The boy who had no choice. 《Dramione》

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Aquella noche Hermione dormía en la habitación de Ginny, habían pasado horas y horas hablando sobre, bueno, como ellas decían cosas de chicas.

Ginny le explicaba como se sentía y como iban las cosas con Harry, resulta que la chica a veces pensaba que él pasaba de ella.

- Debe ser por el estrés acumulado, no te preocupes.

Hermione la intentaba calmar de alguna forma u otra, aunque a ella, las cosas no le iban mucho mejor.

Últimamente peleaba mucho con Ron, la verdad es que no tenían nada en común, se empezaba a preguntar si haberse besado con él y a continuación haber comenzado una relación había sido un error.

Claro que luego se decía a si misma que como podía pensar en esas cosas. Ron, en el fondo la quería. O eso pensaba, últimamente estaba muy distante.

Hermione despertó a las 9 de la mañana y fue a darse un baño, dejando a Ginny dormir plácidamente. Miró en el interior de el dormitorio de los chicos y tambien seguían durmiendo.

Buscando algo que hacer fue a su habitación, siempre llevaba con ella un buen libro para pasar el rato asi que se pondría a leer, sí, era muy temprano, pero por hacer algo.

El libro estaba sobre el escritorio, un escritorio con un gran cúmulo de papeles desordenados sobre el.

- Por el amor de dios Hermione, no puedes ser tan desordenada.

Diciendose eso a si misma, impulsó los papeles hacia el borde del escritorio y los dejó caer a la papelera, sin darse cuenta de que un sobre con una carta en especial tambaleaba y en vez de caer en la basura quedaba tendido debajo de la mesa.

Se lanzó a la cama y comenzó a leer, estaba tan inmersa en la lectura que solamente la sacaron de aquel trance unos golpes provenientes del piso de abajo.

- Hermione! Hora de comer! - Gritaba Ron desde abajo aporreando el techo con la escoba.

Hermione lanzó un bufido y se incorporó, cuando estaba por dejar el libro sobre la mesa el punto de libro que este contenía se deslizó y cayó al suelo.

Ella se agachó y cuando se incorporaba...

- Ohhg será posible!!

La chica adolorida comenzó a frotarse la cabeza, se había golpeado con el canto de la mesa quedando de rodillas contra el suelo.

Entonces lo vio, un sobre, nuevo y brillante. Se lo quedó mirando extrañada lo recogió y comprobó que no llevaba nombre alguno, no sabía quien lo había enviado pero estaba claro que era para ella pues en una esquina y casi ilegible se podían ver las siglas: H.G

Estaba por abrirlo cuando un golpe hizo que se sobresaltase tanto que botó sobre si misma y volvió a aporrearse la cabeza contra la mesa.

- Joder!

Con cuidado se levantó y dejo el sobre en la mesa junto con el libro.

Tendré que leerlo más tarde. Pensó agobiada por la prisas que Ron le daba.

Y a regañadientes bajo a comer, con toda la familia Weasley en su esplendor, y su más que amigo, hermano, Harry.

Para su sorpresa, Molly había preparado un increíble banquete.

- ¿Qué celebramos? - dijo alegremente.

- Qué todavía podemos tener momentos felices en familia.

Todos quedaron en silencio, los 3 amigos sabían que después de haber escapado de la mansión Malfoy, las cosas no podrían ir mucho mejor.

Voldemort estaría enfadado, muy enfadado. Buscaría venganza sin duda.

Y Bellatrix...

¿Por qué no me mataste cuando pudiste? Era tú oportunidad y no lo hiciste.

Hermione nunca dejaba de pensar en ello, necesitaba una explicación.

Y a fin de cuentas, pronto la tendría, por escrito y por la persona más inesperada.

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En la mansión Malfoy, un joven de pelo rubio miraba por la ventana preguntándose si su avisó habría sido leído a tiempo.

Siento las faltas de ortografía intentaré corregirlas todas lo antes posible.