Adiós, amor mío.

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-¿Aún no hay señal de ellos?-. Mostró su desconformidad.

-No, Hokage-Sama. No hemos recibido ningún reporte-. Informó un AMBU arrodillado.

-Bien... puedes retirarte-. Hizo un ademán con la mano y masajeó su sien, ya habían pasado varios días desde que asignó aquella misión rango B al equipo de su hijo y aún no volvían. Sabía que debía estar calmado al ser el líder de la aldea pero simplemente no podía y estaba que todos los padres entenderían el porqué

-Hai-. Desapareció en un santiamén.

-No deberías preocuparte, rubio problemas-.

-Más respeto con tu jefe, además debes llamarme Lord Hokage-.

-¿Lord Hokage?-. Mostró una sonrisa coqueta. - Anoche te encantaba cada vez que decía tu nombre... pero entre jadeos-.

-¡Shikamaru!-. No era momento para recordar sus noches de pasión, cualquiera podría entrar y sería demasiado incómodo para ambas partes.

-Vamos, no viene nadie-. Lo abrazó por la espalda escondiéndose en aquel cuello canela, percibía un olor delicioso, su esposo era lo más hermoso que podía existir en este mundo y él era el ser más afortunado por tenerlo a su lado.

-Jajajaja me haces cosquillas con esa barba en tu mentón-. Reía mientras trataba de alejar al pervertido de su esposo. Le costaba comprender como alguien tan vago podía tener tanta energía para hacer perversiones, era de no creer.

-¿Con esta barba? ¿La que estoy dejando crecer? ¿La que cuido para llegar a ser más sexy y ser digno de mi bello esposo?-. Le frotó el mentón por todo el cuello haciendo que su pareja riera descontroladamente. -Podrás ser Hokage pero sigues igual de escandaloso-. Lo besó y Naruto correspondió sin más.

-¿Así que quieres ser más sexy? Déjame que te suelte el pelo, verte sin este peinado de piña es sumamente sexy-.

-¿Lo es?-. Preguntó haciéndose el desentendido.

-Como no tienes idea-. Recibió otro beso mientras sus manos quedaban entrelazadas dejando ver dos anillos que relucían por los rayos solares que se filtraban por el ventanal.

-Sabes que si ando con el cabello suelto muchas morirán por mi ¿Cierto? Y eso sería un completo fastidio-. A veces le gustaba usar ese falso ego para molestar al rubio.

-Tienes razón, guardaré esa imagen sólo para mi-.

-Es lo mejor, además... ves esa imagen todas las noches-. Mordió el labio contrario.

-No puedo creer que seas tan pervertido-.

Luego de aquella fatídica guerra donde hubieron demasiadas bajas, siendo todas honradas. La paz reinaba en los continentes elementales, los Bijuu eran libres, menos Kurama que había decidido volver a ser sellado en Naruto. Era una de las mejores épocas que hayan vivido las naciones.

Naruto no podía creer como todo había cambiado desde aquel entonces. Meses después de aquella guerra, cuando la aldea ya estaba estable, empezó a juntarse demasiado con el Nara, ambos entrenaban pero había que reconocer que su mayor logro fue aprender Shõgi.

Inicio de Retrospectiva.

-No puedo creer que lo haya entendido 'tebbayo-.

-Con 17 años, no saber jugar Shõgi debe ser humillante-. Sonrió satisfecho, sin dudas enseñarle este juego a Naruto fue muy difícil pero lo había logrado.

-Lamentarás haberme enseñado, ahora te ganaré en tu propio juego y eso si será humillante-.

-¿Quieres apostar rubio problemático?-.

Naruto's Shipps. Where stories live. Discover now