Mi "Te quiero" en tu ventana

Capítulo 2

Llegó la noche siguiente y, sobre todo, mi momento. Decidí que de una vez le diría a Rocío que soy la persona que la lleva amando 4 largos años, la persona que le manda cartas y la persona que quiere que sea su novia. Seguí los consejos de Sonia y actuaré antes de pensar. Espero que todo salga a pedir de boca.
Iría con mi hermano a la fiesta. Ya luego allí vería a mi amor. Le diré todo lo que siento por ella, pero sigo teniendo miedo. No quiero que por esta bobada se aleje de mí.

—Alba, ¿ya estás preparada?— gritó Agustín desde detrás de la puerta del baño de mi habitación. Estaba ya desesperado.

—No. Me estoy maquillando.— me coloqué la sombra de ojos y el rimel lo más rápido que pude para que me dejara en paz.

—Joder… Menos mal que no me ha tocado ser chica.

—Pues no sabes lo que te pierdes.

—Mejor no pienso en ello.— se nos escapó una risa a los dos.— Anda, por favor, vete acabando.—dijo ya más calmado.

—Sí.

Ya estaba cambiada con el conjunto que me compré ayer. Cada vez que lo veía no podía evitar pensar en las palabras que me dijo mi amor. Me halagó hasta tal punto que por poco me emociono. Es que es imposible describirlo. Simplemente, ESPECIAL.
Me pinté los labios con un rosa muy claro para terminar y salí de allí. De repente, Agus me vio sorprendido. Incluso no podía cerrar la boca. Me miró a una zona un poco fuera de lo común (siempre ha sido muy mal pensado). Ya os lo podéis imaginar.

—Hermanito, que mis ojos están aquí arriba— mi voz le sacó de sus pensamientos.

—Lo siento. Perdona, pero es que estás increíble.

—Gracias, pero para otra vez te fijas en otra chica que no sea tu hermana, ¿vale?

—A mí la que me gusta es tu amiga Sonia.— ese comentario me sorprendió mucho. Abrí los ojos, impresionada. Se gustan el uno al otro y no lo saben. Yo veo que, en un futuro no muy lejano, estos dos acaban juntos.

—¿En serio?

—Está muy buena. Hoy le voy a entrar.

—¿Pero dónde aprendes tú ese lenguaje?

—Estoy rodeado de chicos que tienen novia y no paran de hablar de ellas de esa forma. Yo ya tengo ganas de tener una. Sonia es perfecta: lista, guapa, simpática… Me gusta bastante.— se ilusionaba al hablar de Sonia.

—Ya verás como lo vuestro va a funcionar.

—Igual que lo tuyo con su hermana. Rocío es una chica maja.

—¿Sólo maja? Estás hablando de la mejor chica del universo.

—Así han salido las dos.

—¿Qué hora es?

—Las 22:40. ¿Vamos yendo?

—Claro.

Bajamos a la primera planta del ático donde se encontraban nuestros padres.

—Mamá, papá. Vamos a una fiesta de aquí al lado.— dijo Agustín saliendo a la calle.

—Vale, chicos. Pasadlo bien.

—Sí.— dije yo cuando cogía las llaves de casa.

Cerré la puerta de un portazo y nos montamos en el coche. No me quería ir a la casa de Jonathan sin contarle una cosa a mi hermano. En el Audi estábamos muy callados, pero para romper el hielo, lo solté de golpe.

—Hermanito.

—Dime.

—Te tengo que decir una cosa.