Clearest Blue.

IX ━ If I Fell.

  Nada había cambiado. Bajo ese techo se respiraba el mismo aire de superficialidad y podrida riqueza que había experimentado años atrás. Era sofocante, las tonalidades de amarillo derrochadas por los caros candelabros colgantes hacían la escena aún más desagradable. Realmente no pertenecía a ese mundo.

Ya tenía su mirada fija en la mesa con champagne cuando Kate alzó la voz y captó su atención.

─ Querido primo.

Jason se volteó de inmediato, sabiendo quien se aproximaba. Bruce Wayne caminaba en su dirección con un desplante imposible y una prestancia que lo coronaba como el auténtico rey de Gotham.

Okay, quizás exageraba, pero esa era la reacción que el multimillonario había generado en él la primera vez que lo cautivó con su imponente presencia.

Bruce Wayne los saludó a los tres con un apretón de manos, dándoles la bienvenida al evento. Luego de compartir unas cuantas palabras con Renee, dirigió su mirada hacia él.

─ Jason, creciste bastante desde la última vez que te vi. ─ Vaya, era cierto. El multimillonario era solo unos centímetros más alto que él y eso lo enorgullecía— Aunque se sintió más sorprendido por ser recordado por el hombre. ─ Me alegra verte nuevamente, Dick habla mucho de ti.

No tenía la más absoluta idea de cómo responder a eso. Tal comentario había sido completamente inesperado pero lo hizo más feliz de lo que le hubiera gustado admitir.

Afortunadamente para él, Renee salió a su rescate y preguntó: ─ Oh, ¿y dónde está tu muchacho?

─ Todavía debe estar ocupado con los Elliot, pero los vendrá a saludar pronto. Ahora, si me disculpan...

─ Adelante, Bruce. ¡Pero recuerda que me debes una conversación!

─ Lo tengo más que presente, Kate.

Con una de sus carismáticas sonrisas, el multimillonario se despidió y volvió a perderse entre los asistentes.

Por su parte, Jason aún seguía un poco turbado por el encuentro.

─ Así que... Dick habla mucho de ti. ─ Kate le dirigió una burlesca sonrisa y Jason se detesto un poco por sentirse sonrojar. ─ Oh, y hablando de él... Tu Julieta llega en diez segundos, Jason.

─ Con ese entusiasmo yo le doy unos cinco.

Todos sus sentidos se pusieron en alerta. Lo buscó con la mirada y no tardó en encontrarlo acercándose a ellos. Dick Grayson y su traje negro hecho a la medida, con una corbata azul que hacía juego con sus ojos y que resaltaba la leve tonalidad morena que pintaba su piel, su azabache cabellera no había podido ser domada por completo y, como toque final, lucía la más brillante de las sonrisas.

Por primera vez desde que tenía trece años, Jason sintió sus rodillas debilitarse.

Era como volver a enamorarse, todos los días, justo en ese momento.

Al llegar junto a ellos, Dick los saludó con menos formalidad y más efusividad que su padre. ─ Me alegra verlos, gracias por venir. ─ Dijo mientras apretaba sus manos. ─ ¿Bruce ya les dio la bienvenida?

Renee asintió. ─ Así es, estuvo con nosotros hace unos momentos.

─ Genial— Oh, y por favor sírvanse lo que gusten.

Por estar tan pendiente de Dick, Jason no alcanzó a notar las miradas que se intercambiaron sus madres.

─ Gracias, Dick— Renee, ¿es ese tu antiguo compañero al que veo?