Capítulo 24.

3.7K 185 7
                                    

Su cara era de total asombro, me miraba como si estuviera soñando y la verdad es que no era si. Verlo después de dias, semanas o quizás meses. Era algo que definitivamente no podía describir, millones de emociones se mezclaban dentro de mi. Quería abrazarlo, besarlo y jamás soltarlo.

Vi como se levantaba y como de inmediato se abalanzaba a mi lado.

-Has reaccionado, no vuelvas a asustarme de esa manera. Por favor.- me tomo de ambas mejillas y vi como sus ojos derramaban algunas lágrimas.- La he pasado mal sin ti, mi vida no tenía tanto sentido. El miedo que tuve de perderte fue brutal, quédate conmigo.- todo eso me lo decía mientras me daba cortos besos en mis labios, me abrazaba y se dedicaba a acariciarme el cabello.

Su colonia inundó mis fosas nasales y lo atraje hacia mi con la poca debilidad que tenía en mi. Mis ojos hicieron conexión con los suyos y eso fue suficiente para hacerle saber cuanto lo amaba. Hice que se acercará mas a mi y unimos nuestros labios, un beso lleno de necesidad, ansiedad y mucho anhelo después de tanto tiempo. Nos besábamos como si no hubiera mañana, sentí como las lágrimas de Christian caían por mis mejillas y dentro de mi las mariposas revoloteaban. Él era mi vida, lo mejor que pudo pasarme y se que jamás me arrepentiría.

-Estoy bien amor, siempre escuchaba todo lo que me decías y eso significaba tanto para mi. Saber que siempre estabas aquí conmigo, que jamás te ibas. Eres el amor de mi vida y se que te saco muchos sustos de muerte, pero no es esa mi intención. Te amo con mi vida entera.- mi voz ronca y rasposa ya no era tan reconocida para mi, mucho tiempo sin hablar había cobrado factura. Lo volví a besar y sonreí.- Ya ni yo me reconozco.- eso hizo que el riera un poco.

Nos unimos en un abrazo más y ahí estuvimos durante un rato. Absorbiendo el aroma de casa quien, yo seguramente no olía tan delicioso como mi marido. Pero que mas daba, lo amaba y nada mas importaba en mi vida.

Unos toques en la puerta nos sacaron de nuestro abrazo, el doctor paso y sonrió al verme ya despierta.

-Veo que ya has despertado, pude darme cuenta que ya querías estar aquí. Apenas unos dias atrás quitamos los medicamentos fuertes y ya estas aquí.-reviso algo en los papeles mientras yo sonreía.

Que dijera eso el doctor son buenas noticias.

-¿Cómo evolucionamos? ¿Estamos bien?- pregunte mientras colocaba mi mano instintivamente en mi barriga.

-Todo va de maravilla, en unas dos semanas cumples los tres meses ya. Cumpliéndose eso, puedes irte de aquí pues tanto el bebé como tu ya están fuera de peligro. Ahora nos vamos a dedicar a que comas mucho mas de lo que estabas haciendo, el bebé debe ganar peso de lo que perdió.- miré a Christian feliz, mientras que el solo no dejaba de sonreír, al fin íbamos a estar bien y pronto podría irme de aquí.

-Ya podemos respirar, al fin.- tomo mi mano entre las suyas y la apretó. La felicidad que por ahora sentía mi marido nadie mas se la podía quitar de encima.

-Ha sido una de las pacientes mas queridas que hemos tenido, sus familiares no se movían nunca de aquí. A nosotros también nos alegra que ya este bien y de regreso. Enseguida le mandamos un desayuno como debe de ser y a su esposo igual. Que pasen un bonito día.- reviso algo mas en los papeles y se dirigió hacia la puerta.

-Muchísimas gracias por todo doctor, sin ustedes esto no hubiera sido posible.- agradecí pues era lo menos que podía hacer.

-Nuestro trabajo es salvar vidas, señorita. Con permiso.- salió de ahí dejándonos a nosotros solos.

La felicidad en mi embargaba por completo, era algo que no podría describir ni siquiera con palabras. El peligro en dos semanas desaparecería de mi vida y no podía estar mas feliz. Mi bebé y yo estábamos bien, fuera de peligro. Ahora me dedicaría a mi familia, mis hijos y a mi embarazo. Quiero que todo avance bien y sin problemas.

Matrimonio a cambio de Engaños II (Borrador)Where stories live. Discover now