Un tio sucio (orian Hot) (adaptada)

Capitulo 19

Oriana entró a la fiesta acompañada de Peter. Divisó a lo lejos a Jenny, Peter le hizo una seña y esta se les acercó.

- Hola, cariño.- saludo él, rodeándola de la cintura y besándola suavemente en los labios.

- Hola Peter.- sonrío y dirigió su mirada hacia oriana.- hola ori, ¿Cómo estás?

- Bien... ¿Y ustedes dos? En unos cuantos días más cumplen... ¿Cuánto? ¿Una semana?

- Dos semanas.- respondieron al unísono.

- Me alegro por ustedes... de veras, se ven tan bien juntos.- sonrió. Miró por detrás del hombro de Peter y vio a Mariel, una amiga de la escuela.- luego los veo chicos, que se diviertan.

Oriana caminó entremedio de las personas y fue hacia ella. En cuanto Mariel la vio, ambas gritaron de la emoción y se abrazaron.

- ¡oriana, que alegría volver a verte! Pensé que no vendrías a la fiesta.- dijo separándose del abrazo y sonriendo.

- Ni loca me la iba a perder, la fiesta esta increíble...

- ¿Cómo lo hiciste para venir? Creí que tu papá te había prohibido las salidas.

- Oh, es que...- se sonrojó. ¿Por qué se sonrojaba?- convencí a mi tío de que me dejara salir.

- ¿Tu tío? Oh, recuerdo que una vez lo vi... esta buenísimo.- mordió su labio inferior.- no entiendo como no puede tener novia, con lo guapo que es...

Oriana solo sonreía mientras la escuchaba hablar. Aunque por dentro, sintió una pequeña chispa de celos aparecer. ¿Por qué le ponía tan verde escucharla hablar de Julian? No lo entendía. De repente, sintió unos brazos rodear su cintura por detrás y de inmediato se giró.

- Hola oriana.

- francisco.- sonrió falsamente y tomó sus manos que se encontraban aún en su cintura para retirarlas suavemente de allí.- tanto tiempo, ¿Cómo estás?

- Bien... ¿Te gustaría bailar?

- No, gracias. Es que estoy con Mariel.- dijo ganándose a un lado de ella, como para excusarse.

- Bueno, si cambias de opinión, solo avísame.- y sonrió seductoramente para luego alejarse.

- Es lo mejor.- le dijo Mariel a su lado una vez que se fue.- francisco no es para ti, mereces algo mejor.

- Lo sé.

Siguió ahí parada, mirando el mismo punto fijo en que francisco se fue. Era guapo, si. Hubo una vez que había caído enamorada de él, como la mayoría de las chicas de la escuela, pero ahora que estaba juli, todo cambió. Fran era el típico chico mujeriego el cual todas las chicas mueren por él, pero eso a oriana nada más la asqueaba.

- Bueno, no te quedes parada ahí. Vamos a bailar.- dijo Mariel, la jaló del brazo y se la llevo al centro de la pista de baile.

Y unos cuantos movimientos de caderas, de parte de ellas, bastaron para que los chicos se les acercaran. Bailaron junto con unos cuantos amigos de la escuela, los cuales oriana no los había vuelto a ver desde que salieron de vacaciones. Se lo estaba pasando en grande, hasta que...

- oriana, ¿Sabes que hora es?- preguntó Mariel, elevando la voz, pues la música impedía poder escuchar bien.

La sonrisa de oriana se esfumó, y el terror invadió su rostro. Rogando por que no fuera tan tarde, buscó el celular entre su bolso y se fijo en la hora, pero no fue eso lo que le llamo mas la atención, sino la cantidad de mensajes y llamadas que tenia perdidas. Treinta y dos llamadas pérdidas y trece mensajes. Y para empeorar, eran las una y media de la mañana.

« Mierda, mierda, mierda » se repetía una y otra vez.

- Es demasiado tarde.- dijo oriana, con la cara llena de miedo.- joder, mi tío me matará. Lo lamento tengo que irme Mariel.- y se alejó de ella sin siquiera esperar su respuesta.

Oriana se abrió paso entremedio de la gente y busco a Peter. Lo encontró ahí, en una esquina besuqueándose con Jenny. Caminó hacia él y le habló interrumpiendo el momento.

- Peter... es muy tarde, llévame a casa por favor.- le dijo pero este lo ignoro. Lo tomo del brazo y lo sacudió.- ¡Peter!

- ¿Qué pasa?- pregunto, un tanto confundió.

- Pasa que mi tío me matará. Llévame a casa. Ven, vamos.- lo jalo del brazo pero él no se movió.- muévete.

- Lo lamento, es que prometí llevar a Jenny a su casa.- giró la cabeza para verla. Ella sonrío.- pídele a Mariel que te lleve.- dijo simplemente, volvió a besarla y desapareció. Oriana estaba tan sorprendida que ni siquiera se inmutó para seguirlo.

Se giró sobre sus talones, y de repente, estaba francisco al frente de ella.

- Veo que necesitas alguien quien te lleve. Puedo ir a dejarte, si quieres.- le propuso.

Oriana dudó un poco en contestar. Pero bueno, no tenía otra opción.

- Está bien.- aceptó y se fue con él.

Salieron fuera de la fiesta y se subieron al auto de Jorge. Tal cual como prometió, la llevo y aparcó fuera de su casa. Ambos se bajaron.

- Bueno, gracias francisco. Te debo una.- sonrío de la manera mas linda posible y se acerco para besarlo en la mejilla. Al momento de hacerlo él la tomo de la muñeca e impidió que se pudiera ir.- debo irme...

- No lo creo.- sonrío.- ¿Qué te parece si disfrutamos un rato los dos juntos?- deslizó una de sus manos por su espalda, hasta llegar a su cadera.

- No gracias.- dijo e intento apartarse de él empujándolo. Pero el no la dejó.- suéltame.

Francisco la ignoró y bajo sus manos hasta su trasero. Apretó. Oriana se sobresaltó y alzó la mano para abofetearlo, pero no izo falta ya que de repente, no sabia cómo pero Julian estaba al frente de ella y estaba golpeando a francisco en el suelo. Todo ocurrió tan rápido, que ni siquiera le dio tiempo para reaccionar.

- Le vuelves a poner una mano encima, y te rompo la cabeza.- lo jaló del brazo y lo obligó a meterse al auto. Él arrancó asustado y el auto desapareció.

Julian se giró y fulmino a oriana con la mirada. Oriana pudo notar la furia en sus ojos, pero sobre todo terror. Julian la cogió del brazo y la llevó dentro de la casa. Ya ahí dentro, se desató la pelea.

- ¿Quién era él? ¡Maldita sea oriana! Te dejo ir a una fiesta, ¿Y así es como me pagas?

- ¡Lo sé y lo lamento!- gritó al borde de las lagrimas.- por favor perdóname...

Julian negó con la cabeza.

- Esto es demasiado. ¿No pudiste haberme contestado mis llamadas, por lo menos?

- No escuche el celular, de veras lo siento tío...

- Confíe en ti.

Y ella ya no lo aguantó. Las lágrimas se hicieron presentes. Sin siquiera pensarlo dos veces, fue hacia él y lo abrazo con todas sus fuerzas. Él permaneció inmóvil.

- Por favor, perdóname.- sollozó. Julian no dijo nada.- dime algo...

- ¿Quieres que te diga algo? Esta bien, y escúchame bien por que no lo volveré a repetir... nada de salidas, televisión, celular ni computador hasta que lleguen tus papas, ¿Entendiste?- la tomo de los hombros y la aparto de él. Se abrió paso entre la sala y desapareció por las escaleras.

Oriana escuchó el fuerte sonido de la puerta cerrarse y se sentó en el sillón para llorar. Y es que aún no entendía... cómo una simple noche podía terminar tan mal.