Prólogo.

995 125 25
                                    

Abriendo su tienda encontró un camino de tierra y varias macetas rotas. Sus ojos se empañaron. Ya era la cuarta vez esa semana. Siempre se encontraba todo roto y había perdido varias ventas.

-¡Maldito Gerard!- maldijo por lo bajo, recogiendo las macetas marrones esparcidas y ahora sucias de tierra.

Necesitaba ese trabajo. Necesitaba poder pagar sus gastos y medicamentos para su padre. La llevaba un gran descuento en su sueldo mínimo a causa de que el local está en sus manos. Por lo que parte de su paga estaba descontada para pagar esas flores pisadas y rotas.

Los clientes disminuían, la gente tenia miedo de que el maleante bárbaro que destruía flores y vidas de floristas les destruyera la suya. ¡Puto Nueva Jersey y su falta de vida para enterarse de todo!

Comenzó un día de verano, ese día había una boda y todas las flores azules estaban coguidas. Por lo que, cuando es pelinegro, que le sacaba una cabeza y media, le pidió flores azules (nunca le dijo para qué) no pudo darle las rosas. Desde ese día se arrepiente no haberselas dado. ¡Pero no tenia! No es su culpa.
Y le estaba pagando no darle rosas azules rompiendo sus macetas y flores que hacían las ventas imposibles.

Había una vez que rompió el cristal de la floristería con una piedra. Le dolió más a él que al cristal.

Muchas veces venía a la tienda, enseñando sus pequeños dientes manchados de nicotina. Y por miedo nunca le echó de la tienda ni llamó a la policía.

Se acercaba mucho a él, y se sentía cohibido. Por momentos rozaban mucho. Demasiado. Le gustaba el espacio personal, pero para Gerard eso no existía. O al menos con Frank.

Gerard era un maleante de los barrios de Monroeville. Tiene cerca de los treinta años, se escucha por ahí que es un drogadicto alcohólico. Trabaja solo, tiene una mala fama y es una pena que un chico tan guapo sea tan horrible, aunque él también tiene su historia.

Frank tiene recién cumplidos los dieciocho. Su padre está enfermo y necesita demasiados medicamentos.

Desde joven a trabajado duro para mantenerse a él y a su padre. No duraba mucho en los trabajos porque era sin contrato y un sueldo bajo. Su madre los abandonó cuando nació dejándolo a cargo de su padre. Sus estudios están completos y es bueno en la música, pero no pude estudiar en la universidad.

Y esta es la historia de dos chicos unidos por las flores.


Fuckin Gerard. [Frerard]Where stories live. Discover now