○●V e i n t i c i n c o●○

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ᴠᴀʟᴇɴᴄɪᴀ, ᴇsᴘᴀñᴀ. 𝟷 ᴅᴇ ᴇɴᴇʀᴏ ᴅᴇ 𝟸𝟶𝟸𝟸.

—¿Y bien?

—Y bien... ¿Qué?

—¿Qué te parece?—ambas mujeres se asomaron por la puerta de la cocina, y observaron al alemán que conversaba tranquilamente con el patriarca de la familia.

—Esto es muy sencillo, cielo.—Emma volvió a entrar en la cocina.—¿Te trata bien?

—Sí.

—¿Te respeta?

—¿A qué viene esto?

—Di, ¿sí o no?

—Sí.

—¿Te quiere?—en ese momento, a Vega se le escapó una tímida sonrisa ante la pregunta de su madre.

—Más de lo que yo llegué a pensarme alguna vez. Y me lo demuestra cada día, mamá.

—Entonces con eso es más que suficiente. Aunque podrías encontrar a uno que hablase español, no creo que a tu padre le haga mucha gracia tener que hablar en inglés en Navidad.—las dos rieron, y Emma abrazó a su hija pequeña.—No sabes lo feliz que soy al verte con alguien así.

—¿Te vas a poner sentimental el primer día del año?

—Claro que sí. He visto como a mis dos hijos les rompieron el corazón. A tu hermano porque le engañaron con su mejor amigo, y a ti porque no supieron valorarte como mereces y te tocó entrar en un bucle tóxico con Guille.

—Eso está más que olvidado, mamá. Se lo he dicho a Sophie muchas veces porque yo misma me apliqué esa regla, el pasado no puede frenar mi futuro. Además, Guille solo estuvo demostrándome que era, y es, un capullo en toda regla. Mira el lado positivo, lo mío fueron solamente cinco meses, el que peor lo llevó fue Ferran. Pero míralo ahora, vuelve a ser el de antes, y todo gracias a ella.

—Es muy buena chica, las cosas como son.

—Y justo lo que él necesitaba.

En ese momento, escucharon la puerta principal de la casa abrirse.

—¿Hola?

—¡Hey!—rápidamente, Vega se acercó para abrazar a su mejor amiga.

—Parece mentira que tu hermano sea yo, en serio.—comentó Ferran cerrando la puerta.

—Ella también lo es. De otros padres, pero lo es.

—¿Qué tal por Edimburgo?—preguntó Emma tras saludar a su hijo.

—Ha estado realmente bien, creo que no pudimos decidir un destino mejor.—respondió Sophie dejando ver una sonrisa.

—De hecho...—Ferran abrazó a su novia por los hombros.

—No me irás a decir que le has pedido matrimonio, ¿verdad?

—No, no. Eso no, demasiado pronto lo vería yo.—rió Ferran.—Le he pedido que se venga a vivir conmigo, y me ha dicho que sí.

—Prepárate, te van a dar ganas de asesinarle mientras duerme.—comentó Vega. Agarró las manos de su mejor amiga y sonrió.

—¿Pero por qué me vendes tan mal?—cuestionó el mayor.

—Es mi trabajo como hermana, cariño.

—¿Qué tal si preparamos un poco de café y nos contáis qué tal los viajes?

■  ■  ■  ■  ■

—Y después de tenerme casi media hora metida en el coche, me llevó a un refugio de animales.—narró Vega.—Obviamente me enamoré de mi precioso perro.

—Sabrás que Milo y él van a ser mejores amigos, ¿verdad?—comentó Sophie antes de reír, logrando también la risa de su cuñada.

—Obviamente, no me esperaba menos.

—¿Vosotros también habéis adoptado un perro?—preguntó José curioso.

