Señorita, Finja ser mi novia (#4 Odio a los chicos)

Epílogo

Seis años despues:

Sidney:

Lo primero que mis oídos escuchan en la silenciosa sala de emergencias es el creciente llanto de esta nueva vida que tengo en mis manos , este pequeño ser que he traído a este mundo.

Una nueva vida.

Acabo de traer a un bebé.

Una sonrisa se dibuja debajo de mi mascarilla quirúrgica mientras intento tomarla en brazos , la bebé comienza a llorar moviendo sus manos y piernas ágilmente , sin embargo se niega a mostrarme sus bellos ojos , llora con mucha fuerza y tras escucharla no me cabe duda que tendrá unos fuertes pulmones.

— Mi bebé...—Escucho en un leve susurro que me hace parpadear.

Le entregó la recién nacida a mi compañera y me acerco a la madre.

—Tranquila , señora Carter.—Le doy una respuesta rápida intentando que se tranquilice.— La trasladaremos a una sala y podrá conocer a su bebé.

Puedo ver las lágrimas llenar sus ojos marrones , aprieta la mano de su esposo y él se acerca a besar sus labios repitiendo una otra vez lo mucho que la ama.

—Blair , ve con la bebé.— Me dice el doctor en jefe y se vuelve a mi compañera.— Las dos ,vayan.

Asiento y proseguimos a quitarnos las mascarillas y las batas  antes de salir de la sala de parto , seguimos los procedimientos hasta cambiar al bebé , dejarlo en la pequeña incubadora y verlo cómo se adapta a ella , acerco mi mano a uno de los espacios y toco su pequeña manito , a lo que reacciona dando un fuerte apretón mientras no deja de mover sus extremidades.

— Es adorable.— Me dice Amy. 

— Si, lo es.— Respondo manteniendo una sonrisa en mi rostro.

La sombra detrás de las cortinas  me indica que los padres están preparados para verla a través del vidrio, la señora Carter esta sentada sobre una silla de ruedas tratando de ver a través de las cortinas , luce impaciente mientras su esposo sostiene la silla por cada lado de los hombros , ambos lucen muy entusiasmados y quizás todo se deba a que son padres primerizos , a lo largo del tiempo que he llevado como practicante esta es la primera vez que he participado por completo en un parto , sin embargo aun cuando ha sido una experiencia maravillosa , nada se compara a lo hermoso que es al ver la expresión de los padres al conocer a sus recién nacidos , ayudar en un parto es increíble , pero las emociones que sientes cuando esas cortinas se abren y el ver sus rostros felices por haber contribuido en algo tan importante en sus vidas hace feliz a cualquier médico.

Retiro mi mano de la encubadora y me vuelvo hacia Amy.

— ¿Lista?.— Pregunto con una sonrisa.

— Cuando quieras.— Me responde y prosigo a abrir las cortinas.

Las fotos sin flashes dan inicio y los que parecen ser los abuelos no tardan en llegar , dejamos los respectivos 15 minutos de tolerancia antes de cerrar las cortinas , cuando terminamos el médico en jefe se acerca a darnos las respectivas felicitaciones.  

— Buen trabajo.— Nos dice pasando la mirada a las dos.— A ambas.

— Gracias ,señor.— Responde Amy y otro médico se acerca a él con una carpeta en mano , nuestro doctor en jefe se disculpa con nosotras y ambos se dirigen en dirección al quirófano.

 Son más de las dos y aun no hemos almorzado , le ofrezco a Amy ir a la cafetería , cuando llegamos escucho a nuestro grupo aplaudir y reir mientras se acercan a recibirnos con abrazos , lo cual es algo normal , siempre que uno de nuestro grupo logra algo parecido llenamos la cafetería de unas felicitaciones al estilo de cumpleaños.