Capítulo 3: Abstinencia

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Después de media hora de errores tontos y esquivar imágenes indeseables, aunque en realidad sean muy deseables, me doy por vencida y decido parar. 

— Paremos aquí chicos, he tenido un día de mierda — saco mi iPhone y mando un texto a Joseph.

Pasa por mí :c requiero de tus labios. Pd: Estoy en el ensayo

Me bajo de la tabla de la batería y me echo semi acostada en un viejo sillón.

— ¿Que te sucede? — pregunta Karen en una combinación de enfado y desconcierto.

— Falta de sexo — respondo con malestar, casi como una pequeña haciendo pucheros. 

— ¡Fuertes declaraciones! — Cody se burla de mí, tiene colgando la guitarra de su hombro.

— Si tu quisieras... bueno, ya sabes para esos somos los amigos. — se ofrece Petter.

— Púdrete — finjo enfado pero no puedo evitar reírme.

Platicamos de cosas insignificantes mientras espero, reímos y disfrutamos, vivimos... A los diez minutos recibo un texto de Joseph, me espera afuera. Me despido de todos, al salir lo primero que veo es a mi sexy mejor amigo recargado en su Tundra azul marino del año con los brazos cruzados sobre su pecho y su primo a un lado.

Me acerco a él, abre sus brazos para recibirme, los coloca en mi cintura, rodeo su cuello con ambas manos, lo saludo con un beso, corto y fuerte, en la boca.

— Parece que algo le han hecho a mi chica — si un hombre me conoce bien es este.

— ¿Me tiene que suceder algo para besar a mi mejor amigo? — pregunto ofendida y simulando indignación con ambas manos.

Ambos reímos al escuchar lo loco que suena eso. Le doy las llaves de mi auto a su primo, lo llevara cercas de casa mientras yo tengo una entretenida plática con Joseph.

— ¿Está todo bien? —insiste mientras conduce a mi casa.

— Día de mierda — digo con desgano.

Cuento todo lo ocurrido en mi día, desde que el estúpido despertador no sonó hasta los lloriqueos de los chicos por el castigo. Ignoro la parte del chico nuevo, por alguna extraña razón evito contarle el percance con él y que no puedo dejar de pensar en su mirada ni siquiera ahora que estoy con él.

— Vaya... que has tenido un mal día

No lo dejo hablar mucho, cuento cada detalle, escucha con atención y adoro eso de él. Claro, además del magnífico sexo que tenemos.

Se estaciona en una plaza solitaria que está cerca de la privada donde vivo, hay tiempo de algunos cuántos jugosos besos, dejando el lugar del copiloto y me subo a horcajadas encima de él. Sus manos bajan y suben de mi cintura a las piernas acariciando mi trasero, despeino su cabello, nuestros labios se unen en un desesperado beso.

— Iza... — deja de besarme — ahora que no estás con Bryan — me mira fijamente, a pesar de tener el rostro serio su mirada arde.

Ya sé a dónde va todo esto y no pienso seguir por este camino.

—Joder Joseph. No volvamos a lo mismo — mi voz suena fastidiada ¿Será porque lo estoy?

— Joder tu Iza — sus palabras son duras pero su voz suena tranquila — tenemos tres años siendo amigos, amigos con sexo, salidas y toda esa mierda que hacen las parejas ¿Por qué no quieres andar conmigo?

— Ya lo hemos hablado antes... — intento bajarme de encima, pero él me detiene rodeando mi cintura con sus largos brazos, apretando su agarre. — Cariño, tú sabes que te quiero. Jamás te cambiaría por nadie, pero así son las cosas. — Le explico, por milésima vez, acariciando su mejilla.

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⏰ Last updated: Aug 19, 2017 ⏰

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La chica de mis sueñosWhere stories live. Discover now