{4}

478 30 2
                                    

Carlota me alzó la mano a lo lejos y yo seguí mi camino a la barra para pedirme un batido o algo.

Estaba seco.

Miré a la piscina para fijarme en las amigas de la camarera, eran tres, todas muy monas, y muy jóvenes, aunque me llamó la atención la rubia, que tenía un culo de infarto.

Me reí para mis adentros.

Niñatas.

Volví con mis amigos para tomar el sol y jugar un rato en la piscina mietras la música sonaba a lo lejos.

-Ninguna presa a la vista.

-Eres gilipollas, Daniel.-Dije asqueado.

-¿Te hice daño en la vagina? Siempre me insultas cuando hablo así de las chicas.

-Sí, porque hablas de ellas como si fuesen ganado, y quedas más retrasado de lo que ya eres.

El resto de mis amigos comenzaron a reírse.

-Voy a bañarme, ¿os venís?

-Vamos.

Nos tiramos a la piscina y estuvimos nadando un poco, e inconscientemente acabamos justo al lado de las amigas de Carlota, que al instante mis amigos les entraron.

-¿Y tú rubia como te llamas?

-Aina.-Sonrió.

Comenzaron a hablar entre ellos y escuchaba en silencio la conversación.

-¿Tú eres fútbolista verdad? Me suena mucho tu cara.-Dijo una de ellas.

-Sí...-Sonreí algo tímido.

-Eso es genial.

Nos reímos.

-¿Os invitamos a algo preciosas?-Dijo Dani de nuevo.

Aina, que parecía ser la líder asintió y contestó por sus amigas. Salimos fuera con ellas, y era inevitable no fijarse en la rubia, era despampanante.

Pedimos algo para los siete, pero yo pedí otra más para Carlota.

-¿Y eso?

-Para la chica de la tumbona, es amiga de ellas también, pero no tenía ganas de meterse en la piscina.

-Ah guay, te esperamos allí, tío.-Señaló.

Asentí.

Me dirigí a la tumbona y la vi leyemdo un libro concentrada.

-Carlota.

Alzó la cabeza y me miró con unos ojos castaños muy bonitos.

-Oh...hola.-Dijo algo vergonzosa.

-Te he traído esto, estamos con tus amigas, y no me parecía justo que estuvieses tú sola aquí, si quieres venir...ya sabes.-Sonreí.

Le di el cóctel y ella sonrió.

-Gracias...-Dijo sonriente.

-¿De verdad no quieres venir?

Negó con la cabeza.

-Pasadlo bien vosotros.-Sonrió.

Me despedí de ella y volví con los chicos a beber en nuestras tumbonas.

-¿Dónde os alojáis?-Dijo Raquel.

-En el hotel de aquí. Me han dicho que el dueño es tu tío, ya nos puede invitar a algo.

Se rio.

-Veré que puedo hacer.

-Esta noche les invitamos a una ronda de tequila, Raquel.-Dijo Aina.

-Venga, vale, pero eso porque vais todas las noches.

-¡Vamooos!-Dijeron mis amigos.

-Y a una de cachimba, aunque podéis venir a disfrutarla con nosotros también, ¿No?

Se rieron.

-El día que libremos todas sí.-Sonrió Ainhoa.

-No lo olvido, eh.-Sonrió Nicolás sacando su móvil.

-¿Nos dáis vuestros números?

Le di un codazo a Mario.

-Sí.-Dijo Aina, que fue la única que contestó.-Las demás también, no seáis tímidas, anda.

Se rieron nerviosas.

Nos dieron los números al final, y pasadas unas horas volvieron con Carlota y nosotros nos quedamos solos.

-Son crías, ¿qué hacéis?

-Mejor.-Dijo Mario sonriendo malicioso.

-No son tan crías, están grandecitas ya.

-Grandecito el culo de la rubia.-Dijo Daniel.

Nos echamos a reír.

Ugly love - Roman BürkiOnde histórias criam vida. Descubra agora