—Ajá. Aunque he de reconocer que yo me lo he encontrado de completa sorpresa, porque yo no sabía de la existencia de dicha mascota.—respondió Sophie, a lo que Ferran dejó ver una sonrisa inocente.—Aunque eso no quita que me haga mucha ilusión tenerlo.

—¿Y tú cómo le pediste que se fuera a vivir contigo?

—Arriesgando mi vida.—dijo Ferran, a lo que su padre le miró con una ceja alzada.—¿Qué?

—¿Arriesgando... Tu vida?

—Realmente estábamos en una pista de patinaje.—explicó la joven Laporte.—Pero eso para él es arriesgar su integridad física.

—Es lo más sencillo del mundo, ¿cómo puedes chocarte con todo lo que te cruzas?

—Que vosotras seáis expertas, no significa que yo lo sea, ¿sabes?—de nuevo, ambas chicas rieron.

—Tampoco te creas tu que a tu hermana se le da muy bien, eh. Mantiene el equilibrio y poco más.—añadió Havertz.—Hasta que le coge el tranquillo.

—¿Ves? Aprende, niño.

Aquella tarde se respiraba un ambiente completamente tranquilo. Emma y Jose aceptaban a las parejas de sus hijos, y ambos pensaban que no podían haber elegido mejor. Vega estaba con alguien que la hacía sentirse libre y ella misma, mientras que Ferran estaba con alguien que le hacía recordar por qué hay que darle una oportunidad al amor de vez en cuando.

■  ■  ■  ■  ■

ʙɪʟʙᴀᴏ, ᴇsᴘᴀñᴀ. 𝟷 ᴅᴇ ᴇɴᴇʀᴏ ᴅᴇ 𝟸𝟶𝟸𝟸.

—¿Quieres relajarte?

—Querer quiero, otra cosa es que pueda.

—Phil, llevamos aquí dos horas y media. Sólo queda decirles esto y ya. Además, mira el lado positivo, esta tarde tenemos el vuelo a Manchester, y mi padre no te ha recibido con una escopeta.—comentó Kaira con burla.

—Y menos mal, creo que me llega a apuntar con una y me desmayo.

—Bueno, ¿listo para soltarles la bomba?

—Eso creo.—la chica le sonrió dulcemente y le besó.

—Pues vamos allá.—Foden agarró la mano de su novia, y fueron hacia el salón para hablar con los padres de esta.

—Mamá, papá... Tenemos que hablar con vosotros.

—Como hayáis roto en la cocina, abandono esta vida.

—¡Adrien! ¿No ves que vienen cogidos de la mano?

—No, papá, no hemos roto.—rió la morena.—El caso es que tenemos una buena noticia.

—A ver, sorprendernos.

—Veréis... Tenía mis sospechas en Oslo, por eso me quise asegurar allí, y bueno... El caso es...—por un momento, los nervios se apoderaron de ella, hasta que pensó que no era nada malo. Iba a tener un bebé con el chico del que estaba enamorada, no era ningún crimen.—Que estoy embarazada.—una tímida sonrisa se postró sobre sus rostros.

Rápidamente Camille se levantó para felicitar a a su hija, acción que repitió con Phil. Adrien, en cambio, abandonó el sillón y se acercó a Kaira.

—Vas a ser abuelo, papá.—vio como los ojos de su progenitor se cristalizaban, y él la abrazó.

—No sabes la alegría que me acabas de dar, pequeña. Siempre lo he dicho, tus hermanos y tú sois mi mayor orgullo.

—¿Crees que lo haré bien?—Adrien dejó ver una media sonrisa, y apoyó su barbilla levemente en la cabeza de su hija.

—Sé que serás una madre genial, Kaira. Nunca dudes de ello, y si en algún momento sientes que te sobrepasa, aquí nos tendrás a tu madre y a mi para guiarte.

—Te quiero mucho, papá.—la joven se aferró más a su padre.

—Y yo a ti, cariño. Y yo a ti.

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Do It For Me ||Ferran Torres||Where stories live. Discover now