Prologo

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Gris, todo era absolutamente gris, no había color en esa pesadilla, todo era gris y olía a quemado; las cenizas caían del cielo y cubrían los diminutos y quemados cuerpos, estaban muertos, todos los niños habían muerto, excepto Pip...

Todo era gris hasta que los ojos de la bestia aparecieron y se llevaron su aliento, y entonces la bestia le hablo...

Pilliph Pirrup despertó de inmediato y como impulsado por un resorte se sentó en la cama, en ese mismo instante su reloj despertador sonó y él lo silencio rápidamente, se encontraba tembloroso, su pecho subía y bajaba rápidamente, jadeaba y el sudor le bajaba por la espalda, Como cada vez que recordaba esa pesadilla,

No, no era una pesadilla, era más bien un recuerdo, un amargo recuerdo de su infancia que nunca lo dejaría en paz

Pip se levantó de la cama y fue a paso lento hasta la regadera para tomar una ducha y después salir a la universidad, mientras el agua caliente caía por su cuerpo y el blanco vapor llenaba por completo el pequeño baño, Pip recordaba ese trágico suceso que lo había marcado de por vida

Cuando era niño vivía en un orfanato, a pesar de su orfandad era feliz viviendo con los otros niños a los que apreciaba como sus "hermanos", sin embargo un horrible incendio se llevó la vida de todos, dejándolo como el único sobreviviente

No recordaba que cosa causo el incendio, solo recordaba verse a sí mismo entre las ruinas y las cenizas del orfanato, rodeado de los cadáveres de los niños y monjas que vivían con él, y también recordaba unos extraños ojos color carmesí, unos ojos que lo miraban fijamente y lo perturbaban; usualmente la pesadilla terminaba cuando esos ojos grandes y demoníacos aparecían, pero en esta ocasión fue distinto, Pip tuvo la vaga sensación de que ese "ente demoníaco" le hablo, no recordaba lo que le había dicho, pero estaba seguro de que le hablo.

Después de salir de la regadera, Pip tomo un ligero desayuno de leche, pan tostado y mermelada, salió de corriendo hacia la universidad -que afortunadamente- estaba solo a unas calles de su humilde departamento, mientras corría por las calles tenía la vaga sensación de ser observado, pero después de voltear varias veces se dio cuenta de que la calle estaba vacía, cuando llego a su destino entro de inmediato al aula para su clase de filosofía y se encontró con la clásica escena de siempre, Stan y su grupito -Kyle, Eric, Butters y Kenny- hablando de tonterías en un lado, Bebe, Wendy y el resto de las chicas lindas, sentadas sobre los pupitres y hablando cosas de chicas, Trent Boyett y su grupo de matones al fondo del salón , Jimmy, Kevin y Jason charlando en otro lado y así sucesivamente, la escena de cada mañana

-ngh...buenos días Pip-

El inglés volteo un poco su rostro para encontrarse con la melena revuelta y ojos verdes de Tweek Tweak que lo saludaba como todos los días

-buen día Tweek- respondió con una sonrisa

-ugh, mis padres me dijeron que te preguntara si podrías trabajar esta tarde, hace falta un poco de ayuda en la cafetería-

-oh claro, ahí estaré-

Antes de que pudieran seguir con su charla, Craig Tucker, Clyde Donovan y Token Black entraron al aula, deteniéndose justo a un lado de ambos rubios

-buenos días- saludo Pip de forma cortes Clyde sonrió como siempre, Token levanto la mano a forma de saludo y Craig lo ignoro

-Tweek ¿trajiste el ensayo de filosofía?-pregunto Tucker

-¡gha! ¿Qué ensayo?- se alteró el rubio

-eres un tonto-

Contesto simplemente el pelinegro y jalo del brazo a Tweek para pasarle el ensayo de filosofía, Pip también entro al aula y se sentó en su lugar habitual, después de varios minutos llego a pensar que su maestra no iría a clases -algo ya no tan extraño, la señorita Selastraga había faltado mucho últimamente- un par de minutos más, la directora Victoria ingreso al aula acompañada de un apuesto joven que se robó la mirada de todos, era alto y su piel demasiado pálida, hacia un contraste interesante con sus cabellos y ojos negros como el ébano

L.D.A.Y.M.Onde histórias criam vida. Descubra agora