Capítulo 47

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Si me preguntan por mi estado de ánimo en estos momentos, muy segura respondería: ¡Deprimida!

He intentado por todos los medios concentrarme en mis tareas de la universidad, pero sencillamente el vecino del piso de arriba hoy se le dio por amanecer deprimente con su música, y de paso, hacernos partícipes de su deprimencia.

¿Así se sentirán los demás cuando yo pongo mi música?

Mil y un historias me he inventado para estar aquí
Aquí a tu lado

¡Oh Dios! ¿Es en serio? Mi vecino está peor de lo que pensé.

Y no te das cuenta que ya no encuentro más que hacer

Obvio, ya no tienes más que hacer sino deprimir a tus vecinos.

Sé que piensas que no te he sido sincero
Sé que piensas que no tengo remedio

Yo también lo creo.

Pero quién me iba a decir que sin ti no se vivir

Quién quiera que seas y donde quiera que estés ¡Ven al rescate de este pobre hombre o mujer!

Me río de mi misma por la situación, pero es que el tipo o la tipa dan pena ajena. Y yo como tonta hablando sola. Soy toda una loquilla.

Sigo escuchando la música deprimente de mi vecino hasta que me acostumbro a ella. Después de todo, ese es mi tipo de música ¿No? Entonces no veo el por qué quejarme.

¿Sabes? No pido nada mas
Que estar entre tus brazos
Y huir de todo mal
Que ha todo he renunciado
Por estar cerca de ti

Al menos este chico o chica tiene buen gusto musical

Como aguja en un pajar te busqué sin cesar
Como huella en el mar
Tan difícil de hallar
Tanto tiempo busque
pero al fin te encontré tan perfecta como te imaginé

Sin antes darme cuenta estaba siguiendo la letra de canción y con mi lapicero de micrófono.

Así no se puede.

Termina la canción y enseguida suena otra demasiado familiar para mi gusto.

Tengo ganas
tengo tiempo y mil canciones que cantarte
Tengo historias, tengo cosas que contarte
Más hoy tengo tu llegada y mi mano
Voy a darte.

La canción hace tanto efecto en mi que hasta siento que todos y cada uno de los huesos de mi cuerpo, junto con tejidos, ligamentos y demás se estremezcan por el recuerdo.

Flashback

Es un día de trabajo normal para Scarlett, la organización del almacén ha supuesto más trabajo para ella y para los asesores.
Por otra parte, Tomás no hace más que pensar en ella y en su hermosa sonrisa. Sabe que ella es la luz de su camino, trata de reprimirla por un momento de sus pensamientos, pero sencillamente se le hace imposible. Sin embargo, ha prometido que su relación se hará pública cuando Scarlett sé sienta preparada, pero eso no es impedimento para hacerla sentír especial aunque sea un momento ¿Verdad? Pensó él mientras se dirigía a la tan exasperante Caroline.

—¿Tiene algún tema de Andres Cepeda en la playlist?— preguntó el sin ser tan evidente

—claro jefe, aquí tengo varias canciones que Scarlett ha incluido— Tomás sonríe satisfecho

—¿Estará en la lista tengo ganas?

—Si, ¿Desea escucharla?

—Por favor— respondió el aún con la sonrisa en su cara y devuelta en su escritorio.

Scarlett se percata del cambio de música y decide dejar un rato solos a sus compañeros para ir a hablar con Caroline, aunque amaba a Cepeda, sabía que eran mejor las canciones movidas para aligerar el ambiente. Al llegar a la oficina no ve a Caroline y solo esta su jefe quién le sonríe cariñosamente.

—¿No es muy romántica esa canción para qué esté en los altavoces?—preguntó ella dudosa

—Si—respondió él con desdén— ¿No le parece apropiado señorita Williams?

—Solo un poco

—Pues déjeme decirle que le va a parecer más apropiado cuando le diga el por qué decidí que estuviera en altavoces—sabía lo curiosa que era ella y la había picado.

—¿Ah sí? Pues dígame jefe

Tomás se acercó a ella para hacer énfasis en la canción

—Es que vi que pasabas, me acerqué por que pienso, que por ti yo esperaba.

Ambos sonrieron como el par de enamorados que eran.

Fin del flashback.

Una ligera lágrima se escapa de mi ojo pero no me permito más. Recordar lo nuestro hace que mi corazón se rompa mas. Como si eso fuera posible. Vuelvo mi vista a mi tarea, pero la siguiente canción hace que sienta ganas de conocer a quien quiera que la esté colocando en el piso de arriba.

Que disparate el tuyo, que necedad más grande
Querer pintar de fiesta a un alma tan revuelta

Tomo mi bastón y me calzo las pantuflas.

Una vida en remate

Qué ocurrencia más loca es darle tu alegría

Agradezco que mi madre se haya ido a hacer la compra y me apresuro a salir del apartamento.

Si yo ya estoy de vuelta con la piel incompleta y mi canción herida.

Subo dificultosamente el último escalón para quedar frente a la puerta de mi misterioso vecino con buen gusto musical

¿Cómo te atreves? A volverme a hacer temblar con un te quiero

Y ese pedacito de canción me hace acordar de que en mi inconciencia el la cantaba

Pequeño flashback

¿Cómo te atreves? a volverme a hacer temblar con un te quiero
A robarle la tristeza a mi bolero
A lograr que me detenga que me quede ¿Recuerdas esa canción? La escuchabas cuando nos vimos por primera vez. Cuando creí que la escuchabas por mi.

Fin del pequeño flashback

Pero deshecho rápidamente ese recuerdo.

A robarle la tristeza a mi bolero​

Timbro varias veces

A lograr que me detenga, que me quede

Abren la puerta y a quien veo hace que contenga el aliento

¿Cómo te atreves? Si hace tanto que en mis noches no hay alargues

¿Señorita Williams?— pregunta él que es demasiado guapo hasta para su propio bien

Y ya olvide lo que es poder contar con alguien

—Si, hasta que usted me quiera dar su apellido—respondo y él sonríe

Mandar al diablo mi temor

—Ya me habían hablado de ti— dice y noto que detrás de él viene otro chico demasiado conocido, esta vez para mi propio bien

—Espero que le hayan dicho que soy el amor su vida.— respondo todo el tiempo con mi mirada en Tomás quién tiene el ceño contraído

¿Cómo te atreves?

—Scarlett ¿Qué haces aquí?

Te elegí para SIEMPREWhere stories live. Discover now