IV

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-¿Hola?.... ¿Diego?- Esa voz se me hacía conocida, trataba de recordar quien era la que tenía esa voz, hasta que quise dar el primer intento

-.... ¿Lucy?- Dije, algo confundido

-La...La misma... ¿Qué rayos pensaste en mandar ese...ah...mensaje?- Algo no sonaba bien en ella, pero no quería asegurarme para nada, quería saber mas

-¿En qué pensaba? ¿Qué pasabas tú en mandarme al niño de repente?

-¿A quién?- Me quede sin palabras ¿A quién? Ella sabe muy bien a quien me refiero

-A nuestro hijo...-Dije, sospechando un poco

-Ah...Ah... ¿Erick?

-Eduardo...-Dije, después para sin quedarme sin palabras por un momento

-Ah...Deja de ser llorón...madura...ah

-Lucy...lo que escucho son...

-¡Aaaaah!-Me interrumpió y luego de ahí colgó...Me quede en shock, si mi oído (y tal vez mi perversión) no me falla, lo que escuchaba eran gemidos, me quede quieto durante minutos ¿Por qué sonaba así? ¿Acaso esta con alguien teniendo sexo? Y si es así ¿Por qué ahora mismo me llamo? Aunque algo me quedo también con la duda ¿Se olvidó por un segundo de Eduardo? No tardó 5 minutos que volví a llamarla, pero era tarde, su teléfono estaba apagado, decidí guardar el número y llamarla más tarde o cuantas veces quisiera, solo para que me diera una explicación, algo no veía bien y lo tenía que averiguar. Tarde como 15 minutos más en mi habitación, hasta que decidí que hoy no valdría la pena y me regrese con mi hermano y mi hijo, ya no podía hacer más nada si no mañana, me levante y fui a la sala, Eduardo estaba entretenido viendo la televisión al igual que Pablo o eso hacían hasta que llegue y sus miradas posaron ante mí, muy incómodo para mí.

-¡Llegaste! ¿Y la bufanda?-Dijo Eduardo, con todo el asunto de Lucy se me había olvidado por completo la bufanda, me quede pensando en que escusa podía poner

-En mi habitación, como siempre- Dije, desviando la mirada

-Pero...La idea era traerla ¿O estas mintiendo?

-Qué bueno ¿Pero de quien es de la bufanda tuya o mía?-Dije, cruzando los brazos

-Solo decía- Dijo Eduardo, haciendo un pequeño puchero, Pablo rio un poco, pero yo aún no podía quedarme tranquilo, di un pequeño suspiro para tranquilizarme

-Oye...Eduardo...-Dije, Eduardo empezó a verme muy curioso

-¿Si? ¡Ya se! ¿Me vas a comprar una laptop?

-Es que... ¿Alto qué?

-Es que...hehehehe, la necesito para mis tareas

-¿No existen cybers? Además ¿Tu? ¿Tarea?...Eres bruto...

-El internet es muy lento allá... ¡Y no soy bruto!

-Diego no insultes a Eduardo... ¿No tenías algo que decirle?-Dijo Pablo, baje un poco la mirada, pero no para preocupar, estaba dudando un poco

-Ah sí...Oye Eduardo...has... ¿Has hablado con tu madre?- Eduardo y Pablo se quedaron callado en ese momento mientras que yo acariciaba mi cabello nervioso

-¿Por qué lo dices?- Dijo Eduardo, un poco serio y extrañado que digiera eso

-Diego... ¿Ya quieres que Eduardo se vaya?- Dijo Pablo, su expresión era triste y decepcionante

Saga encuentro-Capitulo 2: Fugitivos de la justiciaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora