CAPÍTULO VII •Agarathaí•

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Me desperté por culpa del frío que comenzaba a quemarme,así que decido ir hacia un árbol que parece cueva, si me meto ahí tal vez me de menos frío. Vuelvo a mi posición anterior, me abracé más, si es que eso era posible, no soy friolenta pero este clima era demasiado para mí.

Las ramas crujían como si alguien se acercara, cada vez se hacían más y más cercas, observe a todos lados pero no se veía nada, me levanté de nuevo aún abrazándome y camine hasta donde había escuchado los pasos entre las ramas, no quería iluminar mi camino con el celular por si era algún animal y por culpa de la luz terminara por comerme, o luego me secuestraban... ¿Y si me matan?

Dios Caroline, que estupideces dices.

Concuerdo con mi consciencia, doy unos pasos para apoyarme en un árbol ya que mi pierna me estaba fallando y en cualquier momento terminaría en el piso, no alcancé a llegar cuando ya estaba en el piso como había dicho que pasaría.

Los arbustos se movían, no los veía con claridad pero lo sabía que se movían por el sonido que emitían, gire hacia donde escuchaba los arbustos, volví mi vista al frente y una luz me cegó.

No tuve tiempo de saber quien era la persona que estaba tras la luz, eso parecía una bola de luz. Una mano se posicionó en mi brazo levantándome bruscamente y empujándome hacía atrás, mi espalda chocó bruscamente contra el árbol, lleve una de mis manos a mi rostro para tapar la luz.

—¿Quién eres? —la voz era grave, era de un hombre pero por desgracia no la reconocía, como no conteste y pareció molestarle volvió a impactarme contra el árbol, me queje.

—¡Auuu! Suéltame me... —no me dejó terminar.

—¿Quién eres? —preguntó más fuerte.

—Me he perdido, no sé dónde estoy, estaba con mi familia y ya no los encontré. —La luz de la linterna bajo hasta mi pecho, me soltó, y pude ver un poco quien era

Un chico, alto, delgado, no lo veo bien pero su cabello es dorado. Su mandíbula está apretada y poco a poco la relajó al igual que sus músculos. Apagó la... Extraña esfera de luz ¿Eso es una lámpara?

—Suerte con volver a encontrarlos —me dio la espalda y camino dejándome atrás.

—Espera, espera, por favor ayúdame —se detuvo al escucharme.

—¿Por qué debería hacerlo?

—De verdad no sé donde estoy. —El viento soplo fuertemente, mi cabello se esparció por mi rostro y comencé temblar y mis dientes a castañear, nuevamente.

—No puedo. —Volvió a girarse y alejarse otra vez, intente seguirlo.

—Por favor, aparte creo que... —se volvió a girar— creo que... Me voy... Me voy a desmayar...

Todo mi peso se fue hacia un lado, estaba cayendo.

—Ay no puede ser —gruñó fastidiado pero fue todo lo que escuche...






•••






—¿Dónde la encontraste? ¿Estás seguro de que estaba pérdida? ¿No es una trampa? —La voz de una mujer comenzó a despertarme.

—Ya te dije que no lo sé, sólo la encontré y cuando ya me regresaba no me dejaba ir, sé que soy irresistible pero vamos, fue demasiada mi belleza que se desplomó enfrenté de mí.

—Por fin despiertas ¿qué haces aquí pequeña? ¿de dónde eres? —El chico que supongo era el de ayer y otra chica me miraban fijamente.

La chica es delgada, cabello negro y lacio brillante, lo tiene hasta la cadera y es recto, sus ojos son café verdoso, su piel parece de porcelana, lleva puesto un vestido color azul con mangas largas y era largo, como esos que se usaban antes... ¿A caso es un sueño medieval?

EL BOSQUE •(Terminada)•Where stories live. Discover now