Capítulo 23.

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Para Mariana, por mantenerse fuerte a pesar de lo que ocurrió hace años

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Para Mariana, por mantenerse fuerte a pesar de lo que ocurrió hace años. Te quiero.

No estaban convencidos de que ese pudiera ser un lugar seguro, pero no encontraron nada más y ya era muy tarde para seguir buscando. Olía a humedad y por supuesto a suciedad.

Luka tuvo que acomodar a Margot entre sus piernas, haciendo que la niña acomodara la cabeza en su pecho. Lo único que se escuchaba eran sus respiraciones y las gotas de agua cayendo a una distancia no muy alejada. Estaban debajo de un puente, justo ahí donde las alcantarillas comenzaban a aparecer.

Margot tiritó y Luka la abrazó para darle calor, los dos iban descalzos y no tenían un abrigo; todo estaba yendo muy mal. No se habían movido de ahí en probablemente horas y no querían, pues sentían un pánico enorme de que alguien llegase a encontrarlos.

— Tengo hambre — murmuró Margot y Luka asintió; él también.

— P-podemos ver que encontramos.

Margot se puso de pie y se abrazó a sí misma al sentir cada uno de sus huesos congelarse. Luka imitó sus acciones y la tomó de la mano con fuerza mientras comenzaron a caminar.

— Espera — le dijo y la niña levantó su vista para ver al chico. — Toma.

Dicho eso, Luka se quitó la chaqueta que llevaba encima, estaría bien con la sudadera solamente; Margot la necesitaba más. La niña negó pero Luka insistió mientras se la tendía y finalmente aceptó.

La cargó en su espalda al ver que sus pies se congelaban aún más a medida que avanzaban por la calle. Luka tuvo que mentalizarse que el frío era algo que su cabeza creaba; solamente eso. Margot aferró los brazos alrededor de su cuellos y Luka continuó caminando.

No había nadie a esa hora en el lugar que habían encontrado; que realmente no era tan pequeño como un pueblo normalmente lo sería. Por lo tanto no podría optar por esa definición. Había hasta franquicias de restaurantes de comida rápida, cafeterías, salones de belleza, boutiques. Entonces Luka decidió que era algo como una ciudad, pero sin llegar a tanto.

Pero, siendo sincero eso era lo que menos importaba. Por lo menos ya estaban alejados de aquella carretera y de la pesadilla que vivieron dentro de esa casa.

Margot debió quedarse dormida sobre su espalda porque Luka no la escuchó decir ni sugerir nada más. Y la dejó, porque quién sabe cuándo habría sido la última vez que la niña pudo conciliar el sueño de esa manera.

Luka aún mantenía sus pensamientos en cada una de las cosas terribles que le pudieron haber ocurrido ahí dentro; ella no merecía nada de esas atrocidades. Sentía tristeza y el deber de cuidar a Margot desde ese momento para siempre, aunque no sabía ni cómo porque al estar tan asustado, no estaba seguro de si quiera poder ver por el mismo. Pero lo intentaría, no había más opciones.

LUKAWhere stories live. Discover now