5 - "Música y luces"

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Miércoles, tres de la tarde. Jimin se encontraba viendo una aburrida película en la televisión. A pesar de que esta no fuera de su agrado, era lo mejor que había podido encontrar.

Harto de aquello, apagó todo y salió al balcón. Apoyó su peso en la baranda del mismo, y miró hacia adelante. Hacía calor y el sol brillaba intensamente en lo alto del cielo. Sin embargo, no tenía ningún interés en salir a disfrutar del día. No si estaba solo.

El lunes por la noche, Yoongi se había ido. Había llevado una mochila con él, y le había dicho que regresaría en cuanto terminara de hacer algo importante. El martes no había aparecido. Tampoco ese mismo día.

Jimin no sabía cómo sentirse al respecto. Su amigo no atendía las llamadas, ni respondía ningún mensaje. Tal vez sí estaba ocupado; tal vez se había hartado de él y había decidido huir... o tal vez le había pasado algo.

Algo dentro de su ser le decía que era la segunda opción.

Como si pudiera presentir la atmósfera negativa a su alrededor, el pequeño animal que habían adoptado, a quien habían llamado Peludo, debido a la falta de imaginación, caminó hacia él hasta acariciar con su carita sus pies. Jimin sonrió y lo alzó en brazos. Estuvo a punto de hacerle mimos, pero el timbre sonó. El muchacho prácticamente corrió hasta la puerta y la abrió. Una inmensa sensación de felicidad lo invadió por dentro. Quiso ocultarla, no quería que la otra persona notara que él dependía tanto de su compañía —o que dependía de la compañía de alguien—, pero no funcionó.



—¡Hobi hyung! —lo abrazó— ¿Qué haces por aquí?

—Vine a verlos. Hace mucho tiempo que no lo hago —entró, rascó su nuca—. Estuve haciendo muchas cosas. Ojalá viviera más cerca.

—No te preocupes, lo entiendo.

—¡Oh! ¿Y quién es este? —preguntó y acarició al gato en brazos de su amigo.

—Lo encontramos con Yoongi en la calle, el otro día. Quisimos traerlo.

—Es extraño. A él no le gustan mucho los gatos.

—Lo sé, pero dijo que era tierno —arrugó su nariz y sonrió.

—Hablando de él, ¿En dónde está?

—No tengo idea.



Jimin dejó en el suelo al animal, cerró la puerta y se sentó en una de las sillas del comedor. Hoseok lo siguió.



—Se fue el lunes a la noche, pero todavía no vino. Me pregunto si le pudo haber pasado algo.



Hoseok miró detenidamente a su amigo. Había preocupación, miedo y culpa en sus ojos.



—Ey, ¿Qué le podría pasar? Él está bien.

—¿Por qué estás tan seguro?

—Porque sí ¿A dónde te dijo que iba?

—No lo hizo. Sólo mencionó que era algo importante.

—Entonces, lo es ¿Sabes? Yoongi siempre fue un tipo honesto. Si te dijo que era así, debes creerle.

—Lo hago —subió los pies a la silla, abrazó sus rodillas—. Quiero hacerlo... —musitó.



Hoseok, al notar el estado de ánimo del menor, cambió de tema para intentar animarlo. El muchacho pasó el resto de la tarde junto a Jimin. Charlaron hasta el cansancio, cenaron juntos y miraron una película. Cuando ya se había hecho tarde, el mayor se marchó, no sin antes haberle dado un fuerte abrazo y haberle dicho que lo quería.

Alone [Yoonmin] ©Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon