:: Capítulo Seis ::

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Hola gente! Cómo están?

Volví de nuevo volví! Hoy les traigo un nuevo cap que acabo de terminar. Poco a poco nuestros adorados protagonistas comienzan a reconocer lo que sienten e intentan acercarse... Todo indica de que tarde o temprano el amor llegará a sus vidas...

Quiero contarles que finalmente ayer subí el epílogo de "Lilac Wine", pero según entiendo como es una historia que ya está completa no aparece en las actualizaciones. Así que les aviso por acá que ya está listo para leerlo, y los invito a que pasen y vean. Y por supuesto que me cuenten qué les pareció.

Bueno, queridos y queridas, lxs dejo leer el SEIS en paz. Espero que les guste! Y les pido que no dejen de escribirme y decirme qué les pareció!

Todos los personajes pertenecen a su autora, Naoko Takeuchi, yo sólo los tomé prestados.

Besitos y buen finde para todos!

Bell.-

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:: Capítulo Seis ::

Serena y Darien caminaron sólo un par de calles hasta llegar al bar que ella conocía. Se sentaron en una mesita de la acera y esperaron a que los atendieran.

Ambos estaban muy nerviosos, Darien porque ya no estaba acostumbrado a estar a solas con una chica en una situación tan informal y que surgiera de manera tan espontánea, sobre todo con una chica que le gustara.

Y Serena por su parte estaba histérica después de la llamada de Steven. Y aunque en parte también se sentía algo inquieta por el inesperado encuentro con Darien, en realidad esa llamada la había desestabilizado de tal forma que se sentía totalmente desorientada y perdida.

Darien la observaba con detenimiento y podía notar su nerviosismo, lo que en un principio le resultó algo gracioso. Le fascinaba cómo no era para nada capaz de disimular jamás que algo le pasaba. —Serena, ¿te encuentras bien? —le preguntó amablemente.

—¡Sí! —respondió ella enseguida—. Estoy espléndidamente bien, me siento mejor que nunca, estoy muy bien —reía nerviosa y su teléfono empezó a sonar de nuevo. Pero lo ignoró por completo y sólo miraba a Darien sonriente.

—Disculpa —dijo él, su actitud comenzaba a intrigarle—, tu teléfono no ha dejado de sonar desde que nos encontramos, ¿no piensas atender? —ella negó con la cabeza y no dejaba de sonreír— ¿Segura? —insistió.

—Segura —Serena volvió a reír—. No voy atender, no debe ser nada importante —y cuando el teléfono dejó de sonar comenzó a buscar impaciente al mesero con la mirada. Quería hacer de cuenta de que nada extraño sucedía, pero mientras más se esforzaba más se le notaba lo nerviosa que se encontraba.

—Serena —Darien intentó hablar de nuevo, pero el bendito teléfono volvió a sonar interrumpiéndolo—. ¡Serena, por dios, atiende ese teléfono o apágalo, por favor, me está volviendo loco! —exclamó impaciente.

—Lo siento... —dijo Serena avergonzada y buscó el celular en su bolso.

Antes de apagarlo se fijó quién había llamado con tanta insistencia y esta vez no le sorprendió que se tratara de Steven. Evidentemente estaba empecinado en hablar con ella. Suspiró afligida y volvió a guardar el teléfono. —Listo —miró a Darien con una nueva sonrisa—, ya no volverán a interrumpirnos.

InoportunaWhere stories live. Discover now