Amor entre dos

Capítulo 4 "Encuentros"

BELLA: Espera, ¡¿ERES UN PRÍNCIPE?!

GASTÓN: (Sonríe) Sí, si lo soy

BELLA: ¡¿Por qué nunca antes me lo habías dicho?!

GASTÓN: Bueno, es que no lo vi adecuado antes

BELLA: Ok, ¿y cuándo lo vamos a ir a ver?

GASTÓN: Mañana, hoy ya es tarde

BELLA: ¡¿Mañana?! Yo necesito ir hoy y no me importa si ya es medianoche o si está amaneciendo, yo necesito ir ¡Ahora!

GASTÓN: (Sorprendido) Esta bien, te llevaré ahora

BELLA: Bien

Bella y Gastón comenzaron a caminar hacia la carreta de él, para poder llegar más rápido al castillo. Luego de unos largos minutos llegaron a un enorme portón, el cual era la entrada del castillo.

GASTÓN: Bien (respiró profundamente) hemos llegado

BELLA: (Bajando de la carreta) Entonces entremos

GASTÓN: Bella espera

Bella se detuvo enfrente del portón mientras que Gastón bajaba de la carreta y se acercaba a ella.

GASTÓN: ¿Y si buscamos otro método para llevarte a París?

BELLA: ¿Por qué dices eso ahora?

GASTÓN: Porque... no quiero ver a Adam ahora

BELLA: ¿Qué fue lo qué pasó entre ustedes para que no lo quieras ver?

GASTÓN: (Sentándose en el piso) Es una historia larga

BELLA: (Se sienta al lado de Gastón) Te escucho

Gastón mira a Bella, la cual lo observa atentamente. entonces él respira profundamente.

GASTÓN: Hace ya casi diez años

Vivía con mi hermano

Pero al morir mis padres

Él me corrió del castillo

Y ambos nos enojamos mucho

Por iguales no somos

Y ahora tu me haces verlo

De nuevo hoy

BELLA: Lo siento

GASTÓN: No, yo fui el que propuso la idea

Bella y Gastón se observaron por varios largos segundos, pero Bella reacciono y se levanto del suelo.

BELLA: ¿Retirada?

GASTÓN: (Levantándose del suelo) No, tenemos que encontrar a tu padre

BELLA: ¿Tenemos?

GASTÓN: Si, desde que me lo dijiste se convirtió en mi prioridad

BELLA: Aww

Gastón sonrió y Bella lo miró con duda.

GASTÓN: ¿Entramos?

BELLA: Claro

Gastón abrió el gran portón que se encontraba enfrente de ellos, y dado a que es demasiado fuerte pudo abrirlo con facilidad, cuando el portón se encontraba abierto ambos entraron. Caminaron por el enorme patio del castillo, y desde adentro Lumiere, uno de los tantos sirvientes del castillo, los observaba.