Percibió su presencia antes de que la llave entrara en el cerrojo de la puerta y salió corriendo a su encuentro en mitad de la noche.
Chris apareció abatido y con signos de cansancio en sus ojos.
—Empezaba a estar muy preocupada —Le besó.
—Lo siento, Emma, ha sido un fin de semana durísimo —Entró arrastrando los pies y, con el ánimo por los suelos, se dirigió hacia el baño.
Ella le siguió de cerca.
—¿Habéis logrado contener a la prensa?
—Por el momento, pero nuestros infiltrados no creen que puedan retener la noticia mucho más tiempo —Se empezó a quitar la ropa que presentaba manchas rojizas.
—¿Eso que huelo es sangre? —Chris se metió en la bañera y accionó el agua— ¿Cariño?
—Ha sido terrible —Su voz sonaba amortiguada por el ruido del agua y la cortina de la ducha. Emma se puso en pie y la apartó en busca de la mirada de su marido.
—¿Qué ha pasado?
Los ojos de Chris desvelaban el horror vivido durante aquellos dos días.
—Estuvimos interrogando al vampiro del centro comercial, pero se limitaba a hablar sin sentido, mientras nos miraba con unos ojos inexpresivos. Parecía estar loco —Emma le acarició su húmedo pelo—. Hace apenas unas horas, cuando nos disponíamos a usar a uno de nuestros agentes especializados en hipnosis, ha empezado a automutilarse de una manera tan feroz que se ha desangrado en unos segundos.
—¿Se ha suicidado?
Él se limitó a asentir.
—Su carne y su sangre me han salpicado y ninguno de nosotros sabía qué hacer exactamente. Ha pasado muy rápido.
—No ha sido culpa tuya, no te atormentes —Sus ojos se encontraron.
—Tengo un mal presentimiento.
Emma saltó al interior de la bañera y abrazó a Chris. Ella también lo sentía.
Los negros nubarrones que trajo el viento a la hora de comer, hicieron volver a la cabaña a Jayden y Eilean antes de lo esperado.
Junto a la puerta, Matt y Elle miraban con detenimiento un mapa y ella le señalaba el lugar exacto de su descubrimiento.
Los recién llegados se les acercaron.
—Hola. ¿Qué hacéis?
Matt sonrió a Jayden, que miraba con curiosidad el mapa de la Reserva.
—Elle ha encontrado una cueva muy cerca de aquí, que está llena de un mineral que la hace brillar como si estuviera llena de diamantes.
—Qué bonito, ¿nos daría tiempo de ir a verla antes de marcharnos?
Elle sonrío ante la propuesta de su amiga.
—Yo creo que sí.
—Prepararé unos bocadillos para el camino, Eilean y yo venimos famélicos.
Jayden entró en la cabaña, dejando atrás a sus amigos que trazaban la ruta por el bosque.
Escondida entre la vegetación del frondoso bosque, había una grieta en una inmensa roca.
Elle apartó con la mano las ramas de los arbustos que la custodiaban y sonrió triunfal.

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LA ISLA DEL DHAPHIRO - La Saga del Escarabajo II
Vampire¿Y si el amor verdadero no fuera un mito? La vida universitaria no es fácil para un dhaphiro, y Jayden está a punto de descubrirlo. Nuevos amigos, extraordinarios desafíos, emociones descontroladas y una intensa relación con una chica muy especial a...