Mini Historias Frikis Para Mentes Desequilibradas [Kyuwook Dreables]

Dulce

Sol de verano, la playa y vacaciones; todos los chicos de preparatoria viajaban en sus carros por la avenida, emocionados por el domingo soleado que estaba haciendo.

El grupo conformado por Donghae, Eunhyuk, Siwon y Heechul cantaban las mañanitas, mientras que Kyuhyun, quien conducía, iba lleno de impaciencia y mal humor. él no quería salir, el amaba su cómodo y cálido hogar, pasar tiempo con sus videojuegos y la comida.

—¡pueden callarse! —les gritó sin éxito, estaban tan absortos cantando cosas sin sentido, que ni siquiera le vieron—

—¡vamos Kyuhyun, eres por quien estamos felices, sonríe!

Eunhyuk gritaba desde el asiento trasero de la camioneta, Se levantó para tomar una foto de su amigo, pero este sólo logró salir con una mueca borrosa.

—déjalo —habló Siwon— el maknae está de mal humor porque no logró quedarse en casa— decía la verdad —

—bueno, pero es su cumpleaños, algo debe hacer a parte de jugar— contra atacó Heechul, quien estaba sentado al lado de Eunhyuk.

—es cierto, disfrutemos y vamos a la playa, tenemos pastel y cerveza. si no es feliz, entonces lo seremos por él, es nuestra misión de hoy.

Todos dieron un grito de euforia, ninguno de sus Hyung logró atender ninguna de sus quejas, simplemente lo habían ignorado y obligado a seguir un plan que ni siquiera era divertido.

¿qué diablos había de divertido en ir a la playa?

Mujeres y hombres yendo y viniendo en paños menores, mucho sol y arena. Simplemente agotador.

La llegada fue una osadía, por el parqueadero repleto de deducia que habían demasiadas personas, Kyuhyun bufó, era demasiado aburrido.—vayan ustedes, los esperaré aquí—soltó tumbado su cuerpo en el respaldo del asiento.

—¡Kyuhyun! ¡Vas a bajar tu trasero de este auto en este mismo instante!—se exigió Heechul—

—vamos viejo, no quiero tener a Hee de mal humor todo el día—le pidió en tono de súplica eunhyuk.

Suspiró, no podía creerlo, ahora ya no tenía ninguna salida. Bajó, puso sus lentes de sol y acomodó su polera blanca que hacía juego con sus pantalones cortos y sus sandalias. —vámos y que sea rápido —masculló de mal humor; los demás sólo pudieron reír.

Una hora había pasado, ya no aguantaba más, sus amigos saltaban en el agua, mientras que el estaba bajo la sombrilla leyendo un libro sobre relaciones con personas mayores. Suspiró, estaba agotado y sólo pensaba en volver a casa. Otros quince minutos y ya no aguantaba más, era el colmo; Eunhyuk, jugando con Heechul, habían estado peleando por la pelota inflable y en el proceso de lanzarla se la habían echado encima mojando y llenando de arena su libro nuevo.

—¡No más! —se levantó y aventó el libro a algún lugar, la playa estaba repleta y algunos jóvenes y jovencitas veían al enojado castaño patalear —¡todos son unos tontos inmaduros! Si quieren celebrar, háganlo, ¡pero yo me regreso a mi casa!

En tanto el castaño recogía sus cosas, un chico bajo, piel blanca y cabello negro apareció entre las personas, caminaba sonriente mientras sostenía un jugo de mango.

—¡ey, ey Kyuhyun-ah!

—¿qué, qué, QUÉ? — no podía creer que fueran tan insistentes.

—Kyuhyun-ah, ahí viene el profesor Ryeowook, disimula!

—¡¿Ryeowook hyung?! ¡¿DONDE?!

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