Ella...
Se veía tan débil, tan cansada. Sus ojeras estaban muy marcadas, de seguro no ha podido descansar.
Cuando me vio sonrió apenas y quiso acomodarse mejor en su sitio, pero ni eso logro muy bien. Me acerque hasta la camilla y tome él asiento que estaba ahí.
— Dahyun-ah... — La nombre suavemente. Se veia tan mal, que me daba la sensación de que hasta él ruido le hacia daño —
— Sana unnie — Su voz ronca y apagada me hizo sentir aun peor —
— ¿Por qué? ¿Que hiciste...? — Le cuestione dejando mis lágrimas caer libremente — Eres una grandísima idiota — Solloce acariciando su mano —
— No me sentía bien... — Contestó —
— ¿Y es que acaso ahora te sientes mejor? — Reproche mirándola, aunque mi vista era borrosa por las lágrimas —
— Se que cometí un error, pero estaba mal...
— Dahyun yo también estuve mal. La pase muy mal en tu ausencia. Pensé que serias quien me hiciera olvidar que mis padres no se interesan en mi, que si tu estabas conmigo, olvidaría lo ausentes que estuvieron a lo largo de mi vida, pero solo trajiste mas vacío del que necesitaba, pero me duele aun mas, que después de todo eso... Te siga amando como a nadie.
— Yo...
— No dire que he sufrido mas que tu, porque nadie debe asumir eso, pero sufrí bastante, sin embargo no me tome me frasco entero de pastillas, sin haber comida nada durante 24 horas ¿Tenias una verdadera intención?
— Si... Yo quería
— No quiero saberla — Interrumpí — Solamente que lo admitieras
— Perdón... No debí haber actuado así...
— No, no debiste. Mi corazón se detuvo cuando pensé que te había perdido... Yo... No se que haría sin ti — Confesé apoyando mi frente contra la de ella, Encontrándome con sus dulces ojos —
— Pero mi ausencia y todo eso... Has estado sin mi — Dijo mirándome también —
— No es lo mismo despedirte de alguien que no veras jamás.
— Sana unnie... — Ella ahora miraba mis labios —
— Dahyun, te amo... Lo que dije de Tzuyu... Fue... No sé confusión tal vez. Nadie podría reemplazar te...
— Unnie... Se mi motivo para sonreír...
— ¿Eso que quiere decir?
