El veneno

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Seiya y Shun llevaron a Arisu hacia la mansión Kido y entran con Arisu en brazos.

Saori se acerca a ellos con preocupación. -¿Qué tiene?

-Esta más fría de lo normal -responde el caballero de Andrómeda.

-Llamen a un doctor -pide Seiya mientras lleva a la chica al cuarto más cercano.

Saori llamo al doctor y 14 minutos después llamo a sus papás que llegaron lo más rápido que pudieron.

La señora entra a la mansión con mucha preocupación. -¿Dónde está? ¿Dónde está Ari?

-Tranquila señora, la está revisando un doctor -Saori trata de tranquilizarla.

-Y si le pasa otra vez, yo...no -no puede terminar la oración y empieza a llorar.

-Tranquila, estará bien, es una chica muy fuerte -el señor la abraza.

Seiya, quién escuchó la conversación, se dirige a ellos. -¿Si le pasa otra vez? ¿De qué hablan?

En ese momento sale el doctor de la habitación con una expresión de preocupación.

-¿Esta bien? -pregunta la señorita Kido.

Suelta un suspiro. -No, la verdad no sé que decirle señorita, pienso que le inyectaron algo, probablemente un veneno -confiesa el doctor

-Nooooo, noooo -abraza a su esposo y empieza a llorar más-. ¡Mi niña!

El pelinegro se acerca. -¿Hay alguna forma de salvar?

-Me temo que no, lo único que queda es esperar a que el veneno la consuma -se sincera.

-¡No! ¡NO ME PUEDEN QUITAR A MI NIÑA! -grita con desesperación la madre de Ari.

-Nos vemos -el doctor se va del lugar.

-¿Veneno? -cuestiona Hyoga.

-Probablemente se lo logró inyectar aquel caballero -comenta Shun-. ¿Qué haremos?

-Lo único que nos queda es esperar a que Ari anule el veneno -responde Saori.

-¿No puedes hacer algo? -Ikki la mira.

-Ese veneno es especial en el inframundo, de alguna manera, Hades pudo mejorarlo, por lo tanto, mi poder no es suficiente para sacar el veneno de Ari; solo ella puede -confiesa.

Nadie decía nada, todo se quedó en un silencio sepulcral. Hasta que la señora Ishikawa le pidió a Saori si se podía llevar a su hija a su casa, le dolía verla así.

-Chicos -los mira-. ¿Harían el favor de llevar a Ari a su casa?

-Yo la llevo -se ofrece Seiya.

-Está bien. Cualquier cosa, no duden en llamarme -mira a los padres de la chica.

Seiya abrigo muy bien a la pelinegra y la llevo a su casa. Sus padres le agradecieron a Seiya traer a su hija. Él se fue y ellos platicaron a cerca de algo.

-¿No la podemos llevar con nosotros? -pregunta su madre.

-Amor, entiende,a donde vamos hace más frío. Pero dejando de lado eso, ahorita debemos pedir porque Ari venza al veneno que hay en ella -la consuela su esposo.

-A veces desearía que Zen estuviera aquí -dice con un tono triste-. Probablemente él sabría que hacer.

-Lo sé, lo sé. ¿Y si llamamos a uno de sus primos para que la cuiden mientras vamos a trabajar? -propone el señor.

-Hay que ver.

Los papás de Ari llamaron a los primos de ella; muchos dijeron que tenían que salir del país por un tiempo, pero los papás no sabían porque tenían que ir se; hasta que llamaron a Alexa.

Mi vida y la tuya (Seiya × OC) |En Modificación|Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora