El Destino nos Une, My Lady

Encuentro

Len acompañado de su mayordomo Kaito llegaron a la mansión Akagi al medio día, ahí ellos fueron recibidos por la sirvienta Miku. Al instante Miku y Kaito se sintieron atraídos uno al otro al intercambiar miradas.

-¿Donde está la señorita Akagi?-pregunto Len mientras caminaba admirando la mansión de color amarillo resplandeciente y caminando con su bastón.

-La señorita llegará en unos minutos, si gustan pueden esperarla en la sala- comentó la peli aqua mientras guiaba a los chicos por la mansión. Finalmente los 3 llegaron a la sala pero Kaito se fue con Miku para hablar con ella.

-Vaya vaya, no creí que un demonio femenino como tú se convirtiera en sirvienta Miku- dijo el peli azul mientras caminaba junto a ella. -Ya sabes Kaito, cualquier demonio hace lo que sea por comer una deliciosa alma humana- contesto la chica entre risas. -Pues si, conseguiste una señorita para devorar su alma- susurró el joven mientras seguían caminando. -Así es, al igual que tú tienes a tu señorito que es el "Perro Guardián de la Reina", yo tengo a mi señorita que es la "Bailarina Estelar de la Reina"- contestó Miku aún riéndose.

Por otro lado, los chicos de 14 años seguían conversando sobre una alianza sobre sus compañías de comercio inglés. Pero por otro lado, ambos eran total y completamente diferentes. Len era serio, gótico y centrado mientras que Rin era divertida y juguetona pero tenía una doble personalidad que era mentirosa, gótica, soberbia y sobre todo, posesiva.

-Sabes Len, ambos nos entendemos un poco. Nuestros padres murieron y somos cabezas de nuestras propias familias a temprana edad- comentó la chica rubia mientras comía un pedazo de pastel de chocolate.

-Si lo sé, pero no somos para nada iguales en personalidad señorita Akagi- respondió el rubio mientras caminaba serio con su bastón.

-Oh por favor, dime Rin. Somos amigos, ¿cierto?-respondió la chica mientras se llevaba al chico al jardín para pasar un rato el día. Por otro lado con los demonios, Kaito y Miku seguían conversando sobre cuál deliciosas eran las almas que devorarían. Sin embargo, ocurrió un hecho que nadie esperaba.

Continuará...