Como conocí a Júlia

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Una noche de karaoke, me acerque para escuchar a Julia cantar, yo estaba sentada con Alex en una mesa delante de todo, el ya sabia la curiosidad que yo sentia por esa chica tan misteriosa así que cuando termino su concierto, me obligó a ir a hablar con ella. Cuando llegué a los camerinos donde los participantes se preparaban, vi como dos matones de último año, se pasaban las partituras de Julia por los aires imitando una pelota, no podía quedarme callada, así que  sin pensarlo, me subí a la espalda de uno de ellos, ese, era Roberto la bestia, o así era como le llamaban, cuando tuve la oportunidad, le mordí el brazo tan fuerte como pude, me tiro de su espalda y se giro hacia mi, con cara de rabia

M- No me das miedo. -seguidamente le di una patada en las partes intimas, tirándolo de inmediato al suelo, al levantarse muy dolorido, empezó a correr en dirección contraria  a mi, junto a su compañero. Cuando los matones se fueron, ayude a Julia a recoger sus cosas del suelo, se las devolví, i fui dispuesta a presentarme, pero salió corriendo en cuanto recogió todo lo que se le había caído.

M- ¡Y se fue corriendo sin decir ni gracias! 

A- a lo mejor la asustaste, por cierto menuda peleona estas echa eeh pequeñaja, no me habías contado esa parte tan violenta tuya ¡jajaja!

M- gire mi cuerpo haciéndome pasar por estar muy indignada.

M- ¿¡Oye que es eso!? - dije señalando un sobre enganchado en una de las tablas del muelle del refugio.

Alex se acerco y lo desengancho del muelle, se sentó a mi lado y lo abrimos curiosos. Alex empezó a leerla:

Querida Mia,

Siento haber sido una cobarde ayer por la noche después del karaoke, debí agradecértelo, pero soy my tímida, y tu pareces tan valiente... Me intimidaste, un chico muy amable vino esta mañana a hablar conmigo, y me dijo que tenías ganas de conocerme mejor y ser mi amiga, creo que se llamaba Alex si no recuerdo mal, me dijo que dejara està carta en el buzón de su cabaña consiguiendo así que tu también la llegaras a leer, gracias por ser tan amable al salvarme de esos matones, fuiste muy valiente, y si te soy sincera yo también quiero conocerte y con suerte ser amiga tuya, pareces una chica maravillosa, y tu novio Alex también, ¿que tal si el sábado nos sentamos los tres y almorzamos juntos? Espero que aceptes.

Júlia.

A- ¿Que mona verdad?

M- ¡que graciosa se piensa que estamos saliendo! jajaja, pues me parece una ¡idea muy buena! Pero ¿porque fuiste a hablar con ella? 

A- Porque se que te haría mucha ilusión conocerla

M- Muchas gracias Alex, ¡eres el mejor!

M- Muchas gracias Alex, ¡eres el mejor!

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Una historia sin finalWhere stories live. Discover now