Un beso con sed de placer

CAPÍTULO 59

-¿Preparada?- me preguntó a mis espaldas Brisa.

-Sí..- dije con tono nervioso.

-Tranquila Dessy sólo te vas a casar...- dijo Sam subiendo sus hombros como si no fuera nada.

-Gracias ahora estoy mucho más tranquila, espero que si algún día te casas con Richard no mueras por estar tan sumamente tranquila- dije mirándola con los ojos bien abiertos.

-¿Alguien puede morir por vivir tranquila?- dijo Kiara.

-¡Claro que sí!- exclamó Judit de manera dramática.

-Relájate, la que se casa es ella...- dijo Carla.

-¡ESO!- grité -Y ahora salid, quiero vestirme con tranquilidad...- dije mientras miraba con una ceja levantada a Judit.

-Vale vale... Ya me voy...- dijo ésta última con las manos en el aire.

-¿Quieres que me quede para ayudarte?- me preguntó Brisa cuando todas ya habían salido.

-Tranquila, mamá y Noemí me ayudarán- dije con una sonrisa.

-Estás preciosa con ese peinado y ese maquillaje... - me dijo mientras me miraba cada esquina de mi cara y pude notar como sus ojos se humedecieron.

-¡Brisa! -exclamé, agarré su brazo y la estampé a mis brazos -No llores que entonces lloro yo idiota...- dije y las dos reímos con ojos llorosos.

-¡Bueno ya!- dijo acompañándolo con una palmada que me activó -Ahora después nos vemos- me lanzó un beso y salió por la puerta.

En este momento estaba en una pequeña cabaña bastante lujosa y muy moderna, yo me hubiera conformado con una típica cabaña de cuatro palos de madera  y plantas alrededor, pero bueno Zabdiel se empeñó en esto... 

La verdad que desde el día que acepté casarme con él todos los días han sido como un sueño. Alba crece por momentos, es tan bella. Es igualita a Zabdiel, sus mismos ojos, sus rizos, su color de pelo, su sonrisa, en cambio en carácter ya nos hemos dado cuenta que es más como yo...

Han pasado nueve meses y pico, en una semana Alba cumplirá diez meses, diez meses en los cuales hemos viajado demasiado por promociones de nuestro disco, los chicos viajando constantemente por Latinoamérica y España, la familia de Zabdiel igual, y bueno mi madre ha dejado de lado sus viajes de trabajo para ayudarme con Alba, aunque yo sé que la razón principal es porque se le cae la baba cuando ve a su nieta.

-¿Se puede?- picó alguien a la puerta sacándome de mis pensamientos.

-Sí pasa- dije con tono cotilla. Esa voz no era de ninguna de las chicas, eso estaba segura.

-Dessy...- lo miré y se lanzó a mis brazos -Mi gemela preciosa- dijo y noté como sonreía.

-¡Que guapos!- exclamé mientras reía. Los chicos, excusando a Zabdiel, se encontraban ahora mismo en esta cabañita de la cual me he apoderado. Joel iba con una camisa turquesa con un pantalón negro de traje de la temporada primavera-verano, con sus dos botones primeros de la camisa desabrochados, muy sexy mi gemelo... Por otro lado Erick iba con una camisa con pequeños detalles color cielo, como los botones y pequeñas flores estampadas en la camisa, y de pantalón igual que Joel. Richard iba de escándalo, con una camisa blanca nuclear resaltando su moreno, abierta como tres o cuatros botones no dejando nada a la imaginación, y abajo de nuevo esos pantalones como los dos nombrados anteriormente. Y por último pero no menos importante, Christopher iba con una camisa gris abierta igual que Joel dejando ver un poco de su pecho, y los mismos pantalones que el resto del cuadro. Todos remangados por encima del codo, haciéndoles más irresistibles. Si mi futuro marido va igual, no puedo esperar a verlo.