡Mil gracias a la editorial @ewonderland y a @BustRoller0917 por esta portada tan maravillosa!
"No conoces verdaderamente a alguien hasta que lo miras fijamente a los ojos por unos 5 segundos seguidos, los ojos son el reflejo del alma y el alma un l...
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ANN:
Después de un par de intentos Cathy al fin cogió el teléfono.
-¿Si? Contesto ella al otro lado de la linea.
-Cathy soy yo, Ann.
-Ann ¿Donde te metes, hace días que no se nada de ti? Estaba empezando a preocuparme.
Por su tono pude percibir su desasosiego.
-Cathy no se como decirte esto. Balbucee avergonzada.
-Ann, sabes que puedes decirme lo que sea.
-Lo se -Suspire- he estado unos días en el hospital, acabo de salir de echo, te llamaba para pedirte, mas bien implorarte, pasar una temporada en tu casa, hasta que las cosas se calmen un poco.
-Ann sabes perfectamente que las cosas no se van a calmar, tus padres están completamente locos, enserio no se como sigues viva, y claro que puedes quedarte un tiempo, si fuera por mi podrías quedarte a vivir pero el estado no aceptaría eso, preferirían que te siguieran maltratando a romper la tipología de familia feliz.
-¿Entonces puedo quedarme? Repetí la pregunta confundida por la rapidez de sus palabras.
-Pues claro idiota, pero que constes que estoy enfadad, pensaba que ya habíamos hablado del tema hospital y que lo habíamos zanjado por completo. Manifestó ella.
-Te prometo Cathy que esta vez no ha sido culpa mía. Conteste mientras sentía un escalofrió recorrer todo mi cuerpo. El solo echo de pensar en el tema me revolvía el estomago.
-Esta bien, ya hablaremos, no te muevas, estoy allí en cinco minutos. Contesto y acto seguido colgó.
Cathy y yo somos amigas desde pequeñas, se podría decir que somos las típicas almas gemelas, desde que nos conocimos encajamos perfectamente, es lo único bueno que hay en mi vida, en pocas palabras mi otra mitad.
A ella nunca le han gustado mis padres, pero es comprensible, ya que ni siquiera me gustan a mi. Las pocas veces que estubo en mi casa siempre intente que no coincidiera con mis padres, pero siempre acababan apareciendo de improvisto, la ultima vez llamaron a Cathy cucaracha apestosa, desde entonces no volvió, ¿Comprensible verdad?
Pues mis padres no lo ven así, la culpa es toda mía, por tener amigas estúpidas, lo estúpido es que por un tiempo me lo creí.
Mientras esperaba a Cathy pensé en llamar al psicólogo del que Betty me hablo tan bien, tenia que acabar con esto cuanto antes.
No podía seguir llevando esta vida, ya no.
Busque el numero de teléfono en el bolsillo trasero de mis pantalones.
"Creo que dijo que se llamaba Elliot" Recorde.
Cuando al fin lo encontre lo observe atentamente intentando asi memorizar cada dígito, me gustaba memorizar cosas, era la única manera de mantener mi mente ocupada y olvidar por uno tiempo el mundo real que me rodeaba.
Luego teclee nerviosa los números en mi roto teléfono para finalmente llamar.
No me gustaba hablar con desconocidos.
Después de insistir durante varios minutos y de ver que no obtenía respuesta alguna, llegue a la conclusión de que estaría ocupado y que lo mejor seria llamar mas tarde.
Me senté en un banco cercano mientras esperaba a Cathy, pero al hacerlo me di cuenta de que ya había llegado.
-Holaaa Dijo sonriente por la ventanilla sin dejar de tocar el claxon.
-Hola Conteste yo mientras me acercaba al coche
-¿Como te encuentras?
-Ahora que estas aquí, y que se no no me vas a llevar a casa mejor.
