capítulo seis

7.2K 1.1K 639
                                    

****

Estaba moviéndose en el sillón con incomodidad, su pierna derecha se movía en un tic nervioso casi imperceptible. TaeHyung estaba a su lado removiendo las hebras de su cabello con suavidad a la par que sus pies pataleaba en el aire, él haciéndolo de manera más escandalosa y por mero juego. El aroma de la comida debía estarse sintiendo, de hecho... debían tener hambre ya, pero la ausencia de dos personas en la casa causó que los alimentos se postergaron un tiempo más junto con su hambre, así que sólo el tic tac del reloj —y unas voces tenues en la cocina— los acompañaban.

— ¿Estás nervioso? —preguntó el pequeño con voz en un puchero mientras mientras miraba la sala con interés.

— No.

— Pareces nervioso.

YoonGi no respondió, miró a la ventana y agudizó sus sentidos esperando oír el rugir de la camioneta. Pensó en la hora, ya deberían haber llegado, la cita de JiMin estaba programada para la una de la tarde —lo sabía porque él mismo había revisado la agenda de HoSeok—, no sabía si habían decidido pasar a la tienda de nuevo para administrar el resto del día, pero el pensar en la elección del omega lo ponía ansioso. No lo iba a culpar por cualquiera que fuera la vía que tomase, lo iba a apoyar, quería ser un buen amigo, entendería y trataría de ayudarlo, ¡Claro! si quería ayuda. Jugueteó un poco con la orilla de su suéter pellizcando entre sus dedos, acariciando el delgado material, lo hizo con un mantra silencioso que repetía en su mente queriendo tranquilizar esos pensamientos que lo empujaban a pensar que estaría solo, triste, ansioso y HoSeok estaría indiferente causándole daño emocional. Pero no... HoSeok nunca sería así, sólo era su paranoia.

— Yo estoy nervioso. —Habló el pequeño a su lado, sus ojos grandes y brillantes estaban mirándolo directamente— a todos nos da miedo ir al doctor ¿no?

YoonGi sonrió ante la inocencia del niño, acarició suavemente su cabello delicado llegando hasta su nuca. Quizás era la empatía natural que salía de TaeHyung hacia él lo que lo volvía muy sensible ante el olor de su estrés y por la que, sin saberlo, respondía queriendo calmarlo.

Escuchaban pacientemente el golpeteo de un cuchillo contra una tabla de madera que estaba siendo ocupada para cortar verduras y hacer un caldo, aunado a las suaves risas de NamJoon que seguramente salían por algún comentario de SeokJin. Mientras tanto JungKook ayudaba haciendo pequeñas empanadas con sus dedos embarrados de masa amarilla, las cuales según mencionaron los alfas al menor, serían para merendar, era viernes así que podrían dormir un poco más tarde sólo por beber chocolate con esas empanadas —prometiéndole unas como postre—.

El menor de los tres, de momentos, miraba hacia la sala buscando los pies de TaeHyung, sabía lo mucho que le temía a los doctores y lo preocupado que estaba por el único omega de la casa y también por el alfa pálido.

— Haz uno con el doble de mermelada... —mencionó SeokJin poniendo su mano, recién lavada, en el hombro de JungKook.

— Pero...

— Será nuestro secreto, hazle algo especial en una esquina, así sabrás cuál es de TaeHyung. —Sonrió NamJoon en complicidad queriendo hacer sentir mejor al pequeño que estaba con ellos.

— ¡Sí! —JungKook sonrió con el rostro del cómplice inocente, tomó la cuchara y colocó la mermelada con precisión haciendo que de todas las empanadas esa fuera la más gordita, recordó rápidamente lo que NamJoon le dijo, debía ponerle una seña para indicar que esa era para TaeHyung, así que se estiró tomando un tenedor e hizo el intento de una carita feliz en una esquina, quizás si su hermano miraba el pequeño dibujo podría llegarse a contagiar el sentimiento.

no me dejes caer ›› ymWhere stories live. Discover now