reggeaton lento

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Pi pi pi pi. De repente me desperte, infierno de cacharro, juro que odio ese maldito despertador.

-¡CALLATEEEEE! o juro que te tiro por la ventana.
Se pensaran que estoy loca por hablar con una maquina asesina timpanos, pues si ultimamente estaba pensando que me estaba volviendo loca de tanta rutina, todo era despertarme, ducharme, desayunar a toda leche porque llegaba tarde a clase y salir corriendo, coger el bus y llegar a la universidad para aburrirme como una ostra durante 6 interminables horas para intentar labrarme un futuro. De hecho estaba a punto de conseguirlo porque ya estaba en el ultimo año de mi carrera de fisioterapia.

Había sido duro todos estos años de sacrificio estudiando y trabajando en diversos empleos para poder costearme mi carrera ya que ha mis padres no esque les sobrara el dinero precisamente, pero estoy orgullosa de haber llegado donde estoy por mi misma.

Me encontraba en casa, acababa de entrar por la puerta y ya tenía que volver a irme. Cogí mi móvil y llame a mi alma gemela, despues de 4 tonos me cogió el teléfono.

-que pasa capulla- me dice mi mejor amiga, joder si que estaba de buen humor hoy.

-joder Isabel yo también me alegro de oírte

-es broma Sandra, sabes que te quiero, aver dime que te pasa

-necesito que me hagas un favor por favor- le digo a mi amiga, poniendo ojitos de cachorro, aunque ella no me vea se que me conoce lo suficiente para saber que lo estoy haciendo.

-Sandra se que estas poniendo ojos de cachorrito-.

Comienzo a reirme a carcajadas al darme cuenta de lo mucho que me conoce la jodía

-aver dime de que se trata- me dice mi amiga

-necesito que me lleves al trabajo y luego me recojas, mi coche esta en el taller.

-buff que remedio, tendré que hacerlo como buena amiga que soy.

Juro que adoro a esta chica, si no fuera porque me pierden los hombres me casaría con ella.

- te quiero amiga eres la mejor, te espero en 15 minutos en mi casa, te adoro- y cuelgo

Todavía me acuerdo cuando conocí a Isabel, al principio no me cayó muy bien porque la jodía se dedicaba a mirarme mal, pero pronto surgió una amistad que nada ni nadie sería capaz de romper.

Isabel era una chica alta, delgada y muy blanca de piel pero que combinaba a la perfección con su pelo castaño oscuro, sus ojos eran verdes y pequeños, tenía un caracter extremadamente fuerte, pero yo sabía como amansarla, en el fondo es super dulce y lo que más me gustaba de ella es que jamás me fallaba, era la mejor amiga que podia existir en este mundo.

Y luego estaba yo, una chica bajita que se podría comparar con un hobitt del señor de los anillos, si amigos no exagero mi estatura es de 1'51m, pero llenos de amor y ternura, no se por que a todo el mundo le daba por abrazarme debido a mi estatura, seguro me moriré con la duda, era delgada pero no llegando al extremo porque tenia mi buen trasero y mis buenas curvas, mi piel era blanca pero no tanto como la de mi amiga, mis ojos aparte de enormes eran de un color marron miel intenso, era lo que mas me gustaba de mi, y mi pelo castaño claro que lo tenía tan largo que casi me llegaba al trasero, si amigos esa era yo, la adorable sandy la que estaba enamorada de la idea del amor, soñando todas las noches con que algún día se encontraría a su príncipe azul.

Estaba en la puerta esperando a mi amiga, ya llegaba 5 minutos tarde, juro que odio cuando la gente llega con retraso.

-bien ahora llego tarde a trabajar, gracias Isabel- gruño para mi misma

Tu Recuerdo Sigue En MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora