25. Fiancé

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Jade's Pov

- ¿De verdad? - pregunto sin poder creer sus palabras.

- De verdad. - con esas palabras me olvido de la comida.

Me pongo de rodillas frente a ella y la tomo del cuello para besarle. La sincronía y el ritmo de nuestros labios juntos es simplemente alucinante. El sabor de sus labios combinado con el mío. Nuestras respiraciones chocando y acelerando. Todo es simplemente perfecto.

- Gracias, Perrie. - pronuncio sobre sus labios.

- No hay nada que agradecer. Simplemente estoy haciendo lo que sé que ambas deseamos. Jade, no hay nada qué quiera más que pasar el resto de mi vida a tu lado.

- Y yo estaré eternamente comprometida con hacerte feliz lo que nos resta de vida. No me importa nada más ahora. Sólo tú y yo. El futuro que tendremos. La familia que formaremos. Te amo, Pezz. - me da un beso más y sonríe.

- También te amo, pero como parte de una vida de casada, necesito saber si sé cocinar... - nos reímos y me siento de vuelta en la silla.

- Bueno, no es que sea juez de Masterchef, pero vamos a ver qué tal quedó esta deliciosa cena. - sin soltar su mano, me vuelvo zurda y tomo una porción con el tenedor - Santo cielo... Perrie, esto está muy rico. - sonríe ampliamente.

- Me alegro de que sea así. Hace unas 6 horas que salió de mi cabeza. - dice dándose golpecitos con el dedo en la cabeza.

- Pues la improvisación es lo tuyo. - beso su frente y seguimos comiendo en silencio y tomadas de la mano.

Cientos de ideas sobre lo que nos espera en el futuro arrasan con mi mente mientras saboreo la comida que mi prometida ha preparado.

Observo su mano con detenimiento. No puedo creer que tenga el anillo con ella. No puedo creer que haya aceptado casarse conmigo. Va a ser mi esposa. Será mi mujer. La primera y la única.

Sienta tan bien esa joya en su piel

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Sienta tan bien esa joya en su piel. En su mano. En su ser. Es que, vamos, ella es el ser más perfecto. 

- Estoy llena... - anuncio cuando acabo el último bocado.

- ¿Ni siquiera vino cabe en tu estómago? - dice descorchando la botella.

- Creo que puedo intentarlo. - sonríe y sirve el vino en nuestras copas.

Me da la mía y toma mi mano de nuevo.

- Por el estar juntas finalmente. - dice sonriendo.

- Por amarnos.

- Por el hermoso futuro que nos queda por delante.

- Porque serás mi esposa.

- Porque seré tuya por la eternidad. - chocamos copas y bebemos sin dejar de vernos directo a los ojos.

La música de pronto cobra más volumen y me paro junto con Perrie.

- ¿Bailas? - asiente sonriendo.

Caminamos al pasto y la tomo de la cintura. Ella rodea mi cuello con sus brazos. Pega nuestras frente mientras bailamos. 

No hacemos ruido. Sólo dejamos que nuestros pies hagan el trabajo. Es tan cómodo y reconfortante que puedo imaginarme así por la eternidad.

Entreabre los labios liberando un suspiro. Su aliento con el olor del vino golpea mis fosas nasales. Mis más ocultos sentimientos se van con ella y la pasión toma posesión de mi cuerpo.

Tomo sus labios entre los míos con suavidad. Presiono su cuerpo contra el mío. En segundos siento su boca dar paso a mi lengua. Un juego tan tentador, que bajo mis manos hasta llegar a sus muslos para hacerla rodear mi cintura con sus piernas.

Camino con ella hasta entrar a la cabaña. Camino con torpeza pues no sé en donde están las habitaciones.

- La segunda puerta del pasillo... - indica sobre mis labios.

Camino hasta donde me ha dicho y se suelta para abrir el cerrojo. La bajo de mi y toma mi blusa con su mano.

- Es mi turno, Jade... - me besa con pasión y nos adentra en el cuarto.

No prende la luz. Sólo me deja recostarme en la cama y cierra la puerta limitando totalmente la luz a excepción de los minúsculos rayos de luz que entran de las series que cuelgan de los árboles del exterior.

- ¿En dónde estás?

- Shhh... - siento sus manos empujando mis hombros hasta dejarme recostada en la cama.

Su peso se siente en la cama y su cuerpo sobre el mio después. Besa mi cuello y pasa sus manos por mi abdomen, alzando la blusa y dejando el frío de sus manos en mi piel.

Suspiro largamente con su lengua pasando por el lóbulo de mi oreja, eso combinado con su respiración me hace enloquecer.

- Pezz... - me callo cuando su mano baja y se queda cerca del, ahora, débil lugar.

Levanta la falda rosando con las uñas mi piel. Contengo la respiración mientras su otra mano se posa en mi sujetador.

Hace magia con sus manos ahí. Me saca la blusa y el sujetador de una vez. Sus labios toman poder de mí a la par que una de sus manos baja y rosa con círculos en un placentero y torturante juego.

- ¿Estás lista? - pregunta con voz ronca.

- ¿Para qué? - me mira con ojos de diversión, me besa en los labios y comienza a descender hasta quedar entre mis piernas.

- Cierra los ojos. - hago lo que me dice y me lleva al cielo con sus labios y sus dedos.

𝐶𝑎𝑙𝑚 - 𝐽𝑒𝑟𝑟𝑖𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora