Capítulo 5

3.4K 163 20
                                    

— ¿Qué pasa, Álex?

— Que no me puedes obligar a dormir con Lucas y tú dormir en tu colchón sola —se queja.

— Tú lo has dicho, Álex. Es mi colchón, y como es mi colchón yo escojo con quién duermo en él —le contesto.

— ¿Y si tu duermes con Lucas y yo duermo solo? —intenta negociar— Bueno, no —recapacita— Tu duermes conmigo. No me fío de Lucas.

— No cuela, Álex. Tu duermes con Lucas y yo duermo sola, ¿me entiendes?

Asiente con la cabeza y se vuelve a tumbar en el colchón.

— Pero Maya...

— Álex, sólo duérmete.

— Vaalee, pero tengo calor —se queja.

— Enserio, Álex, como me vuelvas a despertar otra vez, calor será lo único que no sientas, ¿me has entendido?

— Sí, hermanita agresiva.

— Venga, pues ahora duérmete y déjame dormir.

***

Ya son como las cinco de la mañana y todos están durmiendo como bebés. Todos, menos yo.

No puedo dormirme. Creo que estoy nerviosa por el mensaje de Sarah. He tenido mil pesadillas lo que llevo de noche con la maldita nota.

Me levanto del colchón, bajo las escaleras hasta llegar a la cocina, me preparo un vaso de leche caliente y me cojo un cruasán.

Subo las escaleras. Todo está muy oscuro. <<¡Mierda! Me he dejado el móvil sobre el escritorio>>. Entro a ciegas en la habitación y veo a alguien en mi cama...

— ¿Qué haces, Álex? Te he dicho que yo dormía sola.

El individuo no se mueve. Hace caso omiso a lo q le digo.
Me acerco lentamente a la cama, justo al borde.

Álex se ha dado la vuelta, dándome la espalda.

— Álex, veré, enserio.

El individuo da media vuelta, se incorpora, y me acerca a él por la cintura.

— ¿Acaso te parezco tu hermano?

Lucas, ahora incluso más cerca que antes, sonríe de medio lado.

— Ahora no —le so río yo— ¿Qué haces en mi cama?

— Es que no puedo dormir con tu hermano. Es imposible.

— Pero conmigo no puedes dormir.

— ¿Y por qué no? —se coloca de costado, apoyado sobre un brazo. Va sin camiseta, y la tenue luz de la luna hace visible las sombras de sus abdominales y sus musculosos brazos.

— Pues porque tú eres un amigo de mi hermano, y yo por desgracia soy la hermana de este idiota que tengo a los pies. Y como este idiota nos vea juntos en la misma cama, creo que lo mejor que puede hacer es pegarte, y paso de que te pegue.

— Sabes... Me encanta cuando piensas tanto las cosas... —dice mirándome con ternura.

— Mmm... Gracias —me sonrojo.

— A ver... Tengo una propuesta para ti. Puedo dormir contigo,​ y antes de que​ tu hermano se despierte le pego una patada en el culo para que me haga sito. ¿Qué te parece? —sonríe.

— Vaalee... Puedes dormir conmigo esta noche, pero a las siete y media te levantas. Y como me despierte yo a las ocho, y vea que​ aún estás en mi cama, la que te va a pegar una patada en el culo seré yo, ¿entendido?

Mi Enana FavoritaWhere stories live. Discover now