O N E

31 4 2
                                    

unos lindos ojos miel me miraron.

una linda sonrisa.

un lindo cabello.

una linda persona.

  — ho-hola. — dijo nervioso — n-nunca había visto a alguien leer ese libro. b-bueno o-obvio mucha gente lo habrá leído alrededor del mundo y...

  sólo reí un poco y dije:

— sí, me encanta este libro. lo encontré hace un par de días en algunas cajas viejas.

— vaya que es bueno — dijo sonriendo— ¿p-p-puedo se-sentarme?— dijo señalando el asiento a un lado mío.

— cla-claro— diablos ¿por qué tartamudeaba? el chico de cabello lindo se acomodó al lado mío, en esa biblioteca habían decenas de lugares vacíos pero estaba junto a mí.

— ¿vienes muy seguido? — preguntó mirándome a los ojos, y qué decir de sus preciosos ojos color miel que se tornaban cafés, era una ilusión. al mirar sus ojos me hacía sentir que estaba en otro mundo, viajando entre las estrellas, saludando a la luna y... — ¿emm? — preguntó con una sonrisa divertida 

— ah. — dije mirando a otro lado, sonrojado. — no, realmente es la ter-tercera vez que vengo. me acabo de mudar. mi antigua casa estaba cruzando la c-ciudad y ahora está a unas cuantas calles de aquí.

  — oh, ya veo. t-te podría recomendar ciertos lugares que ver por la zona como el edificio rhodes, es el más alto de la ciudad. de hecho, puedes subir hasta la cima y admirar columbus de noche, después de las diez de la noche, cuando ya cerraron las oficinas. suelo ir cuando estoy... — hizo una pausa, supongo que estaba buscando la palabra adecuada para el momento—   ... confundido. he vivido toda mi vida cerca de ese edificio... un día te llevaré. hay una subida secreta en la parte de atrás.

 — me encantaría subir, cuando termine de desempacar. — sonreí tímido. en ese momento el chico dirigió su mirada a su reloj marrón. 

  — ¡maldición! me tengo que ir, espero verte otro día. adiós.— salió corriendo, tomando un libro, ni siquiera pude preguntarle su nombre.

— ¡hey! — grité pero ya se había ido. volteé la mirada a la mesa y había olvidado su libro y tomó el mio por accidente, junté mis cosas y corrí hacia él. 

el chico subió al autobús 01-12, justo como la fecha de mi cumpleaños, cuando las puertas se cerraron y antes de partir volvimos a cruzar miradas, le enseñé su libro igual él el mío y sólo me sonrió.

ANOTHER BOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora