43 - Final

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Agradeció mientras el mal.dito medico se alejaba de él luego de revisarle el brazo; ya había dicho que estaba bien... ¿porque demonios no le creían? suspiró y trató de sentarse en la camilla. Luego de que su padre cayera inanimado al suelo de la bodega, Alfonso había dicho que, aún, no estaba muerto... pero que sus signos vitales eran muy bajos. luego habían llegado los demás agentes, quienes habian ayudado a levantarlo, y luego había salido con Dulce entre sus brazos, fuera de aquella bodega. Y ahora estaba solo en una habitación de hospital, porque le habían apartado a Dulce para revisarle las heridas...
La risa de ella resonó en toda le habitación, y volteó, para encontrarla apoyada contra el marco de la puerta.
Chris: ¿Por qué demonios a ti te dejan estar de pie y a mi no...?
Dulce: -acercándose a él- porque llevo años recibiendo disparos, golpes.... rasguños, contusiones y todas esas cosas... y por tanto ya estoy acostumbrada -al terminar la frase llegó a estar de pie al lado de la camilla de Chris, y él, que ya estaba sentado en la esquina de esta, le besó lentamente acariciandole el rostro.
Chris: ¿osea que me falta experiencia...? -preguntó el, cuando sus labios dejaron de tocarse... aunque se encontraban a escasos milimetros.
Dulce: -luego de rozar, lentamente, sus labios con los de él- avisame cuando te lances desde un helicoptero, a 300 metros de altura, con solamente un arnés, para quitarte puntos de inexperiencia.
Chris: ¿sabes que es lo mas loco de todo esto...? -ella negó con la cabeza; y luego los labios de ambos se volvieron a encontrar... tiernos, pero exigentes- que ahora que lo propones... -dijo, cuando sus labios volvieron a separarse- ...creo que quiero experimentar eso del helicoptero.
Dulce: ¡¡¡TONTO...!!! -dijo, separándose de él en medio de risas, mientras le daba una palmada en el brazo bueno-
Chris: ¡bien...! -dijo en tonó sarcástico- creo que el nuevo día nacional es "dejen a Christopher lisiado" -ella siguió riendo, y el le acompañó; se sentía tan bien cuando estaba con ella, que el mundo entero se le olvidaba... como si nunca hubiese existido... como si todos los problemas no fuesen mas que un simple borrón de sus recuerdos...
A unas cuantas puertas de distancia su padre se debatía entre la vida y la muerte, pero ¡¿a quien le importaba?!... quizás tuviese que desaparecer del país por una temporada... pero ¡¿a quien le importaba?!... Quizas le iban a confiscar todas las cosas por un tiempo, como rutina, hasta que se demostrara que nada de eso había venido de los bolsillos de su padre.... pero, de nuevo... ¡¡¡¿A QUIEN LE IMPORTABA?!!!... Si estaba con aquella mujer que hacía que su mundo fuese perfecto; que le demostraba cada día lo que era sentir amor.... que... que ahora era su mundo entero.
Dulce: mataría a cualquiera que propusiera ese día... -rozó su nariz con la de él-
Chris: -siguiendole al juego de las narices- ¡¿ah si....?! ¿por qué?
Dulce: porque solo yo puedo lisiarte... -dijo, y luego rió cuando vio una mueca fingida de dolor en el rostro de el- esperate.... ¡aún no te he dicho como te voy a dejar lisiado....!
Chris ooh... -dijo, exagerando el gesto- ¿aparte tengo que escuchar tu plan maléfico para dejarme lisiado...? ¿no te basta con la simple amenaza?
Dulce: -acercando el rostro al de él- ¿quien dijo que era maléfico...? -sus labios se volvieron a encontrar, y el la apretó contra si con su brazo bueno, para recorrer con su mano su cintura, y deslizarla lentamente, recorriendo su cuerpo; hasta llegar a su cuello... Un gemido salió de los labios de ella, y fue tragado por los de él, mientras ella empezaba a recorrer con sus manos el fuerte pecho de él...
de un momento a otro el beso se hizo mas exigente, se les olvidó donde estaban, y el hecho que en cualquier persona podía entrar en ese lugar... el la aprisionó entre sus piernas y ella se abrazó a su cuello perdiendose en el embriagante sabor de sus labios... la mano de él, casi que por costumbre, descendio por su cuerpo y se deslizo por su intura hacia arriba, por debajo de la blusa... ella volvió a gemir y su cuerpo se curvó ofreciéndose a él... mientras que con sus manos acariciaba los cabellos que él tenía al nivel de la nuca.
Chris: -luego de apartarse a regañadientes- nos pueden ver... -ella gruñó en respuesta, y empezó a buscar sus labios de nuevo... mientras él se apartaba de nuevo, riendo- en serio... puedes intentar dejarme lisiado cuando no tengamos la preocupación de tener alrededor posible expectadores.
Dulce: ya nos dieron de alta.... podemos irnos hasta el fin del mundo, si queremos, en este momento... -dijo ella acariciandole la mejilla, y él volvió a reir-
Chris: ¿apuradita...?
Dulce: -negando con la cabeza, y poniendose seria... de momento- es que... -suspiró- quiero que me ayudes a olvidar todo lo que Anibal me dijo y me hizo... -él se puso serio también y la abrazó- cuando me decía que yo era una pe... -suspiró, sin poder terminar la frase- cuando me tocaba, cuando estubo a punto de matarte. -suspiró de nuevo, tratando de controlarse- yo se que es mi culpa que ahora él se este debatiendo entre la vida y la muerte... pero es que cuando vi que iba hacia ti con la navaja, no lo pensé dos veces y saque el arma que llevaba guardada... ni tiempo me dio para apuntar, disparé donde cayera.
Chris: -consolándola- no tienes la culpa de nada... él se volvió loco -ella asintió, aun refugiandose en su hombro- te juro que en cuanto podamos salimos de aquí... nos perdemos juntos donde nadie nos pueda encontrar.
Dulce: lejos sin dejar huella...
y entonces elevó la mirada y esta se volvió a encontrar con la de él, mientras sus labios recorrian los pocos milimetros que necesitaban para volverse a juntar. Este beso fue diferente... tierno, no había prisa, no había tiempo... solo ellos dos y aquello que sentían el uno por el otro... con su brazo bueno él volvió a atraerle, y ella se volvio a abrazar a su cuello... pero no había prisa; solo una promesa que, en cuanto tuviesen luz verde saldrían de allí para perderse el uno en el otro.
desde la puerta alguién carraspeó, y ambos se separaron para voltear a ver a Alexandra, la madre de Christopher, en el marco de la puerta.
Alexandra: perdón por interrumpir...
Dulce se apartó de Chris, sonrojada, se imaginaba que su futura suegra no debía de tenerla en mucha estima; seguramente no sabía que Dulce era agente, sino que... como todo el mundo, debía pensar que era la arpía que se había acostado tanto con el padre como con el hijo y que había ocasionado el enfrentamiento entre ambos, que había terminado en tragedia.
Chris: -sonriendo- hola ma... ¿que te trae a mi comoda habitación de hospital? -trató de hacerse el gracioso, tratando de calmar los nervios que vió en el rostro de Dul- no tengo bocadillos ni nada de eso preparados.
Alexandra: -levantando una, muy bien depilada, ceja- ¿puedes dejar los chistes para mas tarde...? -"ahí vienen los gritos" pensó Dulce... de seguro, en cuanto se asegurara que su hijo estaba bien, se voltearía a verle y empezaría a gritarle, aquello que Anibal no había alcanzado a recriminarle en la bodega- aunque bueno... -suspiró, parecía aliviada- el hecho que estes bromeando significa que estas bien -le sonrió a su hijo y luego volteó a verle a ella; "ahi vienen los insultos", pensó. Sin embargo, la mujer se acercó a ella y puso su delgada y blanca mano sobre su hombro- ¿estas bien, Querida?
Parpadeó varias veces, tratando de encontrarle sentido a las palabras dulces que habían salido de la voz de su "suegra"...
Dulce: eh... -tartamudeó un poco- si... creo que sí. -concluyó y la mujer que, aunque debía hondar en los 50, aparentaba unos 40, le sonrió.
Alexandra: que bien... temí mucho por tu suerte cuando vi en las noticias que Anibal te había secuestrado... -tragó seco, quizás recordando alguna escena de su pasado... y, delicadamente, trazó la herida que le había hecho Anibal al abofetearla en la bodega con uno de sus dedos- espero que esta sea la única herida que te haya quedado -Dulce ladeo el rostro avergonzada, y, sin darse cuenta, le dejó ver las marcas amoratadas de las manos de Anibal en su cuello- ¡¡ah Querida!! -espetó sobresaltada- de verdad agradezco que mi hijo se hubiese arriesgado para salvarte... aunque he de admitir que venía a regañarlo por creerse James Bond o Terminator.
Chris rió por lo bajo desde la camilla, y Dul empezó a sentir una fuerte simpatía por la rubia que, sabía, antes habia sido una de las mas grandes modelos del país.
Dulce: les fue imposible a los de rescate convencerlo que se quedara...
Alexandra: es un cabezota -dijo, encogiendose en hombros- cuando se le mete una idea en la cabeza, no hay quien se la saque.
Chris: ¡¡¡Oigan...!!!
Dulce: si... pero su terquedad fue la que me salvó -admitió, ofreciendole una gran sonrisa a su nueva amiga, para luego voltear a ver hacia el objeto de su amor y guiñarle el ojo- de verdad... -volteó a ver de nuevo a la madre- si él no hubiese aparecido en ese justo momento, no se que hubiese sido de mi... asi que le debo la vida.
En ese momento sintió uno los brazos de Chris en su cintura, y su cuerpo a sus espaldas... no se había dado cuenta en que momento este había abandonado la camilla y se había acercado a ellas. Pero agradecía la sensación de seguridad al estar entre sus brazos.
Alexandra: se aman... -dijo, tras ver como nos acoplabamos el uno al otro, y aunque no era una pregunta sino una afirmación, Chris asintió sobre su cabeza y la apretó mas contra sí. Su madre sonrió -me alegro por eso... -miró fijamente a Dulce- a veces tomamos muy malas decisiones... PÉSIMAS, quiero decir... pero es bueno cuando nos damos cuenta de ello y seguimos los dictados de nuestro corazón. El cual, aunque sea muy criticado, es el mejor juez en las decisiones que le hacen bien a nuestra alma.
Dulce asintió, sabía que esta hablaba también de su propia experiencia, y que con "pésima" decisión se refería a Anibal.
En ese momento la puerta se volvió a abrir la puerta, y por esta entraron Derrick, Alfonso y Annie, abrazada al antebrazo de este último. Ambos hombres hicieron una reverencia de respeto hacia Alexandra y Annie le sonrió, mientras se acercaban a ellos. Alexandra les devolvió el gesto.
Alfonso: Uck... digo, Christopher... queríamos hablar contigo. -el aludido hizo una mueca con sus labios y me apretó contra si, pensando quizá que lo que le iban a decir es que Dul se tuviese que apartar de su lado.
Chris: soy todo oídos...
Alfonso: terminaron de intervenir a Anibal... pero el diagnóstico no augura nada bueno, en este momento está en un estado vegetativo, su cerebro esta completamente muerto, y su ritmo cardiaco cada vez es menor... los medicos dicen que puede fallecer en cualquier momento.
Alexandra: Dios tenga compasión con él... -le escuchó decir Dulce, mientras esta suspiraba. Y sabía porque lo había dicho... porque, a pesar de todo lo que este le hubiese hecho, en el corazón de esa mujer no había espacio para el rencor- disculpenme...- dijo esta tras unos segundos -debo decirle a mi esposo y a mis hijos que Chris esta bien... -anunció, y tras sonreirle a Dul y darle un beso en la coronilla a su hijo, salió de la habitación. Annie salió con ella... mientras Derrick se apartó un poco y se recostó en una pared.
pasaron un par de minutos en silencio.
Chris: ¿y para que vienen a decirme eso...? -preguntó Chris, terminando con el silencio.
Alfonso: los doctores quieren saber si deseas verle antes que descanecten los aparatos y declaren muerte cerebral. -Chris suspiró sobre la coronilla de ella- yo sé que lo que menos quieres en este momento es mirarle, pero creo que te hará bien, digo, por lo menos te servirá para aclararle unos puntos mientras esté con vida.
Chris: en todo caso no me escuchará.
Alfonso: tomalo como una sesión de catarsis. -dijo serio-
Chris: -asintiendo- lo haré... creo que sé que es lo que quiero decirle.
Alfonso: entonces ven conmigo... -se dio la vuelta y se encaminó fuera de la habitación; Chris intentó hacer lo mismo, manteniendo aún a Dulce entre sus brazos... pero esta se escabulló y le dedicó una sonrisa, luego de darle un rápido beso.
Dulce: ve... no creo que sea conveniente que yo este allí -él hizo una mueca y ella le contestó interpretandola- estaré en la sala de espera... no me iré, lo juro... -el asintió, pero de inmediato asintió y siguió el mismo camino que Alfonso... Dulce masajeó el puente de su nariz con sus dedos índice y pulgar, e hizo amague de salir también de la habitación, pero justo en ese momento la voz de uno de sus mejores amigos la detuvo.
Derrick: ¿te sientes culpable por lo de Anibal?
Dulce: -luego de suspirar- yo fui la que disparó...
Derrick: si no hubieses disparado, el muerto sería Christopher... y eso, en vez de hacerte sentir culpable, te habría destruído... -llegó donde ella y la abrazó- Anibal obtuvo lo que se merecía, con lo único que estoy inconforme es que con su muerte no se pagarán esos jugosos cincuenta años de carcel que el juzgado le tenía preparado... ¡auch! -gritó, cuando Dulce le dio una palmada- y tampoco se compensará a las personas que el alguna vez irió. -negó con la cabeza, sacándose alguna idea de la cabeza- si yo hubiese estado en tu lugar, con tu angulo de disparo... y en vez de Chris hubiese estado Paula... o tu, primita mia... -agregó sonriendo- hubiese disparado igual, olvidandome de todas las indicaciones de Alfonso.
Dulce: -haciendo una mueca- a Paula no me la menciones...
Derrick: ¿sigues odiandola por lo de su subordinación a Anibal, aun cuando gracias a ella te encontramos...?
Dulce: ¡oh no...! no la odio por eso... ni aunque haya estado de encimosa con Chris -agregó de inmediato, al suponer que Derrick le iba a preguntar sobre eso también- la odio porque te está haciendo sufrir. ya verás, si me la encuentro, antes que tu lo hagas, haré realidad una fantasía que tengo que incluye su negra cabellera y un abanico encendido a lo mayor de su capacidad.
Derrick: -sonriendo- ¿entonces debo buscarla de inmediato...?
Dulce: mañana es tarde... tengo muy buenos contactos para rastrear personas -le sonrió, y este le guiñó el ojo- y... gracias por lo que me dijiste, voy a la cafetería a esperar a Chris. -él asintió, y ambos salieron de la habitación.
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La puerta cerró a su espalda y suspiró mientras, a paso lento, se acercaba a la figura inherte y conectada a miles de cables de su padre... la lectura del electrocardiograma era debil, casi nula... y la bomba del respirador subía y bajaba de igual forma, aunque al parecer no era mucho lo que esta podía hacer para mantenerlo con vida.
Suspiró mientras veía los ojos cerrados de su padre... la última vez que los había visto abiertos habia sido cuando este se había lanzado en contra suya con una navaja en alto, definitivamente esa no era la última imagen que uno quisiera tener cuando este se hubiese muerto. Asi que, simplemente, optó guardar esta... la imagen de su padre postrado en una cama esperando la inevitable muerte.
Chris: creo... que es lo que merecias -dijo, a sabiendas que quizá este no le escuchaba... pero era verdad lo que le había dicho Alfonso: debía sacar todo lo que tenía dentro- durante toda mi vida no fuiste mas que una sombra oscura: aquel padre que creyendo que su esposa le había sido infiel, por el simple hecho que esta se le hubiese enfrentado y no hubiese permitido mas maltratos contra si misma y su hijo de pocos meses de edad, los hechó de su casa, dejandolos a disposición de los peligros de las calles. El padre que en cuanto se le dio la gana decidió que quería convertir a su hijo en su igual, y por tanto le importó un demonio pasar sobre todos para conseguirlo... el padre que fue capaz de decir que su hijo era un bueno para nada porque no compartía sus ideales... -suspiró- el padre que no tiene que pensarlo dos veces antes de tomar un arma y dispararle a su propio hijo... -volvió a suspirar y, apartandose de la figura de su padre, miró hacia el techo.
Si alguna vez en su vida le hubiesen dicho que iba a suceder esa escena, le habría dicho a esa persona que se lo dijera que estaba completamente fuera de sus casillas. Y, aunque le tildaran de loco, era dificil escoger las palabras para decirle a su padre todo lo que sentía, aunque este no le estubiese escuchando.
En sus labios se dibujo una media sonrisa y volvió a bajar la mirada hacia a su padre.
Chris: aunque yo no he sido un muy buen hijo ¿eh...? -se acercó a la cama de hospital- digo, si lo miramos desde tu perspectiva si que fui la oveja negra de tu "idea" de familia... me fui del lado de mi madre, busqué las pruebas para hundirte en la carcel, me cuadré a tu chica y tuve unas muy buenas noches con esta sin que tu lo hubieses hecho una vez... y, por cierto, te encañoné con un arma... haciendo uso de toda mi fuerza de voluntad para no dispararte. -rió- oh si.... creo que al fin y al cabo si eramos padre e hijo. Solo que a nosotros nos movían dos cosas completamente diferentes: a ti... un par de tornillos sueltos en tu cabeza; y a mi... -suspiró- el amor, algo que creo que te negaste a dar y recibir en tu vida.
Se quedó un par de minutos pensativo... ¿que mas podía decirle a este hombre que no le hubiese hecho ya...? ¿que podría decirle en estos momentos para que, años despues, no pudiese arrepentirse de no haberlo dicho?
Chris: te perdono viejo... creo que actuaste como lo hiciste porque no estabas en tus cabales -sonrió- ojala donde quiera que te vayas ahora tengan un loquero o algo asi... lo necesitarán si vas a llegar alli. -suspiró- creo que son muchos los cargos que el mundo de los vivos puede recriminarte en estos momentos; aca se quedan muchos años de carcel por narcotrafico, asesinatos, extorsion, secuestro.... -suspiró- muchos cargos ¿ah viejo...? -rió- en estos momentos pienso que deberías vivir para que los pagaras, pero si el de arriba decidió que tenias que irte, no hay que contradecirlo.
hizo otro silencio que interrumpió con una risa.
Chris: ¡uy...! ahora que lo pienso, puedes llamarme loco si es que me escuchas, pero espero que vayas a un lugar que te traten con la gratitud que te tengo en este momento, porque... aunque suene maquiavelico, fue gracias a tí y a tus negocios y cosas raras que la conocí a ella... tu permitiste que los mundos de un publicista y una espía internacional se juntaran. -sonrió, mostrando todos sus dientes- sientete orgulloso por eso.
se apartó de él... y notó que la lectura del electrocardiograma era aun mas debil.
Chris: descansa en paz, Viejo. -suspiró- quizás te mueras odiandome... y quizás yo tambien to odie a ti... pero quedemonos complacidos con que el sentimiento era mutuo. quizás sin esa carga encima te puedas quedar en un manicomio en el cielo o algo asi... aunque creo que el rojito con cachos anda haciendo planes para tu alma -se encogió en hombros- suerte con eso padre... -hizo una especie de reverencia y luego le dio la espalda al cuerpo de su padre... luego. salió de la habitación sin hacerle caso a alguna palabra que le dijeran los medicos, que tras un asentimiento de su cabeza, entraron a la habitación donde estaba Anibal; seguramente a desconectarlo.
Alfonso le dio una palmada en el hombro bueno, en un gesto de simpatía... y él le agradeció, para luego disculparse diciendole que Dulce le esperaba en la cafetería, este le asintio y le dijo que le parecía bien, que iba a buscar también a Annie. Asi que ambos tomaron caminos contrarios hacia las respectivas dueñas de sus corazones.
Caminó por los pasillos del hospital mirando a las personas que habían a su alrededor... algunas familias abrazadas esperaban el veredicto del resultado de una operación, otros simplemente permanecian en las habitaciones en las que se encontraban sus seres queridos, compartiendo con ellos la mayoria de los momentos posibles, a su lado paso un enfermero dirigiendo la silla de ruedas de un anciano que llevaba un intravenoso en su brazo, y luego una enfermera que llevaba en una camilla a una niña de unos doce años hacia una sala de operaciones. Pidió porque la operación fuese ambulatoria y la niña saliese muy bien librada de esta para que se encontrase con sus padres y con sus posibles hermanos o hermanas... y pudiese vivir feliz todos los años que se merecía vivir de allí en adelante.
Tras cruzar una esquina pensó en su padre... y en todo lo que le había dicho en su habitación a este, y se prometió a si mismo vivir una vida muy diferente a la que este había vivido. Lo que separaba a la vida y la muerte era un simple hilo que se podía romper en cualquier momento; él mismo había estado a punto de morir dos veces en menos de 24 horas; y no desaprovecharía esta tercera oportunidad tirándola a la basura, como lo había hecho su padre.
viviría su vida... y lo haría junto a la mujer de cabello rojizo que en esos momentos, sentada en una mesa de la cafetería, revolvia pensativa el contenido de un pequeño vaso de icopor, que parecía ser café... mientras miraba a la nada.
Rió y pensó en darle un beso en la nuca para sacarla de sus pensamientos; mientras, lentamente, se acercaba a ella. Aunque... pensandolo bien, ¿se puede sorprender a una agente secreta...?

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