La guía ideal para cualquier escritor o usuario, que tenga en mente comenzar una historia ya sea con fines de publicarla o por hobbie. Aquí no solo describo los puntos que me parecen imprescindibles a la hora de comenzar una novela, sino que también...
Se distinguen cinco etapas a la hora de realizar cualquier tipo de escrito literario, (háblese de: cuentos, novelas, cartas, historias cortas): preescritura, redacción, revisión, edición y publicación. Mi intención es dedicar capítulos a cada uno, por ende hoy comenzaremos con todo lo referente a ''la preescritura''.
¿Qué es?
La preescritura es como ya hemos mencionado, la primera etapa del proceso de escritura, la cual consiste en: dejar claro diferentes puntos que nos facilitaran enormemente las siguientes etapas del proceso, crear nuevas ideas y finalmente organizarlas. Esto comprende dos grandes etapas:
1. La planeación del escrito:
* El tema: ¿Qué quiero comunicar?
Aquí deberemos identificar cual es la idea central de nuestro escrito. También es cierto que en ocasiones, el tema queda rápidamente definido por el propósito. Es decir, si tenemos la intención de entretener, lo podemos lograr escribiendo un libro de chistes. O si queremos conquistar a alguien, funcionara más fácilmente mediante un poema, una carta de amor o un relato meloso. En caso de que nuestra intención sea referente a un texto narrativo, definir su género: fantasía, misterio, terror, acción, épico...
* El propósito: ¿Por qué voy a comunicar esto? ¿Con que intención?
Como es obvio no escribiremos de la misma manera una carta que está dirigida a un amigo, como otra que estará dirigida a una empresa con la atención de lograr un puesto de trabajo. Por ende, antes de redactar, debemos plantearnos si nuestro escrito está dirigido con la motivación de: explicar, informar, instruir, describir, narrar, conmover, persuadir, entretener etc. Con ello tendremos en mente que tono deberemos emplear.
* La audiencia: ¿A qué público quiero dirigirme? ¿Cuáles son sus características?
Algo vital es tener en mente quien será el receptor (el lector) del texto. No vamos a escribir de la misma manera un relato para niños, que uno para adolescentes o para un público más adulto (en el que podremos emplear un lenguaje más complejo, tramas más enrevesadas...). Ello nos llevará también a meditar acerca del protagonista de la historia, ya que dependiendo del público al que nos dirijamos tendremos en cuenta: su genero, rango de edad...
* El tipo de texto: Si nuestro escrito se tratara de uno: narrativo (como una novela, una historia corta, un relato...), descriptivo, de definición, informativo (como una noticia o una nota de prensa), argumentativo...
Yo en lo personal os recomiendo que de tratarse de una novela, penséis si será autoconclusiva, trilogía, una saga... De esta manera os será después mucho más sencillo dosificar la información, si planeáis escribir más de un tomo.
* Búsqueda de información: ¿Qué tipo de información es la que complementaría mejor al desarrollo de la historia?
Deberemos recopilar toda la información (imágenes, frases, documentales, música...) que hemos generado gracias al empleo de diferentes técnicas y herramientas (de las cuales hablaré en otro post) y organizarlas bajo un orden que te sea cómodo para enfrentar la segunda etapa de la preescritura. Para ello podemos ayudarnos de la realización de: tablas, esquemas y mapas conceptuales.
2. Definición de las partes: Tras haber organizado la parte mas básica de la obra y de disponer de un montón de información(escenas, lugares, personajes...) más o menos organizada. Hemos de proceder a distinguir entre:
* Idea central o tema: Está compuesto por la idea que habéis elegido + el enfoque que desees darle. Imaginemos que la novela es como una cebolla, tiene múltiples capas que representan a las subtramas, pero todas ellas han de conducirte al centro, la trama principal, el motivo por el que escogiste escribir la novela.
* Ideas principales: Son aquellas que representan una información básica para el desarrollo de la idea central. Además de ser los puntos más importantes, que queremos que lleguen sí o sí al lector. Para identificar estas ideas, podemos ayudarnos preguntando:
¿Sin que ideas mi tema y lo que yo quiero transmitir al lector, se desmorona?
Ejemplo: En una novela policiaca en la que el centro es que el investigador atrape al asesino. Pero para ello habrá de encontrar el revolver con las huellas de este.
* Ideas secundarias: Estas expresan detalles o aspectos derivados de la idea principal. Su función normalmente es la de ampliar, demostrar, complementar y apoyar a esta. Suelen ser por ejemplo: los argumentos, las descripciones, los detalles, las citas, los ejemplos...
Ejemplo: Retomando la idea anterior, la tarea del policía se vera dificultada por problemas familiares y con su jefe, quien lo tiene entre ceja y ceja desde que tuvo un altercado con un compañero.
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