Desperté bruscamente cuando empezó a sonar mi movil. Todavía dormida, me tapé la cabeza con la almohada y traté de aislar el ruido. Pero el teléfono insistía.
La llamada fue a parar al buzón de voz cinco segundos más tarde, él teléfono empezó a sonar otra vez. Estiré un brazo hacía un lado de la cama, busqué a tientas mi celular sobre el buró, hasta que dí con él.
—¿Sí?— Dijé al tiempo que bostezaba con los ojos cerrados.
Alguién bufó al otro lado de la linea.
—¡Dios Lena! ¡Pero que milagro que contestas!—
Me palmee varias veces la frente reconociendo la chillona voz de mi amiga.
—Creí que te habían secuestrado.— Continuó Paris. —¡Que te habían abducido! O peor aún ¡Secuestrado y matado!—
Traté de encontrar el relój en la oscuridad. Derribé el marco de una foto que había sobre la mesilla de noche, y las de detrás cayerón en efecto dominó.
—¡Cállate Paris!— Murmuré malhumorada. —Todo la semana no hubo ni rastros de tí en la escuela, y me recriminas a mí por no contactarte.—
El resto de la semana había transcurrido lenta, aburrida, y lo más sorprendente sin señales de Trevor y naturalmente de Paris. Después de nuestra pequeña escapada a Spectrum, me dejó en el estacionamiento de la escuela, donde se encontraba mi auto, y finalmente se fué, sin decir palabra.
Ni siquiera una mirada, o una sonrisita de lado me obsequió. Nada. Y ahora se ausentaba en la escuela y nadie sabía de él.
Que triste, justo cuando comenzaba a pensar que no era tan malo como creía...
Pero lo que más me preocupaba era el tiempo que mi mente dedicaba a pensar en él. Eso no era para nada sano. Se supone que lo destesto, pero de vez en cuando, me sorprendó a mi misma pensando en él.
Sacudí la cabeza ahuyentando los pensamientos a la vez que la voz de Paris me martilleaban los oidos. No hacía más de una semana que conocía a Trevor no podía pensar así de él. Él no me convenía.
—¿...a las tres entonces?— Terminó Paris su frase que había logrado escuchar a medias, pero sabía a lo que se refería, quería salir a comer conmigo.
—Sí, suena bien— Le dije. —Nos vemos en... ¿Fuddruckers?— Él mejor restaurante de perritos calientes en todo Forks.
—¡Oh si!— Paris era realmente fan de ese establecimiento. —Oye y por cierto, ¿Que hay entre tú y ese tal Trevor?— Preguntó con voz picara.
Oh no. Aquí vamos.
—Nada.— Murmuré rapidamente lo cual delataba que estaba nerviosa.
Escuché su fuerte carcajada al otro lado de la linea.
—Si Lena, seguro que no hay nada.—Habló sarcástica. —Más te vale empezar a contar.—Habló con emoción. —No me digas lo que creo que estoy pensando. ¿Cómo es que besa Trevor? ¿Besa de rudo o es más del tipo dulce?—
Me cubrí la cara con la mano. Ni siquiera podía pensar en Trevor y yo besándonos.
—Paris...—Comencé. Pero fuí interrumpida.
—¿Fue de pico? Es igual, no tienes que responder. De sólo ver a Trevor se nota que no es de esa clase de chico que se ocupa de los preliminares. Se besan con lengua. Seguro.—
Vale, esto era demasiado.
—¡Paris!— Alcé mi tono de voz para que me escuchara. —Trevor no es mi novio, ni nada por el estilo. Es sólo me vecino, y creo que esta detras de mí. Eso es todo.— Hablé un poco abochornada.
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Curse || editando.
Teen Fiction❝Él tiempo desaparece. Lo único que queda esta en tú memoria. Y la única realidad ahora, no es sólo lo que tus ojos ven, sino lo que tú corazón siente. No me da miedo vivir. Me da miedo vivir así, sabiendo que tú dolor alimenta mi alma❞ Libro comple...