Capítulo 7: Lazos

7.9K 756 199
                                    

No me había golpeado ni nada por el estilo, entonces ¿me había mordido? Levanté la vista y me encontré de frente con Kuroo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No me había golpeado ni nada por el estilo, entonces ¿me había mordido? Levanté la vista y me encontré de frente con Kuroo. Él pasó su dedo por la comisura de mis labios y me limpió la sangre que brotaba.

— Rena-chan ¿te encuentras bien? — Yoko se acercó rápidamente.

— Tranquila, no tengo nada, solo es que suelto demasiada sangre — reí.

Lev tenía la vista clavada en Kuroo. Le estaba mandando una mirada asesina, lo que me hizo pensar en lo tierno que parecía cuando se preocupaba por mí.

Megumi me tomó del mentón y me  examinó.

— Oye eso es profundo ¿Cómo te lo has hecho? — encogí los hombros. 

— Tampoco es para tanto — me restregué la mano por el mentón para quitar la mancha roja — Solo pensé que tenía que parar el balón, y la tensión me pudo al parecer — me rasqué la nuca a la vez que sonreía.

— Tienes que curarte eso — señaló la herida — Que alguno de vosotros vaya a avisar al entrenador de que vamos a la enfermería — Kuroo me tomó de la mano y me llevó fuera del edifico.

— No hace falta que me acompañes, puedo ir yo sola — observaba su espalda mientras me guiaba. Era tan amplia y musculosa que cualquiera babearía si lo viera sin camiseta — Puedes volver, no te preocupes — el calor subió por mis mejillas e intenté soltar su agarre, pero lo único que conseguí fue que apretara más su mano y todo un trayecto hasta la sala en silencio.

— Siéntate ahí — señaló una camilla.

— Ya te he dicho que...

— Que te sientes — ordenó.

Suspiré y apoyé mi peso en la camilla que había señalado. Miré como el de tercero revolvía en los armarios en busca de algo. Me senté y comencé a balancear las piernas.

Al ser por la tarde, la enfermería estaba vacía, y no había rastro de ningún responsable de la misma.

El sonido de las puertas de los armarios cerrándose me sacó del trance. El azabache se acercó a mí con algunas cosas en las manos, las dejó en la camilla y con una mano me tomó el rostro.

— No te vayas a quejar ahora por lo del espacio personal — sonrió.

Tomó una gasa y cuidadosamente la puso sobre mí labio inferior. No pude evitar cerrar los ojos con fuerza al notar que estaba húmeda y fría. Comenzó a dar toques para limpiarme toda la herida, fijé mi mirada en su cara concentrada.

《De cerca se ve bastante bien》

— Ya mismo acabo — cogió otra gasa limpia y presionó un poco — Es muy profunda, te has mordido fuerte.

— ¡Auch! — dí un brinco.

— Lo siento — quitó la mano rápidamente.

— N-no pasa nada — volvió a ponerme el pequeño tejido.

Sorry, but I won't give up [Kuroo Tetsurō x OC/Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora