Capítulo 3

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Se inició una nueva semana cargada de sorpresas, excepto para mí. El domingo llegué a casa pronto, sobre las 4:00 de la madrugada, ya que Rocío se fue en aquella pequeña ambulancia con la nueva pareja del instituto y no tuve la oportunidad de contarle mi obsesión por ella. Me tomé varios Larios limón bien cargados porque lo necesitaba, bebiendo más de lo debido. Encima, desde ese momento, Sonia no me hizo caso en toda la noche. Estaba centrada en Agus, que por cierto, él le tiró los tejos y son novios. Pasaron la noche juntos en la cama de él. No penséis mal, que sólo durmieron abrazados. Para rematar, mi hermano se declaró delante de ella. Fue algo así:

*****FLASHBACK*****

Me desperté a las 11:30 de la mañana en mi habitación con un resacón horrible.
Ahora mismo lo que necesitaba era algo para ese dolor de cabeza que me estaba matando. Me cambié de forma informal con una camiseta de manga corta rosa fluorescente de Nike, unas mallas negras y mis Adidas Superstar. Fui en busca de un paracetamol, un ibuprofeno o algo por el estilo. No podía separar las manos de las sienes y tampoco de suspirar.

«Quién me mandaría tomar tanto alcohol, si luego estoy peor» pensé mientras bajaba las escaleras.

Entré por la puerta de la cocina y mis ojos se agrandaron sorprendidos: estaba Sonia sentada sobre la mesita tomándose un café. Tenía ojeras y el pelo bastante revuelto. Parecía que seguía dormida. No podía ni siquiera despertar. Era como un zombie.

-Buenos días, Alba- me miró y me saludó con la voz ronca. Lo que tuvo que pasar. Yo salí de la fiesta, pero ella se quedó algunas horas más.

-Hola. ¿Qué haces aquí?- pregunté educadamente.

-Ahora te cuento. Siéntate.- hice lo que me ordenó, a su derecha. Dio un sorbo a la taza y comenzó a explicarme lo ocurrido.- Anoche, Agus cumplió lo que dijiste. Se acercó a mí, nos conocimos y me besó. Claramente, yo le seguí el beso y así estuvimos toda la noche.- se ilusionaba al decirlo.- No me lo creo. Estoy en una nube. El chico que he amado durante años me quiere.

-Es que mi hermano es un Romeo y tu eres su Julieta. Espero que vuestra historia no acabe de la misma manera.- se rió por mi comentario.- Por cierto. ¿Dónde está?

-Seguirá acostado.

-Me alegro que todo ha...- de repente, unas manos se colocaron delante de mis párpados, impidiéndome ver nada.

-Muy buenos días, hermanita. ¿Qué tal?- era Agustín. Siempre está con sus "magníficas" bobadas que me sacan de quicio. Se apartó de mí y se acercó a la peliazul.- Hola, princesa. ¿Has dormido bien?

-Contigo, por supuesto. Te quiero.

-Y yo a ti, cielo.- se apoyó en sus hombros y ella giró su cuello para verlo mejor. Agus posó sus labios sobre los de Sonia, quien colocó sus manos en sus pómulos para hacer mejor contacto. Me gustaba verlos así de felices, pero el beso se estaba haciendo demasiado largo. Llevaban mucho tiempo así de acaramelados.

-Podiáis contaros un poquito, que estoy yo aquí delante.-me crucé de brazos y mi rostro mostraba una expresión de enfado. Se separaron inmediatamente.

-Hija, que exagerada.- mi cuñada puso los brazos en jarra.- Seguro que mi sister será tu girlfriend y te ocurrirá lo mismo.

-Ya, pero aún no es mía.- hice una pausa y continué.- ¿Al final se confirma vuestro romance?

-Sonia Cabrera Gómez,- Agustín se arrodilló delante de ella y la acarició suavemente.- ¿quieres ser mi novia?

-Sí, Agus. Sí.- se le escaparon algunas lágrimas de la emoción y se abalanzó sobre él.

Mi "Te quiero" en tu ventanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora