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Podía decirse que las cosas iban mejor que nunca, incluso el clima cambio radicalmente de uno nublado y lluviosos a uno radiante y lleno de colores. Todo era perfecto si ellos están juntos. Los días mejoraron, Taehyung ya no tenía miedo pues siempre se encontraba bajo los protectores brazos de su pelinegro, los ruidos y las sombras desaparecieron de su vida; risas y caricias dieron paso de nuevo a su vida.

Lino jugaba en el bosque mientras ambos jóvenes tomados de la mano recorrían la pequeña cascada, se podía escuchar a los pájaros cantar y algunos venados acercarse al arrollo. Todo parecía un sueño pues llevaba dos semanas desde Jungkook regreso.

De regreso a casa Jungkook cortó flores silvestres para Taehyung, nadie ni nada podía borrarles la sonrisa.

Todo estaba mejor.

La noche llego y se preparaban para dormir, Taehyung usaba una camisa que llegaba hasta sus muslos y un bóxer negro y Jungkook solo bóxer, hubo un silencio agradable, lo único que los iluminaba era la luz de la luna.

-Tae?

El mayor abrazaba la pequeña cintura de su menor mientras el otro estaba recostado en su pecho, sentían la calidez que este trasmitía, deseaban que ese momento nunca acabara pero lo bueno poco dura.

-¿Uhmm?

- ¿Cómo estuviste cuando yo me fui? - pregunto mientras acariciaba el vientre del menor.

- Con miedo

Jungkook sabía que estaba mal, todo estaba mal, sus sentimientos, la situación y Taehyung, en especial el.

-¿Porque?

- Me dejaste solo y tú me juraste que nunca me dejarías - miro hacia arriba encontrándose con esos lindo ojos azabache.

- Perdón bebe, tuve un asunto importante

Tae se sentó en el regazo de Kook. Una tímida sonrisa apareció en los labios del menor, fue acortando la distancia rosando sus labios, ambos corazón latía. Un beso tierno y suave típico de Tae alegro el ambiente pero fue extraño cuento la mano de este empezó a descender a la entrepierna del azabache provocando así un gruñido pero todo termino cuando Jungkook detuvo la acción.

-Cariño ahora no - bajo al menor y sin más se tumbó en la cama dándole la espalda. A pesar de que pasaron varios días desde que llego a casa, solo no podía tener intimidad con Tae, tan solo recordar los días lejos de su novio lo llenaban de culpa.

Los ojitos del castaño se llenaron de lágrimas, abrazo sus pernadas y sollozó en silencio, seguro que Jungkook está dormido, dejo salir un suspiro intentando calmarse, lo había extrañado mucho, pues Jungkook nunca se había negaba a estar con él.

Salió de la habitación, tomo asiento en el piso frente a la chimenea acomodando su espalda en la parte baja del sofá, limpio su carita con el dorso de su mano. Estaba tan metido en sus pensamientos por lo del pelinegro que dio un brinco al sentir un ligero toque en su espalda.

Tomo a Lino y lo acomodo entre sus piernas

- Papa... está enojado con Taetae - acaricio al cachorrito con una sonrisa acompañada de lágrimas.

-Pero papa... quiere a Taetae ¿Verdad?

Lino solo supo acurrucarse en su pecho, lo que intensifico los sollozos del castaño, intentaba reprimir sus gemidos de dolor pero las lágrimas aumentaba y lo único que pudo hacer fue sonreírle al animalito- ¿Verdad?

Aquella escena solo destrozo mas el corazón del azabache que presenciaba todo desde el marco de su puerta, tenía la intención de buscarlo y pedirle perdón pero solo termino hiriéndose. Regreso a la habitación y se encerró en el baño, la ira y el dolor se apoderaron de su cuerpo, golpeo la pared tan fuerte que solo se detuvo al sentir un ligero ardor en sus nudillos, Limpio la sangre y vendo su mano.

Al salir Tae ya estaba en cama, sus miradas se encontraron, El castaño bajo la mirada a su mano. Podía ver sus ojos rojos y algo hinchados. Jungkook solo le dio una mirada indiferente y se acostó, pudo sentir en cuerpo de Tae temblar, seguía llorando.

°°°°°°°°°°

- Me tengo ir

El pequeño dejo todo y se giró al escuchar las palabras del pelinegro. Sabía que el mayor estaba enojado pero no pensó que sería para tanto.

Había está pensando en cómo reconciliarse y por eso fue que apenas el sol salió, el pequeño intentaba prepara el mejor desayudo del mundo lleno de amor, aunque en ocasiones terminaba quebrajándose sus manitas o se lastimándose pero eso a él no le importaba con tal de ver al pelinegro sonreír.

Su rostro reflejaba tristeza, confusión y dolor -¿Pero p-porque?- sus ojitos se llenaron de lágrimas.

- Bonito tengo trabajo- Jungkook dijo acercándose y acunado el rostro del pequeño- No puedo estar siempre contigo.

- ¿Ya no estás enojado con Taetae?- Jungkook sonrió, amaba como el castaño hablaba en tercera persona, Sonaba lindo y tierno. Beso suavemente los labios y sonrió.

-Nunca podría estar enojado con Taetae, es el niño más bonito en el mundo.

Los ojitos del menor recuperaron aquel brillo que iluminaba su corazón, lo estrecho en sus brazos y aspiro la esencia del menor, amaba el nardo, nunca se cansaría de aquel aroma.

-Bonito regresare en una semana ¿está bien?- el otro asintió con tristeza- Oh, mi amor no estés triste, intentare regresar pronto.

Dejo un casto beso en la cabeza del menor, tomo sus maletas y antes de salir volteo- ¿Estas bien de salud?

☹☹☹☹☹☹☹☹☹☹☹☹☹

Fueron dos tres y Jungkook no llamo.

Cada mañana apenas despertaba corría a la puerta con la esperanza de ver al pelinegro cruzar esa puesta y poder abrazarlo y decirle lo mucho que lo extrañaba pero nada. Siempre era igual, des pues de cada comida se tira en el piso frente a la puerta esperando, incluso la segunda noche se quedó sentado casi toda la noche y debido a eso su resfriado se hizo notar.

Se encontraba con Lino en cama, en la mesita de noche descansaba un frasco de pastillas y una jarra de agua. Intento llamar a Kook pero recordó que hasta donde vivía la señal telefónica no llegaba. A sus 17 años nunca pensó que enfermaría y estaría solo en medio de un bosque.

- Hyung... Porque me enviaste a este lugar- se quejo

Aire fresco fue lo único que recordó

Como pudo se puso de pie, Lino tenía hambre. Habían pasado todo el día sin probar bocado tirados en cama y era obvio que sus estómagos pidieran comida. Busco las croquetas, al enderezarse su semblante cambio. Toda la casa esta con las luces apagadas y se podía ver claramente hacia fuera, en viento golpea fuertemente los arboles creando un chirrido, la tune luz de la luna apenas ilumina el lugar pero es suficiente para ver al hombre parado fuera de su jardín, su sonrisa y sus ojos son visible.

Una corriente atravesó su cuerpo al ver al hombre articular su nombre y terminar lamiendo su labio. Corrió a su cama, todo su cuerpo esta frio, y su corazón no para de perforar su pecho.

-Estoy enfermo- se hizo bolita y sostuvo su cabeza con fuerza- Es... es normal, es norma que alucine ¿verdad?

Quería creer eso, necesitaba creer pero el sonido de llaves y la puerta cerrándose lo alarmo de sobre manera

- Taehyungie

BREATHE ❁ KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora