Peter P. & Tom H. Imaginas

011 - Tom Holland

Sentí la puerta del apartamento abrirse seguido del grito de Tom avisándo que había llegado, le respondí que me encontraba en la cocina.

Lo sentí entrar y me giré en su dirección.

—Quería abrazarte por detrás mientras cocinabas, como en las películas —me dio una mirada de disgusto haciéndome reír.

—En primer lugar, odio sentir presencias repentinas y en segundo, no estoy cocinando, estoy calentando un trozo de pizza que sobró de ayer.

Tom se acercó a mi rodeandome por los hombros acercándome a él, pero antes puse mis manos en su pecho.

—¿Puedo quitarte la capucha? —le pregunté con curiosidad, el día no estaba frío y el estaba con un poleron gris y capucha puesta.

Tom negó y se alejó unos centímetros con las manos sobre su cabeza.

—Bien —levanté mis hombros restándole importancia —Al menos saludame.

Al estirar mis labios el se acercó creyendo haber ganado, antes de besarnos tiré de la capucha revelando su ahora corto cabello.

Solté un sonido de sorpresa exagerada.

—¿Que pasó con tu cabello?

—Vamos, no está tan mal.

—Mi precioso —intenté poner la voz como gollum, tocando su cabello y fingiendo tristeza. Él rodeó mi cintura con sus brazos.

—Sigo siendo guapo, ahora besame.

Negué rápidamente.

—No se quien eres Thomas Stanley, ahora no se quien soy yo.

—Eres tan melodramática

—¿Melodramatica! Con tu corte de cabello se ha ido tu sentido común —me separé de él y fui a buscar mi pizza al microondas.

Sentí a Tom bufar y seguirme hasta la sala, en donde me tiré al sofá, ocupándolo todo.

—¿Ahora tampoco hay espacio para mi? —negué.

—Ni aquí ni en mi corazón.

Rodó los ojos y esta vez noté su semblante ¿Se lo estaba tomando en serio? Se sentó en el sofá individual de enfrente.

—Todos me han molestado, incluso las hollanders —su tono serio me hizo dirigir la mirada hacia él.

—Ellas te molestan incluso si respiras, eres como un meme andante.

Tom gruñó y supe que no estaba de humor, se levantó del sofá y me levante junto a él, empujandolo hacia donde yo estaba tirada anteriormente, me subí en su regazo con ambas piernas a sus costados y tome su rostro decaído.

—No sé que es lo que te tiene de mal humor pero lamento haber sido fastidiosaa cuando no lo necesitabas —besé sus labios moviendolos lentamente sobre los suyos, a los segundos sentí como rodeó mi cintura y me siguió el beso.

—No eres fastidiosa, solo estaba teniendo un mal día, a veces soy sentimental.

—¿A veces? Si hasta pareces nenit—estaba por burlarme cuando recordé que estaba intentando ponerlo de buen humor. —Lo siento, lo sé. Es por eso que tendremos algo de buen humor.

Me lancé nuevamente a sus labios besándolos con mas intensidad, me moví sobre él logrando causar un sonido gutural.

Tom se levantó conmigo en sus caderas y camino hasta nuestra habitación.

—En definitiva sabes como ponerme de buen humor.

Reímos y golpeé levemente su pecho volviendo a sus labios.

Lo que pasó tras la puerta es privado, así que hasta aquí llega la narración... Supongo...