Cap.38 Π♦"Reunión"-p.2♦Π

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ALEX.

-No entiendo ¿Porque te empeñaste en buscarme? Yo pude haber venido sola —Baje del auto, una vez él había abierto la puerta.

Él siguió caminando hasta dentro de la mansión, una diferente a la otra, cuál quedaba un poquito cerca de la ciudad.

-¡Jayden! —Le grité, buscando su atención.

Paró el paso y siguió de espaldas hacia mi.

-¿Qué? —Dijo con la voz ronca, y sus ojos se clavaron en mi, esa mirada fría.

-Te hice una pregunta —Golpeaba el piso negro de mármol, con la suela de la zapatilla.

-No sabrías como llegar —Aún sigue empleando el mismo tono.

Continuó caminando a no sé donde.

-¿Ah si? Me podías haber pasado la dirección —Continué siguiéndole.

-Como ya viste es un lugar diferente, además NADIE sabe las direcciones de donde estoy —Remarcó el "Nadie".

-Te diré algo, no sé porque sera y ni siquiera me interesa, tampoco es que sea una de esas locas obsesionadas. Yo te conozco DIABLO —Copié su acción.

-No me digas —Dijo con burla.

-Me vas haciendo se favorsito de bajar tu ego, que no todas mueren por ti ¿De acuerdo? —Dije enojada.

Abrió una puerta maciza. Se detuvo antes de entrar a lo que creo que es una oficina.

-Bien. Pero, no por todas yo muero —Lo miré fijamente a los ojos.

Él sostuvo mi mirada.

Parecía como si estuviéramos compitiendo en quien dominaba a quien, como si alguno de los dos, iría a descubrir algo con sólo una mirada. El mirarlo a los ojos era como perderme en un pozo sin fondo, donde no sabría que haría a encontrarme, era estar en un bosque frío, en un laberinto sin salida, era impasibilidad y clama a la vez. Esto era guerra y paz a un mismo tiempo.

Perdida en su mirada seguí pensando en sus palabras: No por todas yo muero.

¿Sería él capaz de morir por mi? Es la única cosa en mi cabeza.

Inconscientemente la distancia entre nosotros se fue acortando, hasta tal punto que lo que eran metros, se disminuyeron a centímetros.

Cerré loa ojos esperando en contacto con su labios, lo que nunca llego. Si un beso entre mis cejas, que me hizo sentir protegida y débil frente a él.

Nos separamos y yo me balanceé algo...¿nerviosa?

Él carraspeo, aún parado en el marco de la puerta.

-Estaré aquí, si quieres puedes ir a descansar en mi habitación ó ver la tv, también te podrías quedar conmigo —Dijo también nervioso.

-No esta bien, iré a descansar —Comencé a caminar por donde había llegado a este pasillo. Me detuve— ¿Dónde queda tu habitación?

-Esta en el segundo piso, la ultima puerta del pasillo —Me indicó, asentí.

Subí las escaleras, entré en la habitación indicada por él. Me aventé hacia la cama.

Ahora estaba mirando hacia el techo.

¿Podría yo con esto? ¿Podría saber quien soy realmente? ¿Sería capaz de amar?

Entre esas preguntas caí en un largo sueño.

-Alex —Escuché la voz de Jayden llamarme.

-¿Hmm? —Dije aún "dormida".

-Despierta —Ordenó.

No ignoré y traté de seguir durmiendo, hasta sentí algo mojado en mi mejilla. Si, Jayden me había lamido la mejilla.

-¡Jayden! —Me quejé, quitando la saliva de él, con la palma de mi mano.

-Basta de quejas. Ponte estoy y si quiere s te duchas —Me pasó unas bolsas de Chanel, Gucci, Victoria's Secret y de una joyería Graff.

-¿Qué es esto? —Miré las bolsas.

-A ver si esto te lo recuerda. REUNIÓN —Dijo tajante.

Sin decirme nada más, salió del aposento.

No puede ser lo había olvidado, hoy tenía que ir a esa reunión con Jayden.

Esto explica que estuviera en Chanel aquel día.

Saqué todas esas  conclusiones de la cabeza, dirigiéndome al baño.

25 minutos me tomo ducharme, cepille mis dientes y salí corriendo otra vez a la habitación.

Por intuición abrí la bolsa de Victoria's allí había un conjunto de lencería blanco, el sujetador era diferente, no llevaba los tirantes, sino unas plantillas de silicona dentro, me la coloqué y luego fui a abrir la bolsa de Gucci, estaba llena de cosméticos la ultima línea que había lanzado la marca.

Me llevé la bolsa al tocador, me apliqué base, polvos, delineador, sombra de ojos dorada, máscara y el labial rojo arcilla. Recogí mi cabello, ya más largo, en un moño de donde caían mechones a los lados de mi rostro.

Saqué de la bolsa de Chanel, el mismo vestido negro de escote corazón, con el cinturón bronce-Oro.

Me lo puse y buscando el cierre, mis manos chocaron con las suyas, las cuales subieron el cierre y él dejo un beso en mi hombro desnudo.

Buscó entre otra de las bolsas de donde sacó, unas sandalias negras y el tacón dorado. Él se acerco hasta mi, yo cambie hacia atrás y caí sentada sobre la cama.

Él sonrió de puso de cuclillas, tomó una mis piernas, acariciándolas con suma delicadeza, colocó una de sandalias en el pie correspondiente y repitió la acción con la otra pierna.

Me agarró de las manos, ayudándome a poner de pie, aún con mis manos agarradas, cogió otra bolsa de donde un lindo y pequeño bolso negro con diseños dorados me lo dio en manos. Por ultimo de la bolsa de Graff, sacó una cajita de terciopelo, de dentro sacó un collar de perlas negras, que descendían de una cadena notablemente de oro. Se dio la vuelta, quedando detrás de mi, estiró las manos hacia delante, en una de ellas sostenía el collar y con la otra tomó el otro extremo, dejo descansar el collar en mi pecho y lo abrochó, dejando un beso en mi cuello.

A la vez en coloqué los pendientes, que van a juego con el collar.

-Te aseguro que si no fuera por ti no iría a esa reunión y me quedaría a quitarte este vestido y ese conjunto de lencería —Dijo con voz sensual muy cerca de mi oído.

Cerré los ojos, enfocando en sus palabras y también sabiendo que mi cara se está tornando del color de las fresas.

No quedaría así frente a él.

-Te recuerdo, que no podrías hacer nada de aquello deseo, sin mi consentimiento. Y...felicidades, eres de los pocos hombres en este mundo con esos gustos tan elegante en la moda femenina ¿Tuviste ayuda? —Le dije desviando el tema.

-Para nada. Es que las princesas deben de estar presentadas coml tal ¿No? —Dijo con el mismo tono.

-Corrección, soy una Barbie, edición limitada. No una princesa barata. Pues las princesas no pueden sonar, porque aparece una bruja que hechiza al príncipe y al final la princesa termina durmiendo con el lobo. Mientras que una Barbie edición limitada, puede escribir su propia aventura y sólo la puede tener una persona —Repliqué, susurrando en su oído.


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#Jalex❤ ¡perfectos el uno para el otro! ¿No?

Voten★ &comenten.

Cap.#38








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