Capitulo 24

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P.O.V Makena
Si me quedaba tres segundos más en esa cocina probablemente lo ahorcaría ¿que le pasaba al imbecil? No lo sabía. Si seguía enojado por lo de anoche pues que se joda.
Camine enfurecida hacia el despacho, concentrarme en el trabajo me haría olvidar esa escena.
Me senté bruscamente en el sillón principal, revise la agenda para ver que tocaba el día de hoy.
Manuel entro sin golpear y se sentó en uno de los sillones frente a mi.
-No le hagas caso, sigue enojado por lo de anoche.- centre mi vista en el y apreté los dientes.
-No quiero hablar del tema, sinceramente me cago en sus muertos.- volví mi vista a la agenda. Escuche a Manuel suspirar fuertemente.
-¿Que tenemos hoy?- preguntó
-Sección de fotos en cuarenta y cinco minutos, almuerzo con su madre y dos entrevistas por la tarde.- a penas termine de decir eso y Axel entro al despacho. Me observó detenidamente con sus ojos celestes.
-Perdona por la escena anterior, no sé qué le pasa.- habló Manuel, él se sentó en el sillón de al lado. No dejo de mirarme.
-¿Estás bien?- me preguntó ignorando completamente a Manuel. Asentí lentamente con mi cabeza.- me avisas si vuelve a tratarte así, no dudaré ni dos segundos en despedirle. Se ha comportado como un gilipollas y no pienso soportar eso de nuevo.- Manuel nos miraba atento, no sé en qué momento había sucedido todo, en qué momento había comenzado a caerle bien y el a caerme bien a mi, no sabía cuando se había dado vuelta la situación ya que ahora la enemistad era con Ethan, no sabía cuando había sucedido todo y no sabía, tampoco, hasta cuando dudaría. Aclare mi garganta y baje mis ojos a la agenda.
-Hoy tienes almuerzo con tu madre.- le avise y de paso cambie el tema de conversación. Sé que a él no le gustaba quedar con su madre por algún motivo que aún desconocía, siempre que podía faltaba a esas citas que ya tenía marcadas con flúor verde en la agenda. Richard las marcaba como obligatorias y yo debía cumplir con lo acordado.
Pude ver cómo su cara cambio, sus músculos se tensaron y apretó los dientes lo suficientemente fuerte como para que su mandíbula se marcara.
-No iré.- pronunció decidido.
-Tienes que hacerlo, has faltado a dos citas con ella ya, Richard me joderia la vida si no vas a ésta.- hable mirándole. Pude ver en su cara la duda, de a poco fue aflojando sus músculos.
-Está bien, iremos a la jodida cita con mi madre.- suspiró agotado.
-Gracias.- sentí la necesidad de decir. Manuel observaba todo, ya no hablaba lo que indicaba que su cabeza estaría maquinando cosas velozmente.- ¿podremos hacer la cruz?- le pregunte para sacarlo de sus pensamientos. Me observó con duda.
-No creo, sale mejor si somos cuatro.- suspiré
-Está bien, entonces iremos dos detrás y uno adelante ¿que te parece?
-Bien, creo que eso estará bien.- se levanto de su lugar- iré a explicarle a Ethan- dijo y se marchó cerrando la puerta tras el.
Axel permanecía en su lugar, tenía la mirada perdida.
-¿Estás bien?- pregunte mientras cerraba la agenda y la guardaba en uno de los cajones del escritorio.
-Ella ha cambiado mucho desde la muerte de mi padre.- habló, aún tenía la mirada perdida pero posó sus ojos sobre los míos- no quiero ir a nuestras citas porque no la puedo soportar- sonrió sin ganas- ella es fría, calculadora, juzga a las personas antes de conocerlas y por eso mismo...-sus ojos se aguaron, él estaba expresando lo que sentía- la detesto- se centro a nuestras miradas, había vuelto- soy un hijo de mierda.- dijo en un susurro. Me levante de mi asiento y volví a sentarme donde estaba Manuel, no era muy buena dando consejos ni escuchando a la gente, de hecho, me importaba una mierda si los que estaban a mi alrededor estaban bien o no. Pero le vi tan indefenso, algo dentro de mí me ha obligado a prestarle atención.
-Escucha.. no soy buena en esto de dar consejos y palabras de aliento- le mire a los ojos, el me observaba expectante- pero está bien si sientes eso, nadie dice que es algo incorrecto o prohibido.- me acerqué a el- deberías hablar con ella y plantearle lo que te molesta, tal vez ella pueda cambiar su comportamiento.
-Ella nunca me escucha.
-Pues has que te escuche.
-No le importo.
-Claro que si, si no le importaras yo no estaría aquí. Recuerda que solicitó más seguridad para que estés bien. Ella se preocupa por ti.
-Solo soy un negocio para ella, si algo me pasara perdería mucho dinero y ella nunca pierde.
-No creo que sea así Axel- me sorprendía de lo fácil que era entenderle, no me estaba costando para nada darle unas palabras para que se sintiera seguro. 
De un momento a otro el se acercó más a mí y puso una mano sobre una de mis mejillas, acaricio suavemente con el pulgar.
-Te debo algunos besos de anoche- pronunció bajo. Fruncí mi ceño, no recordaba algún tipo de conversación por la noche en donde el tema central sean besos- no lo recuerdas ¿verdad?- preguntó algo divertido. Negué con mi cabeza, entonces se acercó más a mí y unió nuestros labios.
Otra vez volvía a sentir sus suaves labios y el sentimiento de adiccion volvía a mi cuerpo. Se separo un momento de mí y sentí el frío en mis labios.
-Tal vez así recuerdes.- sonrió y volvió a besarme.
No recordaba lo de anoche, pero lo de ahora era fantástico. Sonreímos entre besos, como si fuéramos dos cómplices de algo que nadie podía saber.
-Escucha- hable, el seguía besándome y no dejaba que avanzara.-Axel- hable nuevamente con sus labios pegados a los míos.- tenemos que irnos- otra vez me interrumpió, me moví un poco hacia atrás para que me deje hablar pero puso una mano en mi cuello logrando atraerme hacia el nuevamente y siguió besándome. Estaba a gusto así, no me quería quejar pero tenía que estar a tiempo en esa sección de fotos o Richard me regañaría.- por favor- no despegaba sus labios de los míos- llegaremos tarde.- él a duras penas se separó de mi. Apoyo su frente sobre la mía, sus labios estaban a centímetros y consideraba pecado no besarlos.
-Podría llamar a mi manager y decirle que la suspenda, que no me siento bien. Podremos estar hasta el medio día juntos- alcé una ceja.
-Tu manager es tu madre Axel- el suspiro pesadamente.
-Joder, es verdad.- sonreí ante su torpeza, sonreí de verdad, mostré mis dientes. Y eso era algo sorprendente, hacia mucho tiempo que no lo hacía.
-Linda sonrisa Robins- dijo alegre, agache la mirada y el levanto mi rostro con dos dedos en mi barbilla- quiero más de esas, siempre.- dijo mirándome a los ojos. Sentí algo raro dentro de mi ¿cosquillas en el estomago? ¿Que clase de cosa rara era esa?

MAKENA. Terminada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora