EL BOSQUE •(Terminada)•

CAPÍTULO VI •Perdida•

Dedicado a PeerlaHerondale espero estés mejor 💙.

Me apresure a quitarme.

—No era mi intención pero ya nos vamos al bosque, corre.

—Tus padres te lo prohibieron —dijo serio.

—Vamos a ir con ellos ¡duh! —Se paró y buscó ropa para cambiarse, me asome por la ventana al escuchar una camioneta que creo es la de mi tío, y sí, sí lo es— ¡Apúrate ya llegaron! —le lancé los zapatos— Perdón.

—¡Auch! Me diste en las costillas.

Michael se apresuró a estar listo y cuando lo estuvo bajamos corriendo, su padre aún estaba ahí.

—Adiós —me despedí yo.

—Adios pá —siguió Michael.

—¡Se portan bien! —ya íbamos cruzando la puerta.

—¡Siempre! —gritamos cuando ya estábamos del otro lado de la puerta.

La camioneta de mi tío era grande y con la parte de atrás destapada, así que cabíamos muy bien, iríamos con mi padre, mi madre, tíos, mi prima de diecinueve años y mis primos de seis y ocho años.

Nos subimos en la parte de atrás, Michael abrió la ventanilla para saludar a mis tíos, metió la cabeza por ahí y sonrió enormemente.

—Hola tíos ¿cómo están?

—Hola corazón —contestó mi tía.

—Hola Michael, muy bien ¿tú qué tal? ¿Ya tienes alguna novia? —Respondió y preguntó mi tío.

—Estoy bien, y sin novia, como siempre pero no me quejo, así no gasto —hablo sin preocupaciones alguna, como si se quitará un peso de encima.

—Bueno cuando tengas no dudes en hacernos saber, ahora agarrate bien que ya nos vamos.

La camioneta comenzó a moverse, la velocidad iba bien, acelero en un semáforo que estaba verde pero este cambió, al igual que nuestra posición, mi tío frenó tan de repente que caímos arriba de los otros.

—¡Perdón! —gritó desde adentro.

Unos minutos después de sentir el aire en nuestros rostros y terminar con el cabello hecho un desastre, por fin llegamos.

Nos detuvimos entre algunos árboles, apagó el motor y no dudamos en bajarnos de inmediato. Ayudamos a acomodar las cosas para poder ir a recorrer el bosque como nos era costumbre.

—¡Hagamos un columpio! —gritamos mis primos y yo.

Tomamos los lazos que teníamos en la camioneta y corrimos a buscar un buen árbol.

Algunas piedras hacían que nuestros pies se torcieran pero no nos impidió no continuar.

—¿Quién se sube? —preguntó mi prima.

—Súbete tú, es tu columpio, tus hermanos ya pusieron el suyo.

—No seas mala y ayúdame Caroline, por favor. —Puse los ojos en blanco pero aun así lo ayude.

—Michael haz escalón.

Michael entrelazó sus dedos para que pudiese subir mi pie, me ayudó a impulsarme hacia arriba, alcance una rama me sujete de ella para subir completamente. Me senté en el árbol, me pasaron la cuerda, la até muy bien y quedo lista. Cerca, muy cerca de este árbol había otro, sus ramas chocaban entre sí, aproveche que ya estaba arriba y me cruce a ése otro para poner el columpio de Michael y el mío, cuando termine de hacerlo baje de un salto.