Cap. 24 "Estoy viva...supongo"

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― Solo me queda decirte que gracias a la atención inmediata la gran cantidad de arsénico que ingeriste no actuó en su totalidad y pudimos salvarte de una muerte segura. Si hubieses esperado más tiempo probablemente no estaría aquí para contártelo.

― ¿Arsénico? Eso es veneno, ¿Cierto? ― pregunté con un hilo de voz, aun me sentía jodidamente débil. La doctora asintió. Honestamente me cuesta asimilar esta mierda. Alguien me ha puesto arsénico en algo que ingerí...la gravedad del asunto es alta. Eso solo me deja en claro que las amenazas eran ciertas y que hay una persona allá afuera que intenta matarme...y va muy en serio.

― Lo que significa: Que fue algo que ingeriste en el cine lo que tenía arsénico, en pocas palabras algún empleado de allí fue quien intentó envenenarte. ― fue allí cuando todo cobró sentido. Daniela, fui tan estúpida como para no darme cuenta de su cara de psicópata y por no desconfiar de ella.

La verdad es que no me lo esperaba, no de ella. Ni siquiera la tomé en cuenta cuando los mensajes llegaron, en sí, jamás la tomé en cuenta para nada y en parte porque siempre la consideré un cero a la izquierda, además de aquello, porque tampoco le aporté seriedad al asunto de las amenazas. Lo que estoy entendiendo en estos momentos es que cuando la perra intentó "coquetear" conmigo era nada más para acercarse a Holton, y es allí donde caigo en la conclusión de que la tipa no es más que una desquiciada que necesita ayuda psiquiátrica.

― Intenta recordar quien fue la persona quien te atendió.

― La recuerdo perfectamente, de hecho la conozco.

― Perfecto, debes denunciarla. Eso fue un claro intento de homicidio. ― asentí con desganas. Honestamente lo único que deseaba era recuperarme de ésta jodida pesadez y no añadir un problema más a los noventa y nueve que traigo consigo.

***

― Maldita sea, como jode esta gente. ― gruñó Holton apenas entró a mi habitación ― Por poco tuve que ponerme de rodillas para que me dejaran entrar a verte. No sé porque tanta mierda, fui yo quien te traje aquí.

― Ya, no empieces con tus quejaderas. Tus mierdas me van a causar un dolor de cabeza a tal punto de correr al cine donde trabaja Daniela solo para beberme tres litros de arsénico. ― El castaño me miró con furia

― Tu sentido del humor me caga a veces. Tomate en serio esto, Lynx. ― negó con la cabeza ― No tienes ni idea de la magnitud del asunto.

― Solo es una puta loca que necesita ayuda psicológica eso es todo.

― Si está loca, pero ese no es el maldito problema. La familia de esa tipa tiene dinero hasta donde no le pega el Sol, si la denunciamos corremos con el riesgo de que todo termine dando un jodido giro y los que saldrán perdiendo terminaremos siendo nosotros. ― Nosotros...así que él está auto induciéndose en este embrollo. No creí que él haría algo así...

― ¿Qué hace trabajando en un cine si tanto dinero tiene?

― De eso no tengo ni la más mínima idea. Puede ser una estrategia, que se yo, la gente esa es poderosa.

― Estas viendo muchas películas de acción.

― ¿Es en serio, Lynx? Trato de ser serio en esto pero tú no colaboras.

― Joder, Holton. Es que quiero deshacerme de toda esta cantidad de mierdas que me han estado pasando últimamente. Una denuncia claramente significa: una jodida masa de mierda que se unen a una gigante plasta de esta misma.

― O sea que quieres dejarlo pasar. Quieres dejar libre a una tipa que probablemente no se quede tranquila hasta cumplir su cometido.

― Podría hablar con ella. Como gente civilizada que se supone que somos. ― soltó una risotada

¿Una Chica? (finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora