14. Nada nuevo.

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14.

Carly estaba sorprendida, incluso miró atrás para estar completamente segura que Sky Connor estaba dirigiéndole la palabra. Pero por muy imposible que sonara, Sky se encontraba sonriendo hacía Carly en la hora de la salida.

— ¿Eres Carly verdad? —Sky sonaba feliz, agitando sus largas pestañas.

La pelirroja bajó la mirada —Sí —respondió tan bajo que ni ella misma se había escuchado del todo. Aún así Sky Connor se rió.

—Genial, oye, mira, mañana haré una fiesta. Es mi cumpleaños, en realidad. Y como tú estás en mi clase de Matemática, pensaba... no sé ¿si querías venir? nunca hablamos, ni nada, pero siempre hay una primera vez. Entonces, Carly ¿qué piensas?

Sky Connor parecía una de esas personas que les resultaba imposible escuchar un «no» como respuesta. Y Carly se encontraba muy mareada como para hablar siquiera. La chica frente a ella seguía de lo más normal, incluso algo ilusionada por lo que diría la pelirroja.

Pero la gran pregunta era: ¿Por qué demonios Sky Connor invitaría a alguien como Carly Johnson?

Y es ahí cuando el famoso dicho aparecía en la cabeza de Carly: Aquí hay gato encerrado. Bien, tal vez una frase tonta, pero simplemente ella no podía imaginar que Sky la invitara así nada más, de golpe.

No. Era imposible. No, no y no. Carly preferiría quedarse en su casa, mirando Los Simpson.

— ¿Qué dices? Puedes llevar a alguien también, si quieres—repitió Sky. Carly se dio cuenta que se había quedado medio perdida en sus pensamientos. Nada raro.

—Yo... —no podía decir «no» ella no era nadie para decirle no, entonces sólo se limitó a decir—. Le preguntaré a mi mamá.

Sky alzó las cejas, su sonrisa disminuyó un poco, pero terminó asintiendo —Claro, como quieras.

{...}

—Hola —una voz hizo que Harry se sobresaltara. Él levantó la mirada para encontrarse con la chica, y de repente su corazón comenzó a latir con más rapidez. Carly se sentó a su lado, como si nada, en el autobús.

Harry tragó saliva —H-Hola, Carly.

Demonios, otra vez los nervios.

—Me he dado cuenta que siempre fuimos en el mismo autobús —Carly se rió un poco, y él quiso cerrar los ojos y seguir escuchando esa hermosa melodía. Sólo se limitó a regalarle una pequeña sonrisa—. Sky me invitó a su cumpleaños.

Él levantó las cejas — ¿Qué?

—Lo juro, es una locura. Pero no iré, de todos modos. Algo no está bien, no sé... Creo que tengo suficiente de Sky en sus estupendos conciertos —Carly levantó los hombros y se rió al ver la expresión de Harry, parecía aún más confundido. Pero entonces él dejó de lucir mareado con el tema y la miró en silencio.

— ¿Qué? —preguntó Carly aún entre risas.

—Que eres tan bonita cuando ríes.

Harry no era él cuando decía esas cosas, Harry era él cuando después de decirlas se sonrojaba hasta las orejas. Carly dejó de reír.

— ¿Estás llamándome bonita, Harry Styles?

Harry siempre admiraría la forma tan sutil y simple con la que Carly Johnson le hacía sentir nervioso y feliz a la vez. 

—N-no yo... —Harry se removió con las manos temblando, al final no quiso formar ninguna excusa.

—Sí —le dijo a la pelirroja—.

P-pienso que e-eres hermosa. Pero eso no es nada nuevo ¿no?

Y entonces los dos sonríeron. Y Carly pudo admirar los dulces hoyuelos de Harry Styles y sentir su corazón latir con fuerza otra vez.

{...}
 

Su madre frunció el ceño.

—No entiendo porque no quieres ir, Sky parece una niña agradable.

Carly dejó de mirar sus manos y clavó su vista en Amelia Johnson. Sky Connor había llamado a la mamá de Carly, Sky Connor le había hecho saber de la fiesta, y Sky Connor no había tardado en convencerla en que Carly debía ir.

—No es que yo no quiera ir —Articuló la pelirroja—. Sólo... sólo tengo tarea y mmm...

—Cielo —su madre se sentó aún lado del sofá junto a ella—. Yo sé que estas últimas semanas... este año no ha sido el mejor, los problemas se quedaron atascados entre nosotras, pero debes recordar que eres una chica y a veces nosotras necesitamos un momento de paz; para divertirnos. Y creo que Sky sólo quiere que seas su amiga.

Carly sabía que su madre sólo quería que ella se alejara de todos los problemas de adultos; divorcio, llantos, facturas. Su madre sólo deseaba ver a Carly feliz, como toda madre. Si Carly era feliz, Amelia lo era. ¿Cómo decirle no a la mujer que más te ama?

Carly se relamió los labios, su madre esperó una respuesta, que llegó algo torpe —B-bien. Iré.

Ella no quería ir sola, y estaba segura que terminaria invitando a Harry, si los nervios no la vencían primero. Además, era sólo un cumpleaños ¿qué tan malo podría llegar a ser?

Dedicado a: xxSparkFlyxx

Defectos. » styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora