🌿Éxtasis

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—¿Qué se supone que haga ahora?

—Los calmantes están en la mesita de noche... —susurró.

Prendí la luz con rapidez y abrí el cajón. Comencé a buscar entre un montón de cosas un calmante, pero a cambio, encontré una tira de pastillas vacía.

Se la mostré y Victor posó sus manos sobre su rostro con enojo.

—Perdóname, siempre estoy arruinando las cosas...

—No digas eso.

Victor calló largos segundos, en los cuales no apartaba las manos de su rostro y aquello comenzó a preocuparme a sobre manera.

—¿Victor? —intenté mover su brazo, pero él ejerció algo de fuerza, impidiendo que dejara su rostro a la luz.

—N-no hagas eso... —susurró con la voz algo distorsionada gracias a sus manos imposibilitándole a su boca moverse con normalidad.

—No puedes estar así toda la noche.

—¡S-sí puedo!

—No, no puedes.

—¡Que sí!

—Vamos... no hay nada que debas ocultarme, además, eres precioso.

—N-no en este momento.

—Victor...

—¡Qué!

—Déjame ver tu rostro, no hay nada de malo con él.

Me acerqué a él y tomé sus manos con lentitud, retirándolas con suavidad, en caso de que se arrepintiera.

Pero nada me preparó para aquel paisaje frente a mis ojos.

Un pequeño hilo de saliva cayendo por su boca abierta, y por donde su lengua, parecía querer salir. Sus ojos entreabiertos con pequeñas lágrimas en la comisura de estos. Sus mejillas maquilladas en un natural y fogoso rojo. La respiración era exageradamente espesa, pero silenciosa.

—No me mires así, Yuuri...

Sentía que mis ojos saldrían de su órbita y la sangre subía a mis mejillas en cosa de segundos.

Me reacomodé, y con ello, las sábanas y mantas se movieron.

—¡Hey! Ten cuidado... las sábanas me rozan. —intentó susurrar entre jadeo y jadeo para finalmente colocar una mano sobre su boca.

Sentí unas fuertes ganas de apretar las piernas para evitar cualquier acción que mi cuerpo creara para perjudicarme.

Victor se quedó mirando el techo, con su pecho bajando y subiendo con rapidez. Sus manos apretaban las sábanas con fuerza. Yo a su lado, lo apreciaba de costado.

—Sé que esto puede ser difícil para ti, pero si lo deseas, puedes hacer tu cama y dormir solo...

—Quiero ayudarte.

—No digas eso. Sabes perfectamente que la única manera de ayudarme, es teniendo cosas conmigo, morderme y todo aquello que te terminaría atando a mí.

—¿Crees que es la única manera?

—Sí —dijo en un tono neutro.

—¿Totalmente seguro? —repliqué con una sonrisa ladeada.

—Sí... —su voz había salido un poco más dudosa.

—No pareces estar seguro.

—Sí lo estoy...

—Vamos, quiero escucharte sonar decidido.

Acerqué mi rostro al de él y pasé mi nariz por su mejilla.

—Yuuri...

—Estoy esperando que digas que no es la única manera. —susurré contra su oído, lo cual lo hizo gemir extensamente.

—P-pero...

—¿Pero? —besé el lóbulo de su oreja.

—E-es la única manera y estoy seguro de ello.

—Tenemos a un omega muy terco aquí. —respiré espesamente sobre su oído, con todas las intenciones del mundo puestas en aquella acción.

—¡Yuuri!

—Tienes una linda voz suplicante, recuerda utilizarla en nuestra primera vez.

—¿Q-qué?

—¿Puedes imaginarlo? Yo sí.

—¿I-imaginarlo?

—Tú, yo... —susurré contra su cuello, en el cual deposité un extenso beso—, aquí o en mi habitación.

—¡C-cállate!

—¿Por qué? ¿No te agrada la idea?

—No es eso...

—Me encantaría que fueras mi primera vez. —lo miré desde arriba con una sonrisa sincera.

—A mí también. —dijo mirando mis ojos para luego bajar a mis labios.

—Imagina todos los besos que podría darte.

—Sí...

—Puedes sentirlo, ¿cierto? —mi voz se adaptó al silencio que creó la noche—. Cada beso, cada caricia. Mis manos moldeando tu cadera en cada movimiento.

—Y-Yuuri... no sigas, por favor.

—Mi cuerpo abriendo paso entre tus preciosas piernas.

Victor levantó un brazo y apretó la almohada sobre la que descansaba.

Al estar de costado, metí una mano entre las sábanas y la posé sobre su abdomen.

—La habitación con nuestros gemidos en cada rincón.

Comencé a hacer figuras imaginarias con mis dedos sobre su piel.

—La piel sudada de tu espalda contra mi pecho.

Victor había cerrado sus ojos.

—Tu cabello cayendo sobre mi rostro.

Gemidos.

—Tus piernas rodeando mi cintura.

Un grito.

—Tu vientre lleno.

El clímax.

⚀Continuará

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Créanme que estoy hypeando tanto como ustedes (?)

Ni se les vaya a ocurrir tildar a Yuuri como un aprovechado, pervertido o algo. Es claro que estaba buscando hasta la última opción existente para ayudar a su angelito sin ponerle ni un dedo encima. >:c

✨ *Corazoncitos para todos* ✨

*Edit: No tengo intenciones de hacer hard aquí, y realmente me apena que sea lo único que muchas esperan...

Dulce y etéreo [Omegaverse/Yuuvic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora